Intro.
Los sonidos
armónicos que nos persiguen dibujan frente a nosotros panoramas de riqueza y
abundancia. Tan solo dejarnos llevar por la música nos propone alternativas no
antes exploradas en donde el tiempo parece detenerse y nada cambia. Aquello que
nos sensibiliza al extremo no nos permite reconocer cómo envejecemos y cómo los
lugares sagrados se transforman en arena.
Cuerpo.
Satyajit Ray
introdujo el cine de la India al mundo con La Canción del Camino en 1959. La
primera película de su trilogía de Apu sería un despertar importante para el
director quien, gracias al apoyo de ciertos directores, sobre todo Jean Renoir,
podría tener un mejor entendimiento de la industria y el filme sería
galardoneado múltiples veces en diferentes convenciones. Un año después crearía
su segunda parte, Aparajito, y si bien sería muy laureada por los críticos no
sería un éxito comercial como la primera parte, para lo cual Ray tuvo que
recurrir a otros filmes para poder compensar los gastos. Esto lo llevaría a crear
dos películas en 1958, la comedia La Piedra Filosofal y el drama El Salón de
Música.
Basado en el
cuento del aclamado escritor Tarasankar Bandyopadhyay, El Salón de Música nos
muestra los últimos días y la reminiscencia de la vida de Biswambhar Roy, un
hombre poderoso y amante de la música que protege su prestigio por sobre todas
las cosas. Para este rol se contó con Chhabi Biswas. Sus éxitos a mediados de
los años treinta lo catapultaron al estrellato, pero lo encasillaría en el rol
que mejor supo desarrollar: el de patriarca.
Es así como de alguna forma sería ideal para la película y esto le
llevaría a colaborar en dos filmes más con Ray.
El Salón de
Música sería una producción algo compleja. Ray introduce por primera vez de
manera extensa e importante la música bengalí. Para ello se asociaría con
Vilayat Khan, un músico clásico de sitar. El compositor propuso diferentes
artistas para que sean parte del filme, algunos muy populares en la cultura
india, tanto en la danza como en la música. Encontrar las locaciones necesarias
para filmar se convirtió también en un problema pues se necesitaba un palacio
ideal para sus propósitos. Las coincidencias le favorecerían y Ray lograría su
cometido, aunque por razones de majestuosidad tuvo que recrear el salón de
música en un estudio.
El Salón de
Música no lograría el objetivo de Ray en cuanto a un resurgimiento comercial e
incluso el público no la tendría a bien vista a pesar de ganar un premio
importante en su país. La película se mostraría algo desaparecida, siendo en
parte eclipsada por la Trilogía de Apu, pero el tiempo le daría la razón a
Satyajit Ray. El detalle, el factor costumbrista y las representaciones
artísticas convertirían al filme en uno de los más importantes de su país y en
el cine mundial. Es necesario entender que en cuanto a las películas de la India
el retraso era considerable al momento de ser estrenadas en los mercados de
Europa y Estados Unidos. Su reconocimiento sería posterior ya que la película solamente estaría al alcance de un grupo seleccionado de críticos y realizadores. Por
mencionar un caso, el éxito en Francia sería en 1981 cuando se
estrenara por primera vez, teniendo un record de ventas para una película de la
India en el país galo.
Datos.
Dirección: Satyajit Ray
Año: 1958
País: India
Intérpretes: Chhabi Biswas, Padma Devi, Pinaki Sen Gupta, Gangapada Bose, Tulsi Lahiri, Kali Sarkar, Ustad Waheed Khan, Roshan Kumari, Begun Akhtar
Duración: 95 min.
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