lunes, 26 de marzo de 2018



EL ESTUDIANTE DE PRAGA




Intro.

¿Qué darías por tu comodidad? A veces pensamos que pequeños detalles son insulsos acompañantes y por lo tanto, podemos deshacernos de ellos. Pero, cuidado, no tenemos en cuenta todo lo que puede significar el sacrificio y menos aun podemos entender como los sacrificios volverán a nosotros como condenas. ¿Es necesario ser y estar? O tal vez simplemente somos títeres tratando de entender un punto sin solución: nuestros actos no pueden ser deshechos.




Cuerpo.

El Estudiante de Praga es la obra maestra de Henrik Galeen. El actor, guionista y director austriaco comenzó como asistente del gran productor teatral Max Reinhardt, del cual aprendió muchas de las labores de este medio artístico. Seguidamente, Galeen se convirtió en actor, lo cual le dio cierta popularidad. Sería recién en 1913 cuando se vio envuelto en el mundo del cine como guionista, pero muchas de sus primeras colaboraciones no llevarían su nombre. Entendiendo el rol de guionista y actor, y aprendiendo a partir de colaborar en diferentes aspectos, Galeen se aventuró a escribir, dirigir y actuar en su primer gran proyecto: El Golem de 1914. La película y posteriores contribuciones muestran la gran influencia de Galeen al expresionismo alemán en donde también demostraría sus dotes, siendo una de sus mejores colaboraciones como guionista de Nosferatu (1922) y Figuras en Cera (1924).





Con una influencia faustiana, El Estudiante de Praga nos muestra la eterna batalla entre el ser humano y el diablo. La película es un remake de su homónima de 1913 dirigida por Paul Wegener y Stellan Rye. Lo que la diferencia de su primera versión es el grado de experimentación así como los motivos utilizados en el expresionismo alemán y la pericia de Galeen al entender mucho de los aspectos creativos del filme. Para ello también se unió a nombres importantes del cine alemán. La cinematografía corre a cargo de Günther Krampf, un creador poco reconocido pero que fue parte del cine alemán en su etapa muda, siendo representante del naturalismo. El director artístico sería Hermann Warm, otro gran contribuyente del expresionismo alemán quien trabajaría con directores como Lang, Dreyer y Wiene.





Dentro del reparto nombres muy importantes surge. El rol protagónico está a cargo de Conrad Veidt. Uno de los actores alemanes más importantes del cine mudo, Veidt es una fuerza innegable dentro del expresionismo y un actor exquisito. Ya sea como el fantasma Cesare en El Gabinete del Doctor Caligari, el deformado Gwynplaine en El Hombre que Ríe, el desquiciado Paul Orlac en Las Manos de Orlac o como Ivan El Terrible en El Hombre de las Figuras en Cera, Veidt es un actor colosal siendo en su tiempo uno de los actores alemanes mejores pagados. La ascensión del nazismo cortó su carrera, huyendo de Alemania junto a su esposa judía, tratando de rehacer su carrera en Inglaterra y posteriormente en Estados Unidos. Debido a problemas con el lenguaje y estereotipos, Veidt sería un actor interesante en roles secundarios como en Casablanca (1942).





Junto a Veidt, el gran actor Werner Krauss es parte de El Estudiante de Praga. Otro colaborador de Max Reinhardt, Krauss se convirtió en una leyenda en los teatros y comenzó a desarrollar su carrera cinematográfica a mediados de los años diez. Su dedicación en el campo actoral se fijó en interpretar personajes malévolos, algo por lo cual sería muy aclamado. Pero ante la llegada de la guerra, Krauss se mostró pronazi y fue promocionado como el mejor actor del régimen, siendo el protagonista de la película representativa del Third Reich, El Judío Sub. Muy aclamada en Alemania, los efectos después de la guerra no se hicieron esperar. Krauss desaparecería del medio siendo desterrado a Austria e incluido en un programa contra las ideas antisemitas.





El Estudiante de Praga sería exitosa en resaltar aún más a sus participantes, ya que muchos de ellos eran rostros conocidos y aclamados del cine. La actriz rumana Elizza La Porta se haría una celebridad y a muchos de ellos les esperarían interesantes proyectos. La película es una muestra de arte en cuanto a construir la fatalidad de un hombre con ciertas habilidades pero sin los medios necesarios para ser alguien en el mundo. Un trato con el diablo simplemente concretará su ruina, como suele suceder en estos tipos de negocios. Después la lucha interna y su némesis a través de su reflejo simplemente nos acercan a lo inevitable. Como Galeen maneja los momentos, el juego de cámaras, los efectos especiales es de una tónica magistral. Veidt nos muestra todos los tormentos de su personaje así como su alegría y ciertos descensos a la locura. Krauss no necesita mucho tiempo en pantalla para ser lo suficientemente amenazador como Scapinelli. La película es un gran ejemplo del horror en el cine mudo.






Datos.

