martes, 19 de abril de 2011


EL JOROBADO DE NOTRE DAME





Intro.

La vida te ha convertido en un ser indescriptible. Para todos los espejos y todas las críticas te has convertido en el monstruo que todo el mundo desea evitar. Y tú eres todo el mundo evitando a todo el mundo. Tu fortaleza es parte de tu propia desgracia envuelta por la naturaleza: eres un simple servidor que cada persona puede aplaudir pero que nadie espera conocer, menos aún ser. Aún así en tu extraordinario rostro se oculta la verdadera magnificencia de alguien con mil rostros reinterpretando una vez más a un ser recluido por la sociedad.






Cuerpo.

La leyenda de Lon Chaney está reforzada por el carisma, esfuerzo y dedicación de un actor que creyó en el medio y en sus posibilidades para transformarse en uno de los más influyentes intérpretes del terror así como uno de los pioneros en cuanto a maquillaje y a efectos especiales. Bajo el apelativo de “El Hombre de los Mil Rostros”, Chaney tuvo que sobrellevar una niñez con dos padres sordomudos, logrando hacer de esto una muy especial manera de acercarse a sus personajes. Toda una institución dentro de su rango, Chaney se mantendría trabajando hasta sus últimos días cuando en la filmación de Tormenta contraería neumonía que terminaría en cáncer pulmonar. Chaney moriría el 26 de agosto de 1930 a los 47 años.





Wallace Worsley fue un actor y rápidamente director en la era muda. Worsley dirigiría veintinueve películas, de las cuales siete las haría con Lon Chaney. Su carrera estuvo marcada en la etapa muda siendo su última película realizada en 1928. Lon Chaney tendría mucho aprecio por el director con el cual llegó a tener dos películas bastante populares, como son El Hombre sin Piernas (1920) y El Jorobado de Notre Dame (1923). Esta última se convertiría en la película muda más exitosa para los estudios Universal recaudando alrededor de tres millones de dólares. Para Chaney se convertiría una de sus películas más emblemáticas, junto a El Fantasma de la Ópera, traduciendo no solo así su impecable capacidad de dotar de humanidad a sus “monstruos”, sino también demostraría su capacidad como un artista del maquillaje.





El Jorobado de Notre Dame es una mezcla de la grotesca e interesante personalidad de un ser ajeno a todo su entorno. Chaney decía que uno de sus objetivos era dotar de sensibilidad a seres que supuestamente no lo tenían. Y en realidad su capacidad de actor se superpone a muchas contrariedades. Ser un pionero experimental del maquillaje también conllevaría a horas de larga preparación así como el uso de pesado material. Chaney tendría futuras dolencias debido a sus técnicas y tendrían que mantenerse horas sin comer, y a veces beber, para mantener el maquillaje intacto. Estas caracterizaciones únicas llegaban acompañadas de un tratamiento especial, en el caso de El Jorobado, se une la creación de monumentales escenarios para colocarnos en el siglo XV y el tratamiento de los personajes. La novela de Victor Hugo es una fuente a explotar y entendiendo la animosidad del público por las películas de terror, cuyo punto culminante llegaría en los años treinta, era comprensible que Chaney se convertiría en una estrella. La ideología de un “monstruo” con mayor humanidad que la gente que consideramos normal impondría una forma de ver las creaciones de Chaney. En muchos casos, el monstruo no es tal o en su defecto, su monstruosidad no es parte del daño creado sobre él por la humanidad. El Jorobado de Notre Dame se convertiría en un monstruo clásico, llegando a ser parte de la tradición que incluye a El Fantasma de la Ópera, Frankenstein, Drácula, La Momia, El Hombre Lobo (interpretado por el hijo de Chaney), entre tantos otros.




Datos.

Título Original: The Hunchback of Notre Dame
Dirección: Wallace Worsley
Año: 1923
País: Estados Unidos
Intérpretes: Lon Chaney Sr, Patsy Ruth Miller, Norman Kerry, Nigel de Brulier, Brandon Hurst, Kate Lester, Winifred Bryson, Ernest Torrence, Tully Marshall, Harry von Meter
Duración: 100 min.

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