LA
HUELGA
Intro.
La lucha del
trabajador es constante. La necesidad de llevar el pan a la casa y poder
mantener a una familia se hace cada vez más angustiante. ¿Qué se puede pedir
del hombre que trabaja y su esfuerzo es equivalente a unas ridículas monedas?
¿Cómo puede ese hombre levantarse del fango?
Cuerpo.
El
experimental Sergei Eisenstein fue un teórico del cine y buscó impulsar sus
tratamientos sobre el montaje y el cine en cada una de sus entregas. La
magnificencia de Eisenstein a través de filmes como El Acorozado Potemkin,
Alexander Nevsky o las dos partes de Iván el Terrible son solamente ejemplos de
un gran director exaltando el sétimo arte, al mismo tiempo que debía combatir
con las rigurosidades de la política soviética de esos tiempos. La Huelga es el
comienzo de sus largometrajes y el difícil camino de sobrellevar la censura en
su país, al mismo tiempo que creaba obras irrepetibles e influyentes.
En su
juventud, Eisenstein tendría diversas influencias, sobre todo del teatro y de
la cultura japonesa. El director soviético utiliza todas estas formas
artísticas para poder incursionar en el ambiente fílmico de su país y para
demostrar ciertas teorías, que para ese tiempo escribía como ensayos en algunas
publicaciones. Envuelto en el teatro, su primer intento en el cine sería el
cortometraje El Diario de Glumov, de 1923, marcando su transición del cine al
teatro. A partir de ello también comenzaría su asociación con diferentes
personalidades del cine soviético y una mayor comprensión con las autoridades.
Debido a la
asociación del cine soviético con la propaganda política, los directores
componían sus obras a partir de los lindes revolucionarios y valiéndose de ello,
Eisenstein lograría su propio estilo, al aplicar sus teorías y “cumplir” con el
deseo de mostrar una Unión Soviética unida a través del proletariado. 1925
sería un año especial para el realizador, ya que no solamente sería la
presentación de su primer largometraje, sino también los que muchos consideran
su obra maestra, El Acorazado Potemkin. Dos años después crearía Octubre y su
reconocimiento internacional no se haría esperar.
La Huelga nos
presenta la lucha del trabajador contra los poderes que lo suprimen. No faltó
de problemáticas, la obra quería mostrar una serie de filmes sobre el
proletariado, pero quedaría en una sola entrega. El filme estaría dividido en
seis partes en donde rápidamente se nos muestra las condiciones laborales en
una fábrica, lo que llevará a la huelga de los bolcheviques y su consiguiente
supresión. Una de las primeras reglas que Eisenstein imprimiría sería mostrar
al grupo y no al individuo, promoviendo de esta manera la idea del proletariado
y creando una imagen universal sobre la situación del obrero.
En La Huelga
también veremos sus ideas de montaje, en donde utiliza imágenes diferenciadas
pero asociadas según la situación, algo que también comienza a trabajar en la
edición. Imágenes de animales, objetos resaltados según los momentos y un uso
particular de la velocidad de las tomas cuando se trata del incendio o de la lucha
final. La visión de Eisenstein sería aprobada y recompensada con la creación de
su siguiente proyecto, lo cual le permitiría la mayor exposición de sus ideas
del montaje, vanagloriadas y reconocidas por los grandes creadores y críticos
del sétimo arte. Mediados de los años veinte es un momento clave para el cine
soviético. La represión permitió a los creadores a buscar maneras de presentar
sus obras sabiendo luchar con una situación política complicada, pero al final
terminaría costándoles su libertad o sus diferentes expresiones artísticas.
Eisenstein, Dziga Vertov, Alexander Dovzhenko, Vsevolod Pudovkin, Yakov
Protazanov, entre otros, fueron sus grandes representantes pero en muchos casos
las obras terminarían cortadas, mutiladas o censuradas, lo cual llevaría muchos años antes del reconocimiento internacional.
Datos.
Título
Original: Stachka
Dirección: Sergei
Eisenstein
Año: 1925
País: Unión
Soviética
Intérpretes:
Maksim Shtraukh, Grigori Aleksandrov, Mikhail Gomorov, I. Ivanov, Ivan
Klyukvin, Aleksandr Antonov, Yudif Glizer
Duración: 82
min.