MARRUECOS
Intro.
El amor te
pide sacrificios, pero el amor también te pide individualidad. Entre tu mirada
confundida tratando de descubrir a alguien real y tu mirada confundida tratando
de sobrevivir en el mundo, la vida humana se mantiene distante, solitaria e
infinita. Y quisieras que en la arena se escribiera tu destino para no tener
que decidir. Arena en tu memoria. Arena en tu mente.
Cuerpo.
La expectativa
por la vuelta de Josef von Sternberg a Estados Unidos era total. El gran
director de origen austriaco había hecho un grupo interesante de filmes mudos
en Hollywood pero su aproximación al cine hablado con Thunderbolt (1929) lo
sepultaría. Aceptando hacer una película en Alemania, Von Sternberg descubriría
a Marlene Dietrich en El Ángel Azul (1930). Lo demás es historia. El regreso
del mentor era expectante, en gran medida porque se esperaba también a la diva
alemana y su llegada a Estados Unidos para producir una película para Paramount
Pictures. Inclusive la llegada de Dietrich fue tomada como un evento de
proporciones anecdóticas. Von Sternberg la esperaba lleno de regalos, entre
ellos un flamante Rolls-Royce Phantom II.
La primera
incursión en el cine americano sería a través de Marruecos, basada en la novela
de Benno Vigny llamada Amy Jolly (1927). La adaptación sería hecha por Jules
Furthman, un prolífico guionista que tuvo varias asociaciones con Von
Sternberg. La película muestra la relación entre una mujer de cabaret, Amy
Jolly, y un soldado de la legión extranjera, Tom Brown. Como siempre en la
mayoría de estos casos, el americano es presentado como el rebelde, desafiante
pero a la vez sacrificado y heroico, algo que era muy popular en los años
veinte y treinta. Para cerrar el triángulo amoroso se nos presenta a Kennington
La Bessière, magnate que busca
comprar los amores de Amy. Para ello la diva alemana compartirá roles con Gary
Cooper y Adolphe Menjou.
Hablar de Marlene Dietrich es hablar de cine en sí. La actriz
alemana se ha vuelto un ícono en todo la extensión de la palabra, siendo
reconocida en diversos medios artísticos, así como la moda y diferentes
movimientos sociales que utilizaban su imagen como representación. Su
descubrimiento en 1930 por parte de Von Sternberg hizo de El Ángel Azul una
película totalmente mítica, abriéndole las puertas a Hollywood y al mundo. Dietrich
es una de las actrices más completas, uno de los rostros más llamativos de la
pantalla y un ser humano comprometido con lo social y lo artístico. Su actuación
en Marruecos fue en cierta manera una contraposición de Lola Lola de El Ángel
Azul pero era la demostración del ser heroico que tanto ama Hollywood y que le
daría mayores roles en Estados Unidos, pero no sin críticas ni rumores.
Su contraparte masculina es el gran Gary Cooper. El actor
estadounidense es uno de los rostros más conocidos dentro del cine de su país y
para estas alturas ya se había convertido en uno de los actores más importantes
del medio. Surgiendo en roles secundarios, Cooper se tranformaría en una de las
figuras del western en su etapa muda y al comienzo del cine hablado en uno de
sus principales héroes. Es por ello que es tomado en cuenta por Von Sternberg.
El estilo único de Cooper permitía que se sobrepusiera su personaje dándole siempre
un toque natural e imprimiéndole algo del mismo Gary Cooper en sus roles. Cooper
se mantendría en la cumbre por casi toda su carrera actuando hasta el final de
sus días.
Por su parte, Adolphe Menjou fue un actor secundario de buenas
performances. Sus comienzos se imprimen desde el cine mudo logrando buenas
asociaciones con estrellas del momento, pero desvaneciéndose un poco con la
llegada del cine hablado. Es con su intervención en Marruecos que vuelve a
lograr notoriedad, teniendo una carrera denotada por las siguientes tres
décadas. Entre otros participantes encontramos a Theresa Harris, una prolífica
actriz en papeles secundarios que debido a cuestiones raciales a veces no era
acreditada en su trabajo y que no pudo conseguir mejores roles por los
estereotipos que manejaba Hollywood.
Marruecos es una película clásica del héroe, la femme fatale
y el villano, si bien ninguno de ellos se mantiene como los estereotipos
conocidos. Esto se logra por el factor de los dos actores principales, tanto
Dietrich como Cooper imprimen una vitalidad y un misterio en sus roles que
hacen muy válido los actos de sus personajes y sus intenciones. Otro gran punto
a favor de la película es la dirección de Von Sternberg, quien tiene bastante
detalle en el tratamiento de Dietrich con su juego de luces y sombras que
favorecen todas sus producciones. Se habla mucho de la mala relación del
director y el actor, ya que para el director austriaco este debe ser un
conducto más de su actriz fetiche. A remarcar la escena mítica de Dietrich
vestida en smoking con sombrero de copa besando a otra actriz y ampliando su
leyenda al lesbianismo.
Datos.
Título
Original: Morocco
Dirección: Josef
von Sternberg
Año: 1930
País: Estados
Unidos
Intérpretes: Gary
Cooper, Marlene Dietrich, Adolphe Menjou, Ullrich Haupt, Francis McDonald, Eve
Southern, Paul Porcasi, Emil Chautard, Juliette Compton, Albert Conti, Thomas
A. Curran
Duración: 91 min.
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