domingo, 16 de noviembre de 2025

 
CREPÚSCULO EN TOKIO
 


Intro.
 
La tragedia como parte de nuestra vida es un acto inesperado de poesía. No entendemos como humanos el propósito, pero vemos sus ramificaciones en cada posterior movimiento. No comprendemos. Pero el drama de la vida tiene este aspecto de tragedia esperando la siguiente escena de una vida familiar sin muchos rasgos de alma.







Cuerpo.
 
Dentro de los grandes dramas de Ozu y debido a su gran filmografía, existen algunas de sus obras que se quedan algo eclipsadas ya que no tienen el renombre de sus más conocidas entregas. Algo parecido sucede con Mizoguchi, pero ello se debe porque ambos parten del cine mudo, concentrándose en el poder de sus dramas y muchas de estas obras se han perdido. Por otro lado y con la apreciación general por su obra, se han ido encontrando algunas de sus películas y completando así un mejor panorama de su cuerpo de trabajo. Ozu comenzó su periplo como director en 1927, pero su obra más reciente que se tiene es de 1929, e incluso hay obras de 1936 que todavía se encuentran perdidas. Debido a estas perdidas, Ozu solo sería reconocido por sus obras posteriores, que tendrían una mejor exposición gracias a su reconocimiento por parte de directores europeos.





La trilogía más reconocida de Ozu, Primavera tardía (1949), Principios de verano (1951) y Cuentos de Tokio (1953), tienen una similitud con respecto al Crepúsculo en Tokio. Todas cuentan con el mismo núcleo en sus personajes, un calmado y sobrio Chishu Ryu, y la siempre funcional y sublime Setsuko Hara. Esa fórmula es muy llamativa ya que estos dos actores y Ozu crean sus momentos más sublimes juntos, tanto así fue la retroalimentación con la actriz que ante la muerte del director, Hara decide retirarse de la actuación.





Como un gran ejemplo de los dramas familiares de Ozu, Crepúsculo en Tokio nos presenta una fórmula más drástica que los más conocidas dramas de Ozu. Se presenta de la misma manera en la cual el conflicto generacional está latente, pero esta vez es un cambio de imagen no con respecto a la incomprensión de ambas partes debido a las diferencias de costumbres, sino a sus desaciertos sociales y las terribles repercusiones al respecto. Aún así, Ozu nos deja con su inimitable aprendizaje al final de la película, reconociendo una vez más como los seres humanos deben adaptarse a ciertas situaciones sin importar sus propias decisiones, sino lo que es políticamente correcto.





Crepúsculo en Tokio sería la última entrega en blanco y negro por parte de Ozu. Con el cambio de década y la poca exposición del filme, muchos críticos encuentran este producto como una bocanada de aire fresco en la filmografía de Ozu, pero también es una de sus muestras más sombrías y deprimentes. Ozu no se molesta en recurrir a la crudeza de la realidad para remover la conciencia de sus personajes y no pide disculpas por cómo estos reforman su manera de pensar, no porque sus principios lo requieran, sino porque es lo correcto a ser, sin importar si son felices o no.





Datos.
 
Título Original: Tokyo Boshoku
Dirección: Yasujiro Ozu
Año: 1957
País: Japón
Intérpretes: Ineko Arima, Setsuko Hara, Chishu Ryu, Isuzu Yamada, Haruko Sugimura, Nobuo Nakamura, Kamatari Fujiwara, Kinzo Shin, Teiji Takahashi, So Yamamura, Seiji Miyaguchi, Tsusai Sugawara
Duración: 140 min.

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