miércoles, 29 de julio de 2020



LA EDAD DE ORO



Intro.

Un día caminando sin sentido. Lastimando sin sentido. El amor es aquello que se vislumbra en blanco y negro sobre los televisores pero cuando trato de imitarlo es una acción totalmente diferente. Y me siento incómodo cuando mi reflejo señala actos de los cuales no tengo mayor habilidad pero allí estoy yo, creando formas y estímulos a los cuales seguidamente les daré nombre. Mientras saco pedazos de piano de mis bolsillos, unos niños empiezan a construir el instrumento musical, solamente para quemarlo en épocas de guerra. Yo sigo sin entender cómo resolver la interrogante de la música mientras arranco mi pierna izquierda para escribir un poema.





Cuerpo.

El movimiento surrealista buscaba explicar o dar forma a la combinación entre lo que era la realidad y los sueños, y así, crear una nueva realidad o una especie de hiperrealidad. Esto llevaba a técnicas muy particulares en las diferentes formas artísticas a inicios del siglo XX. Si bien es Breton la cabeza del movimiento, en España surge un trío de artistas que con el devenir de los años se convertirán en una fuerza total y representativa de su tiempo. Con Luis Buñuel en la dirección, Salvador Dalí en la pintura y Federico García Lorca en la literatura, España contaría con representantes llevados a lo exceso y a la excelencia del movimiento, convirtiéndose cada uno en artistas de altísima calidad.





Buñuel fue un provocador de aquellos estamentos que en su país no se debían cuestionaban. Un ser en contra de la religión católica y la decencia, sobre todo con el tema sexual, el director español desarrollaría temáticas surrealistas y formas de representarlo en pantalla que lo harían único en su medio. Comenzaría como asistente de dirección para el gran Jean Epstein y en 1929 debutaría con su corto El Perro Andaluz. Escrita junto a Salvador Dalí, el cortometraje les abriría las puertas al movimiento surrealista y a la libertad de crear fuera de estos círculos, debido a las temáticas cada vez más extremas. Aclamados por el mundo intelectual pero despreciados por el público en general, ambos se embarcarían en su siguiente proyecto.





La Edad de Oro fue idealizado como un cortometraje financiado por el vizconde Charles de Noailles y su esposa Marie-Laure. Ambos eran patrones del arte y financiaron a diferentes personalidades como Jean Cocteau, Man Ray, Francis Poulenc, Baothus, entre otros. Fascinados por El Perro Andaluz decidieron que Buñuel repita su hazaña. Cuando el proyecto devino en un largometraje, se le permitió a Buñuel continuar. Durante el proceso, Buñuel y Dalí no pudieron sobrellevar ciertas diferencias políticas y Dalí saldría del proyecto acusando a Buñuel de ir en contra de la religión, lo cual terminaría causándole problemas. Buñuel ante la falta de experiencia técnica firmaría todo secuencial, utilizando cada porción de metraje que le fue proporcionado.





El filme cuenta con ciertos personajes de renombre. Gaston Modot sería un actor desde comienzos de siglo en el cine mudo llegando a trabajar con una diversidad increíble de directores de gran calidad como Buñuel, Carné, Renoir, Gance, entre tantos otros, en una carrera que duraría siete décadas. Su coprotagonista, la actriz alemana Lya Lys tendría en esta su mejor performance, por el cual sería reconocida pero no llegaría a brillar posteriormente en Hollywood. Junto a ellos encontramos a la prolífica artista Max Ernst, al artista en cerámica y colaborador de Joan Miró, Josep Llorens Artigas, y a la poetiza surrealista Valentien Penrose. La Edad de Oro se estrenaría en París pero grupos extremistas bloquearían el estreno y la prensa también jugaría un rol importante en una comunidad de influencia católica. Charles de Noailles debió retirar la película de circulación debido a las amenazas y a su reputación. La película no volvería a ver la luz hasta 1979.





La Edad de Oro es una experiencia eminentemente surrealista. Bajo el concepto de rechazar la lógica y abrazar lo inadmisible, Buñuel se vuelve en esta figura provocativa buscando relatar la historia de amor menos convencional, la cual está guiada por las pasiones carnales y los fetiches. Las referencias en cuanto a la burla contra la sociedad burguesa y todo lo que representa inspira en Buñuel a colocar imágenes poco usuales como una pareja imitando relaciones sexuales en el barro, golpes a animales, fetichismo sexual al chupar el dedo del pie de una estatua, la relación temática entre Jesús y el marqués de Sade, entre otras tantas, buscando escandalizar a una sociedad que el director español considera hipócrita y que merece aceptar el filme como tal. La fama y carrera de Buñuel contaría con muchísimos tropiezos y privaciones pero lo llevarían a convertirse en uno de los directores más originales y propios de todos los tiempos.






Datos.

Título Original: L’Age d’Or
Dirección: Luis Buñuel
Año: 1930
País: Francia
Intérpretes: Gaston Modot, Lya Lys, Caridad de Laberdesque, Max Ernst, Josep Llorens Artigas, Lionel Salem, Germaine Noizet, Duchange, Valentine Penrose
Duración: 63 min.

martes, 14 de julio de 2020



LOS CUENTOS DE HOFFMAN



Intro.

