jueves, 2 de agosto de 2018



MÉNILMONTANT



Intro.

La tragedia envuelta en movimientos constantes, en la incapacidad de la mente por mantenerse en una sola línea y en la versatilidad del tiempo, que nos demuestra que la desgracia no es algo que ocurre una sola vez en la vida, sino que se consolida con los años para ir desfigurándonos.






Cuerpo.

Desde los inicios del cine con los proyectos de los hermanos Lumière y la incursión de Georges Méliès, las primeras dos décadas del siglo XX en Francia fueron muy fructíferas, llenas de experimentación en el cine. Pero la Primera Guerra Mundial pondría un alto a todo ello, al menos en el aspecto económico, afectando severamente al cine de los países europeos y provocando la mayor comercialización del cine de Estados Unidos, ya que los estudios no podían competir con la importación. Esto llevaría a un grupo de experimentales a crear obras de bajo presupuesto basándose en su capacidad artística y la fuerza de sus realizaciones.






Llamado cine impresionista o avant-garde, los directores de los años veinte florecieron en su etapa muda creando una gran fuerza en su país y pavimentando lo que sería el realismo poético en los años treinta. Entre estos directores se encontraban Marcel L’Herbier, Jean Vigo, Jean Epstein, Germaine Dulac, Louis Delluc, René Clair y un joven Jean Renoir. Entre ellos también se encontraban algunos directores internacionales de gran calibre como Luis Buñuel y otros, que serían populares durante este tiempo pero uno muy particular respondería al nombre de Dimitri Kirsanoff.






Kirsanoff fue un director célebre por crear películas con presupuesto mínimo bajo la base de contar con el menor número de hombres posibles, implicando que él haría gran parte del trabajo, utilizando técnicas novedosas que le ahorraban la dificultad de buscar especialistas o de contar con mejores equipos. A ello es parte de consideración el hecho de que su esposa, la actriz Nadia Sibirskaïa, fuera su intérprete fetiche en sus mejores entregas. Kirsanoff nunca trabajaría para un estudio de cine.






Su obra más destacada es, sin duda, su cortometraje Ménilmontant, nombre tomado de un barrio en Francia. El filme dura 38 minutos, en los cuales veremos la tragedia de dos hermanas y como esa tendencia prosigue, pero logra mantenerlas unidas. Para hacerlo de una dinámica más versátil, la película no cuenta con intertítulos, algo muy usual en el cine mudo, y Kirsanoff toma los roles de director, productor, guionista, editor y también colabora en la cinematografía.






Ménilmontant nos relata una escena brutal en donde dos hermanas pierden a sus padres y con el tiempo deben ver por ellas, hasta que el personaje interpretado por Sibirskaïa (una de las hermanas) se enamora, pero termina perdiendo al hombre que quiere por la seducción de su hermana y ella termina con un bebé solitaria. Al final la piedad, el perdón y el castigo prevalecen, dejándonos un final conciliador. Kirsanoff utilizará ciertos momentos describiéndonos la ciudad, utilizando planos, movimientos sucesivos de cámaras y la falta de diálogo o narración para una mayor compenetración con el espectador que a través de sutiles maniobras entenderá el desarrollo de la historia. La aclamada crítica de cine Pauline Kael consideraba Ménilmontant como su película favorita.






Datos.

Título Original: Ménilmontant
Dirección: Dimitri Kirsanoff
Año: 1926
País: Francia
Intérpretes: Nadia Sibirskaïa, Yolande Beaulieu, Guy Belmont, Jean Pasquier, M. Ardouin, Maurice Ronsard
Duración: 38 min.

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