Título Original: Der Student von Prag
Dirección: Henrik Galeen
Año: 1926
País: Alemania
Intérpretes: Conrad Veidt, Werner Krauss, Elizza La Porta, Agnes Esterhazy, Fritz Alberti, Ferdinand von Alten, Erich Kober, Max Maximilian, Sylvia Torf, Marian Alma, Adolf Peter Hoffmann
Duración: 91 min.

jueves, 22 de marzo de 2018



FURIA



Intro.

¿Cuántas emociones puedes contener ante una injusticia? ¿Cuántas formas de entender una injusticia? Durante la historia entendemos de personas que han perdido todo por solamente una razón: la particular justicia humana, aquella que te condena ante pruebas irrefutables y aquella que te libera si no existen esas pruebas. Pero cuando la verdad solamente está en tu mente, no hay nadie que te pueda salvar. Y todo se vuelve rojo, todo es injusticia, todo es furia.






Cuerpo.

Después de huir de Alemania y del nazismo, Fritz Lang le dijo adiós a su esposa y colaboradora Thea von Harbou por diferencias políticas. Antes de arribar a Estados Unidos, dirigiría en Francia el drama fantástico Liliom, la cual sería su única producción francesa. En 1936 llegaría a Hollywood y firmaría por los estudios Metro Goldwyn Mayer. Sus mayores triunfos se verían envueltos dentro de lo que se conocería como el film noir en Estados Unidos, que fue influenciado directamente por el expresionismo alemán, y Lang dirigiría veintitrés películas en sus veinte años de carrera en Estados Unidos, y si bien estética y artísticamente su etapa alemana es la más lograda, las entregas americanas son construídas con gran vitalidad y fuerza, siendo algunas obras magistrales del género. Su incursión en Hollywood comenzaría con Furia.






En el papel principal de Furia encontramos a un actor emblemático del medio: Spencer Tracy. Para 1936, Tracy no era todavía el actor cuajado que lo haría conocido mundialmente. Estuvo en los estudios Fox entre 1930 y 1935, logrando algunos pequeños triunfos personales pero ninguno que lo ayudara a ser una estrella. Después de ello firmaría con MGM y empezaría su gran carrera. De manos del productor Irving Thalberg se trató de promover al entonces conocido como problemático actor y Tracy tuvo en Furia su primer gran rol protagónico. A partir de allí solamente conocería de triunfos con dos premios Oscar, varias nominaciones, la alabanza del público y crítica, y su gran colaboración con Katharine Hepburn. Furia sería el comienzo de todo esto.






Al lado de Tracy, encontramos a la bella Sylvia Sidney. La actriz de carácter tuvo una gran exposición en los años treinta pero siempre como acompañante del protagonista y sus roles comenzaron a ser repetitivos. Así mismo, su difícil trato fuera de cámaras no ayudaba a su explotación. En cualquier caso, un rostro conocido en la pantalla grande, Sidney tendría su revancha en su vejez, siendo bastante reconocida gracias a la mano de Tim Burton. Junto a ellos aparecen rostros conocidos como el de Walter Abel, un gran actor secundario de numerosas apariciones en películas taquilleras. Otro gran nombre es el de Walter Brennan, recordado mucho por sus roles en westerns, dramas y comedias, siendo ganador de tres Oscar como actor secundario.






La idea de Furia parte del guionista Norman Krasna, quien quiso hacerla a partir de la noticia de un linchamiento en el periódico. Esta historia llegó a los oídos del productor y futuro director Joseph L. Mankiewicz, quien haría ciertos cambios en la historia antes de presentarla a los estudios. Mucho se dice sobre la intervención del estudio en el producto final. Lang acostumbrado a finales sin compromiso, promoviendo la miseria y la indiferencia humana debió enfrentar a un estudio americano acostumbrado a su “final sin controversias”. A pesar de ello, la película sería un éxito en taquilla y Lang proseguiría con sus dramas y conflictos humanos.






Furia nos muestra la historia de un hombre simple envuelto en una situación extrema. Lang nos presenta al individuo como un hombre incapaz de probar su inocencia y al colectivo como esa masa inconsciente que antes de obtener pruebas decide ser juez y verdugo. Un gran valor de la película es la inversión de roles y la demostración de que a pesar de sus instintos más vicerales termina escogiendo lo que el considera su rol más natural: la justicia. Enfatizado este punto se debe a la gran actuación de Spencer Tracy, que nos mantiene hasta los últimos momentos en cuanto a la decisión a tomar (aunque la época no permita nada sorprendente). Fuera de ser un producto de los años treinta de predecibles situaciones, Furia contiene una fuerza en sí, idealizada por su director y su actor principal.






Datos.

Título Original: Fury
Dirección: Fritz Lang
Año: 1936
País: Estados Unidos
Intérpretes: Sylvia Sidney, Spencer Tracy, Bruce Cabot, Walter Abel, Edward Ellis, Walter Brennan, Frank Albertson, George Walcott, Arthur Stone, Morgan Wallace, Gwen Lee, George Chandler, Roger Gray
Duración: 92 min.

domingo, 18 de marzo de 2018



EL HOMBRE DE LAS FIGURAS DE CERA



Intro.

