jueves, 23 de diciembre de 2010



SAMURAI I

 



Intro.

La leyenda de un hombre se inscribe en su pasado. En esos pasos torpes y lentos la piedra no demuestra sus cambios y sus futuras líneas. Como un animal desbocado corta el viento y las letras sin advertir las enseñanzas del hombre y de la naturaleza. Pero como un ser en crecimiento llegará el momento en que empiece a escuchar todos los sonidos y que empiece a comprender todos los momentos. El nacimiento de un hombre se erige ante nosotros y su presente es ahora aparecer ante todos sus antepasados.









Cuerpo.

Miyamoto Musashi fue un guerrero samurai de técnica original y que ha quedado en la historia como uno de los más grandes samurai de todos los tiempos. Nació en 1584, llegando a ser un gran guerrero a temprana edad y siendo reconocido bajo diferentes nombres como Shinmen Takezo, Miyamoto Bennosuke, o por su nombre budista Niten Doraku. Musashi sería fundador del estilo Niten-ryu para el uso de la espada y sería el autor de El Libro de los Cinco Anillos sobre la estrategia, tácticas y filosofía de la lucha que aún se estudia en nuestros tiempos. Musashi se convertiría en una leyenda y un ejemplo en el arte de ser samurai, su legado en diferentes artes, su disciplina y enseñanzas en los diferentes libros que escribió son parte de una vida dedicada que acabaría extrañamente en 1645 de una enfermedad a los 62 años, cuando la mayoría de los samurai morían en duelo sin llegar a la vejez.






La relación de Hiroshi Inagaki con el cine empezó a temprana edad como actor. Rápidamente se convirtió en director teniendo en la etapa de los años cincuenta sus producciones más gloriosas. Un especialista en películas de época, Inagaki quedaría algo estereotipado no pudiendo redimir previos éxitos. Aún así, el cine de Inagaki sería muy apreciado por posteriores generaciones siendo reconocido como parte del desarrollo del cine japonés. Es así como conserva un lugar importante dentro del cine de su país, siendo junto a Kurosawa los predilectos de la compañía Toho en su época más esplendorosa.

 
 

Samurai I es parte de La Trilogía del Samurai, aclamada como una de las grandes trilogías de todos los tiempos. La película está basada en la novela Musashi de Eiji Yoshikawa, uno de los más grandes novelistas históricos de todos los tiempos. En la actuación encontramos al actor símbolo de Japón, el gran Toshiro Mifune. Hablar de Mifune y de todo aquello que imprime a sus personajes es hablar de genialidad. Un actor marcado por su colaboración con Akira Kurosawa y su decisiva intervención en la ruptura del cine de su país al mundo, Mifune demuestra ser un artista completo reinventando más allá del guión los papeles que le ha tocado ensayar. Mifune es y será siempre el actor más grande de Japón, así como un icono trascendental dentro del séptimo arte.

 
 

La primera parte de la trilogía se llevaría el Oscar a Mejor Película Extranjera en 1955. La película narra los primeros retazos de un guerrero antes de convertirse en un maestro samurai, comenzando con su intervención en la batalla de Sekigahara en 1600. Notablemente Inagaki y Mifune nos muestran un ser bastante pasional en una transformación calculada. El desarrollo de un personaje en la extensión de tres películas es controlada con maestría. El apoyo de esta extensión permitió que la colaboración del director y el actor nos den el fruto de un ser de bruscos bosquejos a un maestro de un arte milenaria. En esta primera película, nos encontramos con este primer paso del guerrero abandonando sus instintos más primarios y tratando de controlar un arte que apenas comprende. Este tipo de película de aventuras, así como la inserción del tema romántico, mantiene un buen ritmo en cuanto a producciones a grandes escalas, dejándonos con las expectativas de lo que serán sus dos posteriores entregas.

 

Datos.

Título Original: Miyamoto Musashi
Dirección: Hiroshi Inagaki
Año: 1954
País: Japón
Intérpretes: Toshiro Mifune, Rentaro Mikuni, Kuroemon Onoe, Kaoru Yachigusa, Mariko Okada, Mitsuko Mito, Eiko Miyoshi, Akihiko Hirata, Kusuo Abe, Eitaro Ozawa, Akira Tani
Duración: 93 min.

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