sábado, 10 de marzo de 2018


MARRUECOS



Intro.

El amor te pide sacrificios, pero el amor también te pide individualidad. Entre tu mirada confundida tratando de descubrir a alguien real y tu mirada confundida tratando de sobrevivir en el mundo, la vida humana se mantiene distante, solitaria e infinita. Y quisieras que en la arena se escribiera tu destino para no tener que decidir. Arena en tu memoria. Arena en tu mente.




Cuerpo.

La expectativa por la vuelta de Josef von Sternberg a Estados Unidos era total. El gran director de origen austriaco había hecho un grupo interesante de filmes mudos en Hollywood pero su aproximación al cine hablado con Thunderbolt (1929) lo sepultaría. Aceptando hacer una película en Alemania, Von Sternberg descubriría a Marlene Dietrich en El Ángel Azul (1930). Lo demás es historia. El regreso del mentor era expectante, en gran medida porque se esperaba también a la diva alemana y su llegada a Estados Unidos para producir una película para Paramount Pictures. Inclusive la llegada de Dietrich fue tomada como un evento de proporciones anecdóticas. Von Sternberg la esperaba lleno de regalos, entre ellos un flamante Rolls-Royce Phantom II.






La primera incursión en el cine americano sería a través de Marruecos, basada en la novela de Benno Vigny llamada Amy Jolly (1927). La adaptación sería hecha por Jules Furthman, un prolífico guionista que tuvo varias asociaciones con Von Sternberg. La película muestra la relación entre una mujer de cabaret, Amy Jolly, y un soldado de la legión extranjera, Tom Brown. Como siempre en la mayoría de estos casos, el americano es presentado como el rebelde, desafiante pero a la vez sacrificado y heroico, algo que era muy popular en los años veinte y treinta. Para cerrar el triángulo amoroso se nos presenta a Kennington La Bessière, magnate que busca comprar los amores de Amy. Para ello la diva alemana compartirá roles con Gary Cooper y Adolphe Menjou.






Hablar de Marlene Dietrich es hablar de cine en sí. La actriz alemana se ha vuelto un ícono en todo la extensión de la palabra, siendo reconocida en diversos medios artísticos, así como la moda y diferentes movimientos sociales que utilizaban su imagen como representación. Su descubrimiento en 1930 por parte de Von Sternberg hizo de El Ángel Azul una película totalmente mítica, abriéndole las puertas a Hollywood y al mundo. Dietrich es una de las actrices más completas, uno de los rostros más llamativos de la pantalla y un ser humano comprometido con lo social y lo artístico. Su actuación en Marruecos fue en cierta manera una contraposición de Lola Lola de El Ángel Azul pero era la demostración del ser heroico que tanto ama Hollywood y que le daría mayores roles en Estados Unidos, pero no sin críticas ni rumores.






Su contraparte masculina es el gran Gary Cooper. El actor estadounidense es uno de los rostros más conocidos dentro del cine de su país y para estas alturas ya se había convertido en uno de los actores más importantes del medio. Surgiendo en roles secundarios, Cooper se tranformaría en una de las figuras del western en su etapa muda y al comienzo del cine hablado en uno de sus principales héroes. Es por ello que es tomado en cuenta por Von Sternberg. El estilo único de Cooper permitía que se sobrepusiera su personaje dándole siempre un toque natural e imprimiéndole algo del mismo Gary Cooper en sus roles. Cooper se mantendría en la cumbre por casi toda su carrera actuando hasta el final de sus días.






Por su parte, Adolphe Menjou fue un actor secundario de buenas performances. Sus comienzos se imprimen desde el cine mudo logrando buenas asociaciones con estrellas del momento, pero desvaneciéndose un poco con la llegada del cine hablado. Es con su intervención en Marruecos que vuelve a lograr notoriedad, teniendo una carrera denotada por las siguientes tres décadas. Entre otros participantes encontramos a Theresa Harris, una prolífica actriz en papeles secundarios que debido a cuestiones raciales a veces no era acreditada en su trabajo y que no pudo conseguir mejores roles por los estereotipos que manejaba Hollywood.






Marruecos es una película clásica del héroe, la femme fatale y el villano, si bien ninguno de ellos se mantiene como los estereotipos conocidos. Esto se logra por el factor de los dos actores principales, tanto Dietrich como Cooper imprimen una vitalidad y un misterio en sus roles que hacen muy válido los actos de sus personajes y sus intenciones. Otro gran punto a favor de la película es la dirección de Von Sternberg, quien tiene bastante detalle en el tratamiento de Dietrich con su juego de luces y sombras que favorecen todas sus producciones. Se habla mucho de la mala relación del director y el actor, ya que para el director austriaco este debe ser un conducto más de su actriz fetiche. A remarcar la escena mítica de Dietrich vestida en smoking con sombrero de copa besando a otra actriz y ampliando su leyenda al lesbianismo.






Datos.

Título Original: Morocco
Dirección: Josef von Sternberg
Año: 1930
País: Estados Unidos
Intérpretes: Gary Cooper, Marlene Dietrich, Adolphe Menjou, Ullrich Haupt, Francis McDonald, Eve Southern, Paul Porcasi, Emil Chautard, Juliette Compton, Albert Conti, Thomas A. Curran
Duración: 91 min.




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