lunes, 3 de marzo de 2014


LOS 7 SAMURAI (I)




Intro.

Y fueron siete. Como un número que se mantiene en la memoria, fueron siete. El viento sopla afuera mientras tres personajes reconstruyen la historia de lo que sería una constitución sin precedentes. En sus mentes y en su trabajo hay tantos motivos, tantas preguntas formuladas, transformadas en respuestas de un tiempo avocado a otro tiempo. Y somos tan vanos en cuanto a las preparaciones y las construcciones, somos tan vanos cuando no podemos ver todo aquello que surge detrás de los personajes que crean las historias. Podemos compartir una opinión, pero no podemos permanecer encerrados sometiéndonos a los diferentes exámenes de la creatividad.

Y son siete. Ahora cumplida tu edad de distinción, puedes entender como afecta este número a tu persona y cuantas veces se han abatido las espadas. Los espacios, las palabras, los rostros reconocidos. Todo ello forma parte de un inicio, en donde dos hombres salen de una habitación creyendo construir algo después de sus propias muertes. Todo ello estructurado a partir de un pasado, de un contexto y de un motivo. Cuando quieres que aparezca la lluvia debes de crearla. Cuando quieres que aparezca nieve debes producirla. Cuando quieres siete personajes que se mueven en las sombras debes saber que son tuyos y son propios, y después de todo ello solamente quedará el pasado, el presente y el futuro.

Y serán siete…






Cuerpo.

No hay manera de encerrar todo el significado de Los 7 Samurai. No solamente es la producción japonesa más conocida mundialmente. No solamente es una de las mejores películas jamás creadas. No es solamente la reafirmación del cine japonés como producto de importación, o el estatuto total de Kurosawa como un maestro del cine, o la increíble combinación de Kurosawa con Mifune. Los 7 Samurai es muchísimo más, es una compleja obra de arte que busca contrastar dos formas de vida diferenciada en el antiguo Japón, una historia que va más allá de las esferas de los samurái, del sentido de justicia y un proyecto que ni siquiera busca ser una aventura. Es una realidad dura y fría que demuestra el alto grado de creatividad y capacidad del director y su grupo, del reparto con la cabeza de un inmenso Toshiro Mifune, y del inevitable aprecio de público y crítica en general ante una obra que no puede más que indignarnos ante tanta belleza. Una de las películas de mayor influencia para el género y para diferentes directores, Los 7 Samurai se mantiene como una experiencia única y de un valor incalculable para el arte en general.




Los 7 Samurai comenzó como un proyecto de Kurosawa por dirigir su primera película sobre samuráis. Teniendo un grupo fuerte de películas interesantes y sobre todo a Rashomon como garante de éxito internacional, Kurosawa buscó crear una película que excediera todo aquello antes inventado. Contaba con la colaboración de los estudios Toho pero la producción se mostraría difícil y con contratiempos debido a la complejidad y a los gastos exorbitantes para una producción de esa época.






Kurosawa haría el guión junto a Shinobu Hashimoto y Hiudeo Oguni. Teniendo en consideración un día en la vida de un samurái, Kurosawa se toparía con una historia de samuráis ayudando a unos campesinos. La creación del guión es a partir de estos tres hombres decidiendo encerrarse unas semanas en una habitación para poder adaptar dicha historia, con bastante esmero y detalle, empezando con crear la personalidad de cada uno de los samuráis y de las situaciones. Ya para estos momentos, Kurosawa visualizaba una empresa bastante compleja, en donde la duración del filme iba prolongándose cada vez más y al término de ella,  sería su película más extensa. Según versiones del actor Toshiro Mifune, la idea original presentaba a seis samurái, siendo Mifune el samurái Kyuzo. Pero en búsqueda de un desbalance en el sentido de honorabilidad de los guerreros, Kurosawa decidió implementar un personaje más, que pudiera contrastar con la lógica de los samurái. Fue así como Mifune sería ahora Kikuchiyo, contando con total libertad para interpretar este rol. Para Kurosawa los actores no eran de su total agrado, pero reconocía que la capacidad de Mifune era algo que no había visto antes y que su acercamiento a sus personajes le producían una admiración que jamás vio en otro actor.





Para estos momentos e inclusive antes que comience la producción, la película había cuadruplicado su inversión, la cual al final llegaría a casi el medio millón de dólares. Las dificultades que esto crearía con los estudios haría la relación con el director algo difícil, más aún cuando Kurosawa no escatimaba en gastos y en búsqueda de llegar a sus expectativas creativas mandaba a recrear escenarios originales fuera del estudio. Kurosawa se apoyaba en cierta confianza por parte del estudio y en la fuerte inversión hecha desde un comienzo. Si bien hubo retrasos en donde el estudio cerraba la producción para discutir presupuestos, Kurosawa estaba seguro que un proyecto tan grande no podía ser detenido totalmente. Eso le valió al director japonés cierta libertad para seguir desarrollando la película a su manera, logrando crear escenas de alta complejidad técnica.







Datos.

Título Original: Shichinin no Samurai
Dirección: Akira Kurosawa
Año: 1954
País: Japón
Intérpretes: Toshiro Mifune, Takashi Shimura, Isao Kimura, Yoshio Inaba, Daisuke Kato, Minuro Chiaki, Seiji Miyaguchi, Kokuten Kodo, Bokuzen Hidari, Kamatari Fujiwara, Keiko Tsushima, Yoshio Tsuchiya, Yukiko Shimazaki, Yoshio Kosugi, Shinpei Takagi, Shin Otomo, Toshio Takahara, Masanobu Okubo
Duración: 207 min.

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