AMANECER
Intro.
Un viaje puede ocurrir en tu propio hogar. Un viaje que azota tu mente y
en un abrir y cerrar de ojos puede cambiar toda tu realidad. No te preguntas
quien puedes ser con una sonrisa en tu rostro. No puedes entender quien eres
cuando no encuentras felicidad en tu cuerpo. Simplemente no sabes como
reaccionar ante actos tan humanos y tan simples. Como alguien puede cambiar en
pocos segundos es algo que todavía tu mente no puede procesar. En esos aspectos
somos niños observando la crueldad de la naturaleza y entendiendo cada vez
menos. Somos seres humanos iluminados por nuestra inconsciencia. Somos
canciones que han de morir en el mismo momento de su creación… y solo podemos
ser útiles en el recuerdo de miles de personas en tantas épocas.
Cuerpo.
F.
W. Murnau fue un director en medio de toda la corriente del expresionismo
alemán del cine mudo. En 1920, El Gabinete del Doctor Caligari había logrado
una apertura internacional de dicho movimiento, promoviendo a realizadores, actores
y demás involucrados al demostrar una capacidad técnica y artística de sus
productos. No tardaría mucho para que Estados Unidos viera en estos talentos a
futuros asociados que lograrían el mismo resultado por los cuales habían sido
venerados en su país. Murnau había comenzado su carrera de director en 1919 y a
través de establecer su propia productora con el actor Conrad Veidt, comenzó
pequeños pero interesantes proyectos basados en su bagaje cultural, su experimentación
y ese tino técnico de entrar a un nuevo ámbito y valorar los aspectos
artísticos a explorar de este “nuevo” arte de hacer cine. En 1922, Murnau
lograría gracias a sus habilidades crear una película de total trascendencia:
Nosferatu. La mitad de la década de los años veinte lo verían lograr mayores
triunfos y películas de excelente calidad, hasta la creación de Fausto en 1926.
Sería
Fausto precisamente su boleto a Estados Unidos. El productor William Fox
contrataría a Murnau en la búsqueda de resultados similares a sus producciones
alemanes. Dicho resultado sería considerado la mejor película muda producida en
Estados Unidos. Amanecer sería una película de aspectos técnicos invaluables,
así como también una producción muy costosa para su tiempo. Murnau logró
establecer una dinámica impresionante a la apacible historia de una pareja de
esposos en dificultades, insistiendo en el detallismo de las escenas y aplicando
algunos aspectos del expresionismo alemán. La película no tendría una
retribución económica importante, pero sería aclamada por la crítica
especializada. En la primera premiación del Oscar, Amanecer lograría tres
estatuillas: mejor actriz, mejor cinematografía y mejor producción única y
artística (este premio solo sería entregado en dicho año).
Murnau
no era exactamente un director apegado a los actores. A ello se agrega sus técnicas
y detallismo que hacían que su relación con estos no fuera la más auspiciosa.
En Amanecer, Murnau contaría con un actor de cierta popularidad y una actriz en
la cumbre de su carrera. George O’Brien fue un actor prolífico en la etapa
muda, cuyas mayores relaciones vendrían del western y su asociación con John
Ford. Amanecer sería su película más popular. Varias anécdotas se conocerían de
la filmación de esta película y como Murnau buscaría llevar al extremo a
O’Brien en búsqueda de resultados. Una de estas anécdotas sería la escena del
pantano donde el personaje de O’Brien volvía a su hogar dubitativo sobre sus
actos. Murnau no vio en el actor el suficiente convencimiento de un hombre con
el mundo en sus espaldas y decidió colocar pedazos de metal en las botas de
O’Brien, lo cual dificultó la caminata en el pantano. Si bien existirían varias
quejas al respecto, O’Brien terminaría alabando las técnicas de Murnau,
considerándolo un director fascinante y dedicado.
Janet
Gaynor es una actriz que destaca por su propio peso. Ganadora del primer premio
de la Academia, Gaynor destacó ese año por tres películas, las más importantes
de su carrera: Amanecer, El Séptimo Cielo y El Ángel de la Calle. En 1928,
Gaynor filmaría también Los Cuatro Demonios de Murnau, siendo una de las
películas perdidas de mayor renombre en el cine. Gracias a este éxito, Gaynor
mantendría una gran lista de películas durante los años treinta, pero su
participación en diferentes producciones no sería igualada a su estrellato de
finales de los años veinte. En 1937 recibiría una nominación al Oscar por Nace
una Estrella. Un año después, a los 32 años decidió retirarse para llevar mejor
su vida conyugal. Reaparecería por última vez en 1957 en Bernardine.
Amanecer
tiene aspectos técnicos de alta calidad. Si bien el expresionismo alemán
permitía la distorsión artística y por ello los diferentes motivos e historias
utlizados por Murnau, era necesaria cierta adecuación para una película como Amanecer.
Es así como Murnau plantea el expresionismo en pequeños pero poderosos
detalles, así como hacer uso de las perspectivas para lograr efectos de
grandeza o acentuar espacios. Ello llevó a una estilización en extremo para los
escenarios por parte de Murnau, lo cual implicaría también una fuerte
inversión. A ello se le suman los detalles simbólicos entre la comparación de
la ciudad con el campo, de la esposa y la mujer de la ciudad, del mismo hecho
que los personajes principales no tengan nombres, y de las diferencias
existentes entre principio y fin, dos realidades contrastadas, dos finales
posibles y personalidades contrapuestas cumpliendo un rol cerrado. Amanecer es
la obra maestra de Murnau, pero lamentablemente haría solamente dos películas
más con Fox, Los Cuatro Demonios que se perdería y La Chica de la Ciudad que
entraría en conflicto con el estudio y sería reeditada y cortada. Murnau haría
Tabu, siendo esta su última película, ya que moriría en un accidente
automovilístico en 1931 a los 42 años.
Datos.
Título Original: Sunrise, A Song of Two Humans
Dirección:
F. W. Murnau
Año:
1927
País:
Estados Unidos
Intérpretes: George O’Brien, Janet Gaynor, Margaret Livingston
Duración:
95 min.