lunes, 6 de octubre de 2014


PERSONA




Intro.

Hay una persona en una habitación. Y a veces nos preguntamos si estamos solos. Si al pronunciar una palabra nos encontramos con un receptor entonces, ¿quiénes somos en todo momento? ¿Podemos practicar frases en el viento o a todo conocimiento existe un nombre y un rótulo? Y cuando puedes pronunciar algo finalmente se siente vacío. Se siente irreal. Se siente fingido. Pero es lo único que nos mantiene unidos. Y entre todas las imágenes que aparecen y que destruyen todos los carretes de películas me pregunto sobre el contenido de tu alma y de como una persona puede significar absolutamente nada.






Cuerpo.

Persona es considerado como uno de los trabajos maestros del siglo XX en el cine. Bergman era un director sueco que había logrado gracias a su vasta filmografía una narrativa propia, siendo considerado uno de los directores más talentosos de su tiempo y el mejor director de su país. La calidad de Persona ha llevado a múltiples interpretaciones y a ser considerado un drama psicológico, el cual ha derivado a diferentes estudios. A diferencia de otras entregas de Bergman, como Las Fresas Salvajes o El Séptimo Sello, el eje del tema no parece tan claro y la temática no es tan gratuita, haciendo de esta un difícil trabajo de interpretación al no seguir una línea lógica acostumbrada por el director o por cualquier otro trabajo.





El mismo Bergman señala a Persona como una salvación dentro de su carrera y uno de esos pocos momentos en los cuales buscó ir al límite en cuanto a lo que podía filmar y narrar, y no dejarse llevar por la censura o por los resultados económicos y de popularidad que pudiera lograrse. Así, Persona nace de un momento de malestar, según cuenta el director, en donde debido a una dolencia se le fue administrado un sedante, el cual tuvo el efecto en él de no poder distinguir la realidad y los sueños, creándole la extraña duda de si ello podría plasmarse en pantalla. Rápidamente este problema lo trasmitió en otro paralelo: la realidad y el cine, en cuanto estas dos fuentes podrían intercambiarse dentro de la pantalla y crear así otra dualidad. Es así como la película parece basarse en dualidades a todo nivel sin mayor claridad de la intencionalidad de estos.





La película cuenta exactamente con cinco actores, de los cuales tres son totalmente secundarios y donde la historia se basa en sus dos actrices principales, Liv Ullmann y Bibi Andersson. Ullmann no es solamente una de las musas de Bergman, sino su compañera y una de sus más grandes colaboradoras. Persona fue su primera colaboración, la cual se debió a un encuentro fortuito de Bergman con la actriz Bibi Andersson, en donde él encontró una cierta similitud entre las dos actrices. Dicha colaboración sería muy aclamada hasta finales de los años setenta en donde producirían obras importantes. Por su parte, Bibi Andersson sería una de las regulares de Bergman desde sus comienzos. Debutó a los 15 años bajo las órdenes del director sueco y sería parte de sus más grandes obras desde los años cincuenta hasta los setenta. Andersson fue parte de un grupo de actores habituales a Bergman y cuya funcionalidad fue incrementando a medida que el genio sueco empezó a deslumbrar al mundo en 1957 cono dos de sus películas trascendentales como Las Fresas Salvajes y El Séptimo Sello. Su colaboración y su interpretación en Persona la harían famosa, logrando actuar en diferentes producciones en Estados Unidos y Europa.





Gracias a la búsqueda de experimentación y trascendencia, Bergman rompe la narrativa tradicional, promoviendo al proceso de filmación como parte de la historia y no justificándose más que en imágenes que cual poema buscan exaltar sentidos y formar interpretaciones una sobre otra. Debido a ello también la censura fue parte de la película. La imagen gráfica de un pene erecto fue cortada de la película y un relato sexual por parte del personaje de Bibi Andersson fue bastante alterado en las traducciones. Bergman no buscaba esencialmente enfrentarse con la censura pero buscaba un proyecto propio que pudiera llegar a ciertos extremos, romper la barrera entre historia y filmación, e insistir en el tema de la dualidad a partir de diferentes ópticas. La película sería seleccionada para el Oscar pero terminaría siendo rechazada como posible candidata.





En Persona nos encontramos ante dos personajes y una dualidad. ¿Existen estas dos personas? ¿Dónde termina una y comienza la otra? ¿Qué significa el silencio y la necesidad de habla? Bergman se apoya incluso en un parecido físico entre Ullmann y Andersson como detalle curioso. El tema de la dualidad es revisado hasta la saciedad, incluso en pequeños detalles que permanecen como un recordatorio que no estamos ante un drama psicológico de gratuito desenvolvimiento. Persona lucha por su complejidad, por la necesidad de reinterpretarse a cada momento y por esa falta de compromiso ante el espectador, la narrativa tradicional y la censura. Ingeniosamente Bergman logra colocar pequeños pedazos de historia como parte de actos radicales, ya sea en la inmolación del monje budista Quang Duc, la famosa foto de un niño judío siendo apuntado por un nazi, el libro Un Héroe de Nuestro Tiempo de Mikhail Lermontov, la imagen de Electra, entre otras. Bergman no deja espacio para el flujo de ideas dispares, él proyecta una ideología y la expande hasta sus límites con delicadeza y al mismo tiempo con fiereza, proponiendo un filme de constante análisis y contemplación. Es así como Persona se ha convertido en uno de sus más logrados productos.






Datos.

Título Original: Persona
Dirección: Ingmar Bergman
Año: 1966
País: Suecia
Intérpretes: Bibi Andersson, Liv Ullmann, Margaretha Krook, Gunnar Björnstrand, Jörgen Lindström
Duración: 84 min.

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