MÉNILMONTANT
Intro.
La tragedia
envuelta en movimientos constantes, en la incapacidad de la mente por
mantenerse en una sola línea y en la versatilidad del tiempo, que nos demuestra
que la desgracia no es algo que ocurre una sola vez en la vida, sino que se
consolida con los años para ir desfigurándonos.
Cuerpo.
Desde los inicios del cine con los proyectos de los
hermanos Lumière y la
incursión de Georges Méliès, las primeras dos décadas del siglo XX en
Francia fueron muy fructíferas, llenas de experimentación en el cine. Pero la
Primera Guerra Mundial pondría un alto a todo ello, al menos en el aspecto
económico, afectando severamente al cine de los países europeos y provocando la
mayor comercialización del cine de Estados Unidos, ya que los estudios no
podían competir con la importación. Esto llevaría a un grupo de experimentales
a crear obras de bajo presupuesto basándose en su capacidad artística y la
fuerza de sus realizaciones.
Llamado cine impresionista o avant-garde, los
directores de los años veinte florecieron en su etapa muda creando una gran
fuerza en su país y pavimentando lo que sería el realismo poético en los años
treinta. Entre estos directores se encontraban Marcel L’Herbier, Jean Vigo, Jean
Epstein, Germaine Dulac, Louis Delluc, René Clair y un joven Jean Renoir. Entre
ellos también se encontraban algunos directores internacionales de gran calibre
como Luis Buñuel y otros, que serían populares durante este tiempo pero uno muy
particular respondería al nombre de Dimitri Kirsanoff.
Kirsanoff fue un director célebre por crear películas
con presupuesto mínimo bajo la base de contar con el menor número de hombres
posibles, implicando que él haría gran parte del trabajo, utilizando técnicas
novedosas que le ahorraban la dificultad de buscar especialistas o de contar
con mejores equipos. A ello es parte de consideración el hecho de que su
esposa, la actriz Nadia Sibirskaïa, fuera su intérprete fetiche en sus mejores
entregas. Kirsanoff nunca trabajaría para un estudio de cine.
Su obra más destacada es, sin duda, su cortometraje
Ménilmontant, nombre tomado de un barrio en Francia. El filme dura 38 minutos,
en los cuales veremos la tragedia de dos hermanas y como esa tendencia
prosigue, pero logra mantenerlas unidas. Para hacerlo de una dinámica más
versátil, la película no cuenta con intertítulos, algo muy usual en el cine
mudo, y Kirsanoff toma los roles de director, productor, guionista, editor y también
colabora en la cinematografía.
Ménilmontant nos relata una escena brutal en donde dos
hermanas pierden a sus padres y con el tiempo deben ver por ellas, hasta que el
personaje interpretado por Sibirskaïa (una de las hermanas) se enamora, pero
termina perdiendo al hombre que quiere por la seducción de su hermana y ella termina
con un bebé solitaria. Al final la piedad, el perdón y el castigo prevalecen,
dejándonos un final conciliador. Kirsanoff utilizará ciertos momentos
describiéndonos la ciudad, utilizando planos, movimientos sucesivos de cámaras
y la falta de diálogo o narración para una mayor compenetración con el
espectador que a través de sutiles maniobras entenderá el desarrollo de la
historia. La aclamada crítica de cine Pauline Kael consideraba Ménilmontant
como su película favorita.
Datos.
Título
Original: Ménilmontant
Dirección: Dimitri
Kirsanoff
Año: 1926
País: Francia
Intérpretes:
Nadia Sibirskaïa, Yolande Beaulieu, Guy Belmont, Jean Pasquier, M. Ardouin,
Maurice Ronsard
Duración: 38 min.
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