Dentro de las hermosas y peculiares danzas, siempre intervienen miles de historias. En esos pequeños zapatos, en esos fastuosos trajes, en esos movimientos coordinados encontraremos las historias de seres que encuentran magia en sus vidas y cuyos ojos se llenan de alegría o tristeza según sea su destino. Los movimientos se mantienen y las voces nos traslucen esa armoniosa vivencia que termina quebrando nuestros ojos en lágrimas pero con la esperanza de volver a escuchar las sinfonías cuando se nos plazca. Es la ilusión de la belleza interpretada por la misma belleza, que tímidamente nos quiere dar a conocer su encanto, mas no su persona. Es la eterna ternura de una criatura que nos dice te amo con una caricia.






Cuerpo.

El dúo de Michael Powell y Emeric Pressburger, bajo su productora conjunta de The Archers, es reconocido como una influencia positiva dentro del cine británico teniendo en los años cuarenta y cincuenta su etapa más celebrada y que los llevaría a producciones relacionadas con la guerra, los musicales, los dramas, entre otros. A pesar de tener labores específicas decidieron compartir los créditos en cuanto a la dirección, el guion y la producción, algo extraño para las colaboraciones cinematográficas. Sería a finales de los años cuarenta cuando Powell buscó unir sus cualidades cinematográficas con la música de ópera. Esto llevaría a la muy reconocida Los Zapatos Rojos, dándoles un crédito con respecto a películas influenciadas por otro medio artístico. Pasarían tres años para que tuvieran otra incursión total de este estilo.







Los Cuentos de Hoffman parten de la adaptación de la ópera en tres actos de Jacques Offenbach con libreto de Jules Barbier. Así mismo, esta obra se basó en los cuentos de E. T. A. Hoffman, un autor de origen alemán muy influyente en su tiempo, cuyas obras y personajes han sido tomados para la creación de diversas óperas. Tomando ciertas licencias, la película nos mostrará a Estela, una bella bailarina de ballet mandando un mensaje a Hoffman, el cual no lo recibirá debido a la intervención del concejal Lindorf. Sin saber de esto, Hoffman se dirigirá a la taberna a emborracharse y contar tres historias de sus amores pasados, todos los cuales terminaron en fracasos. Al final, Stella lo verá en la taberna borracho y se alejará de él. Uno de los grandes cambios es presentar el libreto en inglés y no en el francés original, además de cambiar la profesión de Estela quien originalmente era una cantante de ópera.







La película cuenta con artistas sacados muchos de la ópera que no solamente actuaban sino que también tenían la habilidad de cantar, aunque por alguna razón solamente dos de los actores usan su voz original. En el rol principal tenemos a Robert Rounseville quien estaría en pocos filmes y estaría más dedicado al teatro, siendo muy recordado por este rol. Su acompañante sería Moira Shearer, una muy reconocida bailarina de ballet, quien sería descubierta por Powell y Pressburger en 1948 para ser la protagonista de Los Zapatos Rojos, logrando así su esplendor internacional. Shearer volvería a aparecer en esta producción y en el thriller psicológico El Fotógrafo del Pánico de Powell. Junto a ellos aparecen el actor, coreógrafo y bailarín de ballet, Robert Helpmann, un muy reconocido artista australiano, y la actriz inglesa Pamela Brown, un rostro muy popular en actuaciones secundarias tanto en cine como en teatro.







Los Cuentos de Hoffman representan todo el amor de Powell para la ópera. Evidentemente en dicha colaboración, Powell era el más enfocado en la dirección mientras que Pressburger estaba más asociado a la producción y la edición, pero también con gran influencia en cuanta a la música del filme. Los Cuentos de Hoffman nos presenta una versión más estilizada de lo que nos habían mostrado en Los Zapatos Rojos, con una historia más cercana al teatro que al cine y una muestra de sincronización admirable, contando como siempre con intérpretes que se saben desplazar tanto en su nivel actoral como en su calidad como bailarines. Shearer no es un descubrimiento, es la extensión de la primera película con el dúo y saben usar los momentos y la colorización para crear temáticas, dejándonos llevar por las melodías cautivantes y exóticas. La película sería nominada para dos premios Oscar, por su decoración y vestimenta, y ganaría el Premio Excepcional en el Festival de Cannes y el Oso de Plata como mejor musical en la primera edición del Festival de Berlín.







Datos.

Título Original: The Tales of Hoffman
Dirección: Michael Powell/Emeric Pressburger
Año: 1951
País: Reino Unido
Intérpretes: Robert Rounseville, Moira Shearer, Ann Ayars, Ludmila Tchérina, Robert Helpmann, Pamela Brown, Léonide Massine, Frederick Ashton, Mogens Wieth, Lionel Harris, Meinhart Maur, Edmond Audran, Philip Leaver
Duración: 136 min.