LOS 7 SAMURAI (I)
Intro.
Y fueron siete. Como un número que se mantiene en la memoria, fueron
siete. El viento sopla afuera mientras tres personajes reconstruyen la historia
de lo que sería una constitución sin precedentes. En sus mentes y en su trabajo
hay tantos motivos, tantas preguntas formuladas, transformadas en respuestas de
un tiempo avocado a otro tiempo. Y somos tan vanos en cuanto a las
preparaciones y las construcciones, somos tan vanos cuando no podemos ver todo
aquello que surge detrás de los personajes que crean las historias. Podemos
compartir una opinión, pero no podemos permanecer encerrados sometiéndonos a
los diferentes exámenes de la creatividad.
Y son siete. Ahora cumplida tu edad de distinción, puedes entender como
afecta este número a tu persona y cuantas veces se han abatido las espadas. Los
espacios, las palabras, los rostros reconocidos. Todo ello forma parte de un
inicio, en donde dos hombres salen de una habitación creyendo construir algo
después de sus propias muertes. Todo ello estructurado a partir de un pasado,
de un contexto y de un motivo. Cuando quieres que aparezca la lluvia debes de
crearla. Cuando quieres que aparezca nieve debes producirla. Cuando quieres
siete personajes que se mueven en las sombras debes saber que son tuyos y son
propios, y después de todo ello solamente quedará el pasado, el presente y el
futuro.
Y serán siete…
Cuerpo.
No
hay manera de encerrar todo el significado de Los 7 Samurai. No solamente
es la producción japonesa más conocida mundialmente. No solamente es una de las
mejores películas jamás creadas. No es solamente la reafirmación del cine
japonés como producto de importación, o el estatuto total de Kurosawa como un
maestro del cine, o la increíble combinación de Kurosawa con Mifune. Los 7
Samurai es muchísimo más, es una compleja obra de arte que busca contrastar dos
formas de vida diferenciada en el antiguo Japón, una historia que va más allá
de las esferas de los samurái, del sentido de justicia y un proyecto que ni siquiera
busca ser una aventura. Es una realidad dura y fría que demuestra el alto grado
de creatividad y capacidad del director y su grupo, del reparto con la cabeza
de un inmenso Toshiro Mifune, y del inevitable aprecio de público y crítica en
general ante una obra que no puede más que indignarnos ante tanta belleza. Una
de las películas de mayor influencia para el género y para diferentes
directores, Los 7 Samurai se mantiene como una experiencia única y de un
valor incalculable para el arte en general.
Los
7 Samurai comenzó como un proyecto de Kurosawa por dirigir su primera película
sobre samuráis. Teniendo un grupo fuerte de películas interesantes y sobre todo
a Rashomon como garante de éxito internacional, Kurosawa buscó crear una
película que excediera todo aquello antes inventado. Contaba con la
colaboración de los estudios Toho pero la producción se mostraría difícil y con
contratiempos debido a la complejidad y a los gastos exorbitantes para una
producción de esa época.
Kurosawa
haría el guión junto a Shinobu Hashimoto y Hiudeo Oguni. Teniendo en
consideración un día en la vida de un samurái, Kurosawa se toparía con una
historia de samuráis ayudando a unos campesinos. La creación del guión es a
partir de estos tres hombres decidiendo encerrarse unas semanas en una
habitación para poder adaptar dicha historia, con bastante esmero y detalle,
empezando con crear la personalidad de cada uno de los samuráis y de las
situaciones. Ya para estos momentos, Kurosawa visualizaba una empresa bastante
compleja, en donde la duración del filme iba prolongándose cada vez más y al
término de ella, sería su película más
extensa. Según versiones del actor Toshiro Mifune, la idea original presentaba a
seis samurái, siendo Mifune el samurái Kyuzo. Pero en búsqueda de un desbalance
en el sentido de honorabilidad de los guerreros, Kurosawa decidió implementar
un personaje más, que pudiera contrastar con la lógica de los samurái. Fue así
como Mifune sería ahora Kikuchiyo, contando con total libertad para interpretar
este rol. Para Kurosawa los actores no eran de su total agrado, pero reconocía
que la capacidad de Mifune era algo que no había visto antes y que su
acercamiento a sus personajes le producían una admiración que jamás vio en otro
actor.
Para
estos momentos e inclusive antes que comience la producción, la película había
cuadruplicado su inversión, la cual al final llegaría a casi el medio millón de
dólares. Las dificultades que esto crearía con los estudios haría la relación
con el director algo difícil, más aún cuando Kurosawa no escatimaba en gastos y
en búsqueda de llegar a sus expectativas creativas mandaba a recrear escenarios
originales fuera del estudio. Kurosawa se apoyaba en cierta confianza por parte
del estudio y en la fuerte inversión hecha desde un comienzo. Si bien hubo
retrasos en donde el estudio cerraba la producción para discutir presupuestos,
Kurosawa estaba seguro que un proyecto tan grande no podía ser detenido
totalmente. Eso le valió al director japonés cierta libertad para seguir
desarrollando la película a su manera, logrando crear escenas de alta
complejidad técnica.
Datos.
Título
Original: Shichinin no Samurai
Dirección:
Akira Kurosawa
Año:
1954
País:
Japón
Intérpretes:
Toshiro Mifune, Takashi Shimura, Isao Kimura, Yoshio Inaba, Daisuke Kato,
Minuro Chiaki, Seiji Miyaguchi, Kokuten Kodo, Bokuzen Hidari, Kamatari
Fujiwara, Keiko Tsushima, Yoshio Tsuchiya, Yukiko Shimazaki, Yoshio Kosugi,
Shinpei Takagi, Shin Otomo, Toshio Takahara, Masanobu Okubo
Duración:
207 min.
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