LA COMISARIA
Intro.
Muchas
veces nos dicen que no pertenecemos. Nos dicen que nuestro hogar es ficticio,
que no importa donde intentemos crear raíces, no perdurara. Y no podemos más
que pensar que están equivocados. Porque debemos poder tener raíces, debemos
poder crecer en cualquier tierra, debemos poder ser y existir sin ninguna
restricción. Ello es libertad y mientras la entendamos podemos crecer en
cualquier lugar del mundo.
Cuerpo.
La Comisaria
de Alexander Askoldov es una tragedia en todo el sentido de la palabra. El
director soviético había surgido paulatinamente a través de estudios realizados
desde joven, en donde fue aprendiendo la técnica y tuvo un rol como actor. Todo
el proceso lo llevaría a la realización de La Comisaria en 1967, su primera y
última película como director. El filme sería tomado como un proyecto anticomunista,
que buscaba quebrantar el espíritu del régimen, siendo prohibida durante 20
años. Askoldov fue despedido de su puesto, no permitiéndole volver a dirigir
nunca más. Fue también echado del partido comunista y exiliado de Moscú. Los
actores del filme tuvieron que interceder por él para que su destino no fuera
aún peor.
La Comisaria
cuenta con dos actores principales muy importantes: Nonna Mordyukova y Rolan
Bykov. Mordyukova era una favorita del pueblo. Sus dotes actorales le
permitieron trabajar junto a los directores y actores soviéticos más
renombrados de su época. Sus interpretaciones, sobre todo de personajes
campesinos y del pueblo lograron cautivar al público soviético, viendo en ella
a una actriz nata y cuyo porte no era superficial como el de las típicas divas
del séptimo arte. Nonna, llamada cariñosamente pues su nombre real era
Noyabrina, tuvo la oportunidad de ser dirigida por Gerassimov, Pudovkin (en su
última película), Chukhrai, Konchalovsky, Mikhalkov, entre otros. Su papel más
memorable y el cual más amo sería el de Klavdia Vavilova en La Comisaria. Este
rol terminaría en un conflicto de amor y odio con Askoldov, debido a su
admiración ante la sensibilidad del director pero su poca entrega para defender
su filme y sus ideales, que se vería perdido por oposición del régimen.
Por su parte,
Rolan Bykov fue un multifacético artista, desde actor, escritor, poeta y
compositor, siendo también un favorito del pueblo por sus interpretaciones de
personas sencillas pero con un talento descoyante. Ganaría múltiples
reconocimientos dentro de la Unión Soviética como Artista Honrado de Rusia y
Artista de la Gente en Rusia, entre tantos otros. Bykov también intercedió por
Askoldov en su momento más álgido y debido a su influencia, al igual que la de
Mordyukova, pudieron apoyar de alguna forma al director soviético, pero la
película, al igual que muchas que el gobierno confiscó, fue simplemente archivada
por dos décadas. A Askoldov se le dijo que toda copia había sido quemada.
La Comisaria
nos plantea una situación inusual. Tomada de un cuento de Vasily Grossman,
Askoldov recrea una película antibélica que construye las relaciones entre dos
pueblos diferentes: uno sumido ante ciertas decisiones y otro que combate sus
decisiones con otro frente. Las relaciones son notorias hasta que debido a
ciertas circunstancias estos dos tipos de personas se involucran y los roles se
confunden y se trastoca el tema de imágenes paralelas, aunque esto es más una
ilusión que una realidad. Si bien Askoldov no busca crear temas concretos, hay
líneas de pensamiento subyacente que intentan demostrar lo absurdo de la
guerra, la necesidad de subyugar a una raza y el porqué un pensamiento político
radical es simplemente ineficaz. Askoldov tiene una sensibilidad medida para
las escenas, apoyándose en Mordyukova (a la cual había elegido antes de
contratarla) y edificando su legado, una película que en su estreno ganaría el
Oso de Plata en el Festival de Berlín de 1988, entre otros galardones.
Datos.
Título
Original: Komissar
Dirección: Alexander
Askoldov
Año: 1967
País: Unión
Soviética
Intérpretes: Nonna
Mordyukova, Rolan Bykov, Lyudmila Volynskaya, Vasily Shukshin, Raisa
Nedashkovskaya, Lyubov Kats, Pavel Lebin, Dmitri Kleyman, Marta Bratkova
Duración: 110
min.
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