martes, 25 de agosto de 2020



EL MAR NO PERDONA



Intro.

En la oscuridad del mar descansan muchas almas. ¿Quién será el siguiente? ¿Por qué debemos seguir existiendo? Pero nuestra naturaleza humana nos empuja a mantener la fe y sentir esperanza donde no la hay. Al final, alguien podrá sobrevivir antes que lleguen todas las calamidades. El movimiento de las olas susurra nuestro nombre porque entiende que los siguientes en morir somos nosotros. Seamos parte del pasado, tratemos de rozar el presente o imaginemos nuestros mismos rostros en el futuro… seremos los siguientes en un mar silencioso pero voraz.






Cuerpo.

El director Richard Sale comenzaría como escritor de revistas de ficción en los años treinta y haría la transición al cine a partir de guiones que serían adaptados a películas por los estudios Paramount. Aprendiendo del oficio se convertiría en director a finales de los cuarenta teniendo en El Mar No Perdona su más destacado éxito en ese rubro. Sale dirigiría solamente doce películas teniendo más reconocimiento como guionista, teniendo mayor renombre con películas como Repentinamente (1954).






El Mar No Perdona tiene la reputación de ser una de las pocas películas que se basa toda la trama en el mar, aunque viene precedida de Náufragos, la película de 1944 creada por Hitchcock y que en su momento no fue tomada en cuenta por la imagen de los alemanes, pero que se ha convertido en una de las películas más interesante del maestro inglés sin ser considerada un clásico. A pesar de sus referencias a hechos reales, y que el guion está basado en otro libro sobre un tema real, El Mar No Perdona no busca esclarecer su relación con estos hechos.






La película creada por Sale se basa en un cuento que emula los hechos ocurridos con el barco William Brown, el cual se hundió en 1841 y en donde a la falta de botes salvavidas varios sobrevivientes fueron arrojados al mar debido a la falta de espacio y por decisión de la tripulación. Después de los hechos un solo miembro sería puesto en juicio y encarcelado por seis meses por el hecho. El Mar No Perdona es ahora muy reconocida por sus intérpretes teniendo a la cabeza al gran Tyrone Power. El ídolo de generaciones era muy popular gracias a sus roles románticos y aventureros. Su versatilidad y belleza hicieron de él un rostro conocido y venerado por generaciones, pero sus mejores años habían quedado atrás. El Mar No Perdona sería una de sus últimas películas, muriendo un año después a los 44 años de un ataque cardíaco.






Junto a Power, nos encontramos con un puñado de grandes actores. Stephen Boyd, el recordado Messala de Ben-Hur, es parte de este drama del mar. Así también aparece Lloyd Nolan, reconocido actor en películas de misterio y film noir, con una gran filmografía bajo su brazo. En el apartado femenino se encuentra la actriz y futura directora sueca Mai Zetterling, quien sería reconocida en uno de los primeros trabajos de Ingmar Bergman. A su lado, la encantadora y bella Moira Lister, quien en ese momento estaba involucrada sentimentalmente con Power y que sería un rostro conocido en el cine británico. Otros rostros del cine de Inglaterra corresponden a James Hayter, Marie Lohr, Finlay Currie (el reconocido Abel Magwitch de la versión de David Lean de Grandes Esperanzas), John Stratton, Victor Maddern, David Langton, entre otros.






La película lanzada por la modesta compañía Copa Productions sería un éxito moderado en su país pero sufriría de poca recepción y mala publicidad en Estados Unidos. Con cambios de títulos como ¡Abandonen el Barco! y Siete Días desde Ahora, la película no llamó la atención del público estadounidense que no tenía a Tyrone Power como uno de sus referentes actuales. Producida por Power, quien combinaba triunfos en el el teatro y descontentos en el cine, El Mar No Perdona es una película bien tratada a partir de un guion interesante y que busca resaltar la estrella de Power pero que lo configura en un rol atípico, algo que sí tendría valor en la producción de Testigo de Cargo, realizada ese mismo año con Power compartiendo roles con Marlene Dietrich.






Datos.

Título Original: Seven Waves Away
Dirección: Richard Sale
Año: 1957
País: Reino Unido
Intérpretes: Tyrone Power, Mai Zetterling, Lloyd Nolan, Stephen Boyd, Moira Lister, James Hayter, Marie Lohr, Finlay Currie, John Stratton, Victor Maddern, David Langton, Eddie Byrne, Noel Willman, Moultrie Kelsall, Robert Harris, Gordon Jackson, Orlando Martins
Duración: 97 min.

martes, 11 de agosto de 2020



EL SÉPTIMO SELLO



Intro.

Encontrar la perfecta armonía puede llevarnos toda una vida. Encontrar la poesía en el horror de nuestra muerte puede volvernos insanos… o tal vez tan racionales que no parecemos creer en sentido alguno. Pero al igual que las piezas del ajedrez nos movemos con tanta elegancia y coordinación, puesto que incluso en la derrota bailamos hacia el gran final y hacia los múltiples cuestionamientos sobre nuestra existencia. Vivir con miedo pero vivir intensamente hasta que seamos esa cuerda humana que se desplaza en cánticos llenos de remordimientos.