La falta de movimiento. La constante monotonía. El ambiente sin vida. Pero a pesar de ello sus miradas se mantienen en ti, como si quisieran contarte una historia, como si quisieran mostrarte el pasado pero en realidad todo ha sido olvidado. Los rostros, los personajes, la vestimenta, todo… y cera. Todo lo que conoces se ha convertido en cera…






Cuerpo.

En los años veinte en Alemania el expresionismo buscó influenciar a diferentes artistas y medios artísticos, siendo considerado como uno de los movimientos más genuinos dentro del mundo del cine. La calidad de presentaciones permitió a muchas estrellas, fuera y dentro de la pantalla, a emigrar a Hollywood y expandir su fama mundialmente. Muchos grandes artistas ya sea a mediados de los veinte o después de los problemas políticos en Alemania, llegaron a Estados Unidos con diferentes suertes. Dietrich, Von Sternberg, Lang, Pabst, Garbo (quien trabajaba en Alemania), Veidt, Dieterle, Siodmak, entre tantos otros.






Paul Leni sería conocido dentro del expresionismo alemán gracias a ciertas colaboraciones con otros directores, algunos cortos pero sobre todo por su trabajo en El hombre de las figuras de cera (1924). Esto lo llevaría a Hollywood a dirigir un número de películas bastante celebradas, resaltando su debut, El Legado Tenebroso (The Cat and the Canary, 1927) y al año siguiente con su célebre El Hombre que Ríe (The Man Who Laughs). Al año siguiente se realizó una segunda parte de El hombre de las figuras en cera titulada La Última Advertencia (The Last Warning, 1929), pero el director alemán moriría meses después de esta última presentación a los 44 años debido a sepsis, una infección en la sangre debido a un problema dental no tratado.






El hombre de las figuras de cera es una suerte de filme antológico que nos mostrará historias combinadas con fantasía y horror de personajes malévolos del contexto histórico, unidos por la narración de un escritor que tendrá que realizar historias para atraer a la gente al museo de cera. La idea inicial del filme era presentar a cuatro personajes: Harun al-Rashid, Ivan El Terrible, Jack el Destripador y Rinaldo Rinaldini. Pero a medida que avanzaban, el presupuesto de la película se agotó y debieron dejar de lado la última historia, así mismo la historia sobre Jack el Destripador fue muy corta. Para dar vida a estos personajes se eligieron nombres importantes del cine alemán en interpretaciones que serían muy celebradas.






El futuro gran director William Dieterle interpreta al escritor que dará vida a las historias fantásticas. Además de este papel, Dieterle interpretará al héroe de cada una de estas historias. Su carrera de director empezaría en Alemania pero llegaría a Hollywood en los años treinta donde tendría grandes triunfos como el Oscar a mejor película en 1937 por La Vida de Emile Zola. El gran Emil Jannings, uno de los mejores actores alemanes de todos los tiempos, rompe su molde de roles dramáticos para dar una suerte de interpretación paródica de su personaje, pero con su solvencia reconocida. Jannings debido a su simpatía nazi no tendría mayor influencia después de la guerra. Por su parte, Conrad Veidt seria una de las grandes imágenes del expresionismo alemán apareciendo en El Gabinete del Doctor Caligari (1920) y teniendo su mejor performance en otro filme de Leni, El Hombre que Ríe (1928). Llegaría Hollywood apareciendo en diferentes filmes como Casablanca pero siempre estaría estereotipado. Finalmente, Werner Krauss fue también uno de los grandes actores alemanes de su tiempo colaborando con directores de alto nivel (El Gabinete del Doctor Caligari, Varieté, El Estudiante de Praga), pero se vería posteriormente perjudicado por su relación con el nazismo.






La película cuenta con algunos de los puntos del expresionismo alemán: el juego entre luces y sombras, el uso de exageraciones, las antirealistas escenografías y las histriónicas interpretaciones que serían también de influencia. El director soviético Sergei Eisenstein tomaría la interpretación de Conrad Veidt sobre Ivan El Terrible para crear su famosa trilogía sobre el zar. Debido a la complejidad de la historia se ha tomado a El hombre de las figuras de cera como una película de terror, antológica o de fantasía, pero fuera de estas categorías es parte del expresionismo alemán. En la dirección, Paul Leni tuvo el apoyo de Leo Birinski, un peculiar director y guionista soviético que trabajó en numerosas producciones pero que siempre se mantuvo en segundo plano pero con muchas leyendas acerca de su vida y su trabajo debido a la falta de información.






Datos.

Título Original: Das Wachsfigurenkabinett
Dirección: Paul Leni
Año: 1924
País: Alemania
Intérpretes: Emil Jannings, Conrad Veidt, Werner Krauss, William Dieterle, John Gottowt, Olga Belajeff, Georg John, Ernst Legal
Duración: 84 min.