martes, 1 de agosto de 2017


CORAZÓN OLVIDADO




Intro.

Una tormenta entre el amor de dos personas. Una tormenta y una carta. Los caminos a elegir siempre son confusos y totalmente complejos… la humanidad decide su destino simplemente entre el silencio y la niebla.





Cuerpo.

Erich von Stroheim comenzaría su periplo en el cine siendo un actor de reparto para el gran director americano D. W. Griffith. Su insistencia y necesidad por ser parte creativa de este nuevo medio lo llevó a ser uno de los asistentes de dirección en la descomunal Intolerancia del mismo director. La idea de Stroheim era hacerse un mundo en el cine a partir de la creación de obras que tuvieran que ver tanto con la dirección así como con el guion y la producción. Después de casi una década alternando sobre todo como actor secundario, von Stroheim encontraría su oportunidad en 1919, dirigiendo su primera película, Corazón olvidado.




Llamada también Esposos ciegos (traducción literal del título en inglés), Corazón olvidado es la ambiciosa propuesta de von Stroheim quien es el director, guionista, productor y protagonista de este drama de enredos amorosos. Von Stroheim (quien sería conocido bajo el apelativo de “el hombre que adoras odiar”) interpreta al conocido exótico extranjero en busca de aventuras con damas casadas. Si bien este arquetipo de personaje sería una firma muy personal del director austriaco, esta es su primera entrega y vemos a un von Stroheim joven y cuya arrogancia en el filme aún no tiene ese poder que podrá imprimir en futuras obras. Sí nos encontramos con un director perfeccionista, que desde un primer momento demostrará cierto despotismo en el trato con sus actores.




El filme está rodeado de actores muy recurrentes en el cine mudo pero no tan destacados. Aunque entre ellos podemos destacar la presencia de Gibson Gowland, un actor recurrente de reparto y cuyo único rol estelar sería el del clásico Avaricia, la obra maestra de von Stroheim. Sam de Grasse, conocido villano del cine mudo, y Francelia Billington, quien tendría gran participación del cine silente pero cuya última gran obra sería esta película de von Stroheim, son lo más destacado del reparto. Esta actriz también se destacaría por ser una gran camarógrafa.




Basado en cierto código de moralidad, von Stroheim suele presentar sus dramas conyugales bajo la idea de la tentación y el pecado (o un supuesto pecado, en su defecto), para después demostrar la rectitud del ser humano en cuanto a reconocer sus errores y volver a la felicidad del matrimonio. Lo destacado de estas obras no solamente es el tema sino la configuración del personaje antagonista, que al ser interpretado por el mismo director, deben conllevar una fuerza peculiar. Tanto en esta, como en Esposas frívolas y su interrumpida El carrusel de la vida, la atracción no es solamente el juego de tentación sino también el descubrimiento de relaciones sentimentales sosas e ineficientes, lo que permite así una explicación casi racional de las decisiones erróneas de los personajes principales.




Pero esto es el comienzo de lo que será el maestro von Stroheim. Su bien podemos ver bosquejos de su refinada técnica, lo que más podemos resaltar es el uso de la temática, los simbolismos, los estereotipos como interesantes fórmulas de presentación, la seducción y el coraje de los personajes para aceptar y combatir los cambios. Faltarían todavía algunos años para depurar su genio, así como su conocida arrogancia y su lucha titánica con el productor Irving Thalberg, pero von Stroheim ya estaba cimentando su nombre en Hollywood, lo que lo convertiría en uno de los grandes directores del cine mudo.





Datos.

Título Original: Blind Husbands
Dirección: Erich von Stroheim
Año: 1919
País: Estados Unidos
Intérpretes: Erich von Stroheim, Sam de Grasse, Francelia Billington, Gibson Gowland, Fay Holderness, Ruby Kendrick, Valerie Germonprez, Jack Perrin, Richard Cummings, Louis Fitzroy, William de Vaull
Duración: 91 min.


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