Cuerpo.

El cine sueco en su mayor esplendor es el reflejo de las obras de Ingmar Bergman. El talentosísimo director es una muestra de temáticas juveniles que le fascinaban y le atormentaban al mismo tiempo, logrando progresivamente crear obras de cuestionamiento social hasta llegar a la incertidumbre sobre la existencia humana, combinado todo ello con las dificultades de crecer en muchas etapas. Bergman lograría así un cuerpo de trabajo interesante y de una firma propia única, lo que lo convertiría en uno de los directores más excelentes de su época y de influencia total. En una carrera de 45 filmes, Bergman comenzaría a mediados de los cuarenta llegando a un punto de esplendor internacional en un solo año, 1957, donde dirigió dos de sus películas más trascendentales: El Séptimo Sello y Las Fresas Salvajes.






Para finales de los años cincuenta, Bergman contaba con variados dramas que encontraban mayormente medianas y positivas respuestas por público y crítica. Se hizo de un nombre en su país natal gracias a sus diversas producciones y por contar con un grupo central de actores, los cuales serían asiduos en sus producciones y estos ganarían fama gracias al director sueco. Para El Séptimo Sello, Bergman adaptó su propia obra teatral, Pintura en Madera, y a pesar de las dificultades financieras y temporales pudo lograr el apoyo de la Svenk Filmindustri, con los cuales ya había realizado la mayoría de sus producciones.






La película cuenta en el rol principal al talentoso Max von Sydow. El actor sueco colaboraría en once filmes con el maestro Bergman y tendría en esta su despegue internacional y una carrera de setenta años donde realizaría 150 películas. Sydow con su rostro inmutable y su frialdad metódica sería ideal como el escéptico Antonius Block. Su escudero sería representado por Gunnar Björnstrand, un frecuente de Bergman quien sería parte de sus dos producciones de 1957. La pareja de esposos errantes estarían representados por Nils Poppe y Bibi Andersson. Poppe sería una elección arriesgada, ya que el actor era más devoto a la comedia pero realiza un trabajo más que aceptable. Por su parte, Bibi Andersson, una más de la compañía de Bergman y su pareja en esos momentos, es la versátil Mia, quien se debate ante los extraños sucesos a partir de la gente que le rodea. En otros roles está la muy cumplida Gunnel Lindblom y en el rol de la muerte, Bengt Ekerot.






El Séptimo Sello es la desesperada odisea del caballero Antonius Block, quien ha vuelto de las cruzadas en búsqueda de un signifcado a todo lo vivido. Rápidamente se encontrará con la muerte a la cual reta a una partida de ajedrez antes de encarar su destino final. En este proceso conocerá a diferentes personas, con las cuales tratará de indagar el significado de la vida y de Dios mismo. Su fe será puesta a prueba mientras busca un acto de bien antes de desaparecer. Los temas bergmanianos están en todo su esplendor: el cuestionamiento por la vida, la nostalgia del pasado, el miedo a la muerte, la soledad, la futilidad de los actos humanos, el desinterés humano. La película busca llenar el vacío que deja la imposición de una religión impuesta pero nos deja con la misma duda humana de qué hacer cuando existe falta de fe. Bergman siempre se basó en sus propias experiencias para realizar sus obras y si bien sus temas se ven envueltos en la ambientación de la Edad Media, sirven con una misma fuerza y con gran creatividad ante la constante presencia de una muerte inevitable.






Esta sería la película que lo pondría a Bergman en un estante internacional. Su gran capacidad para dirigir, conocida y valorada en Suecia, se vería expandida en Estados Unidos, Inglaterra y Francia, sobre todo. La película tendría una notoriedad que se incrementaría con los años siendo considerada una obra de arte en toda medida y una de las más grandes películas de todos los tiempos. Su imagen y sus temáticas inspirarían a generaciones a venir, expandiendo sus temas a la problemática humana de la convivencia y siendo un referente en este tipo de dramas, más aún cuando ese mismo año lanzara su inconmensurable Las Fresas Salvajes. Bergman es uno de esos directores (como Kurosawa, Tarkovsky o Hitchcock), que tendría una firma propia y cuyas presentaciones partieron de un pathos particular en donde Bergman cuestiona la existencia de Dios más que nada por miedo a la muerte, entendiendo que la fe ciega del hombre no puede ser resuelta en almas confusas, las cuales solo les queda contemplar y esperar resignado su destino.






Datos.

Título Original: Det Sjunde Inseglet
Dirección: Ingmar Bergman
Año: 1957
País: Suecia
Intérpretes: Max von Sydow, Gunnar Björnstrand, Bibi Andersson, Bengt Ekerot, Gunnel Lindblom, Nils Poppe, Inga Landgré, Ake Fridell, Inga Gill, Erik Strandmark, Bertil Anderberg, Maud Hansson, Gunnar Olsson, Anders Ek, Benkt-Ake Benktsson, Gudrun Bost, Lars Lind, Tor Borong
Duración: 96 min.