EL
PUENTE SOBRE EL RÍO KWAI (II)
Intro.
La fuerza e
inteligencia de los números puede construir caminos de cambio pero también
caminos del mal. ¿Estamos por encima del arte cuando las obras no pueden ser
utilizadas como un constructo moral? Silbamos alegremente mientras caminamos
hacia nuestra ruina pero en algunas mentes todo se trata de invadir, dividir y
destruir hasta el punto de perder todo sentido de cuál era la idea inicial de
nuestras huellas en la arena.
Cuerpo.
El
reparto lo completan formidables actores británicos como Jack Hawkins, James
Donald, André Morell, Peter Williams, entre otros. La adición de William Holden
sería un hecho diferente al libro, ya que no había soldados americanos en la
obra. Holden fue una decisión comercial, estaba en todo su auge y era uno de
los actores americanos más populares de su tiempo. Ganaría el Oscar por Stalag
17 en 1953, para un año después estar en Sabrina y su conocido romance con
Audrey Hepburn, posteriormente otros dramas románticos lo pusieron en una lista
exclusiva. Su incorporación fue muy llamativa ya que cobraría 300 mil dólares
más el 10% de lo recaudado. A destacar también la actuación de Sessue Hayakawa.
El actor japonés se destacó en su país desde la etapa muda y alcanzaría
popularidad en La Marca (1915), una de las grandes películas mudas de Cecil B.
DeMille. Esto lo llevaría a muchas más producciones y a crear su propia
compañía.
Filmar
en Sri Lanka llevó a muchos problemas técnicos y retrasos. Los altos costos y
la logística del lugar conllevaron a tener que someterse a muchos cambios. La
idea principal del filme era la construcción y posterior destrucción de un
puente, el cual no tendría mayor uso que para la película, algo que muchos
turistas después no midieron sobre este aspecto. Para ello se debió solicitar
permisos haciendo de toda la escena de destrucción algo muy anticipado, tanto
así que para el suceso asistió el primer ministro del país y varios
funcionarios del gobierno. La escena no salió bien y tuvieron que detenerla,
arreglando los daños cuando el ferrocarril terminó estrellado. Se tendría que
filmar al día siguiente sin mayores consecuencias.
La
película, al igual que el libro, no busca ser una visión fidedigna al hecho
ocurrido. Pero debido a su popularidad muchas interpretaciones se hicieron
evidentes, entendiendo después cual era el cometido de la producción. La
película no estaría exenta de críticas, como el hecho ya mencionado de ser
considerada como antibritánica a partir de un personaje que pierde la noción de
la realidad al tratar de insistir en su idea, así como también la crítica por
parte de los japoneses, quienes no vieron con buenos ojos la imagen de los
ingenieros que en apariencia son incapaces y muy por debajo que los ingenieros
británicos. El filme sería popular también por su tema principal, imitado
tantas veces, el silbido de los soldados al momento de marchar, creado por el
experto George Siegatz.
El
Puente sobre el Río Kwai es una de mas más grandes películas del mundo del
cine. No solamente sería la película mejor remunerada de 1957 y una de las más
populares, sino que tendría toda la majestuosidad de producciones de gran
escala cuando el dinero es bien empleado y todas las partes artísticas cumplen
con su cometido. La visión de Lean apoyado en sus colaboradores para llevar a
buen puerto este proyecto es solo la demostración de lo que el genio inglés
haría después con epopeyas como el Dr. Zhivago y Lawrence de Arabia. Es notorio
visualizar su comprensión sobre la geografía, cómo utilizarla a su favor y
mantener una dinámica en entregas que sobrepasan el tiempo normal de una
película salida de Hollywood. Lean en ese aspecto es un constructor que
mantiene los conceptos de sus previas películas pero que logra expandir a
detalle historias bien narradas y de una fuerza visual única.
Datos.
Título
Original: The Bridge on the River Kwai
Dirección: David
Lean
Año: 1957
País: Reino
Unido/Estados Unidos
Intérpretes:
William Holden, Alec Guinness, Jack Hawkins, Sessue Hayakawa, James Donald,
André Morell, Peter Williams, John Boxer, Percy Herbert, Harold Goodwin, Henry
Okawa, Keiichiro Katsumoto, M. R. B. Chakrabandhu, Geoffrey Horne
Duración: 161 min.