LA
CAJA DE PANDORA
Intro.
Todo
lo que queda en la caja de Pandora. Todo lo que queda. En un desierto lejano,
cada quien ha escapado y solamente alguien queda allí adentro. Y siempre
volvemos a ese rostro, siempre volvemos a ese sentimiento y cuando quiero
pronunciar tu nombre, no puedo recordarlo. Simplemente no puedo recordarlo.
Louise
Brooks responde a un trío de mujeres increíbles en el cine mudo. Si bien su
nombre ha quedado como uno de esos extraños destinos del séptimo arte, los
nombres de Greta Garbo y Marlene Dietrich han quedado inmortalizados en el
imaginario popular. Y es cierto que estas tres mujeres representan en gran
medida lo que es la femme fatale en el cine mudo. Es la mujer sensual, erótica,
fascinante y profunda que destaca en el cine mudo y Garbo, Dietrich y Brooks
encarnan a ese personaje. Louise Brooks pudo haber sido totalmente famosa pero
decisiones precisas y fundamentales la llevaron al olvido y posiblemente total
desaparición de no ser por una reinvención de su persona en Francia durante los
años setenta. En tan solo tres películas, Brooks demostró su total
desprendimiento, su total capacidad y ese necesario agregado que es cuando la
cámara te adora y no importa el ángulo o la tonalidad, siempre sigues siendo
inmortal.
Louise
Brooks comenzó en películas mudas con poca perspectiva y era más asidua al
círculo social de Hollywood, donde destacaba por sus apariciones en las fiestas
organizadas en la mansión de William Randolph Hearst. Brooks era una actriz en
total desacuerdo con el sistema hollywoodense y cuyo trato con respecto a la
actuación era indistinto, trabajaba en ello pero no era su pasión. Es así como
en un intento de cambiar las cosas aceptó la oferta del director G. W. Pabst de
viajar a Alemania y hacer películas. Brooks no sabía nada de alemán y no sabía
nada respecto al movimiento del cine en Europa. Pabst tenía un buen ojo para
las actrices y Brooks sería más que una decisión acertada del director
austríaco, pero no pudo prever que esa misma desidia experimentada por Brooks
en Hollywood también ocurriría en Europa.
Georg
Wilhelm Pabst fue un director austríaco de gran trascendencia en el cine mudo y
comienzo del cine hablado. Tenía la gran habilidad de encontrar actrices y
formarlas. Así tuvo primeros encuentros con Greta Garbo, Asta Nielsen, Lili
Damita y Louise Brooks. Su habilidad para dirigir a estas estrellas también
estaba asociada a las brillantes adaptaciones que hizo a finales de los años
veinte y comienzos de los treinta donde destaca La Ópera de los Tres Peniques
(1931), La Atlantida (1932) y Las Aventuras de Don Quijote (1933), entre otras.
Debido al aún empírico sistema de sonido, en esos tiempos era mucho más
económico volver a rodar la película en un idioma diferente. Es así como varias
de estas películas existen en otras versiones, dirigidas por el mismo Pabst
pero con actores de otra nacionalidad. Normalmente las versiones que se hacían eran
en alemán, francés e inglés. Pabst se convertiría en uno de los grandes
directores en Alemania durante su período más excelso y su traslado de lo mudo
a lo hablado fue muy exitoso manteniendo su gran nivel durante los años
treinta. Su no muy esclarecida relación con el nazismo declinó su popularidad.
De sus trabajos finales destaca la dirección de óperas que hizo en Italia
durante los años cincuenta.
La
Caja de Pandora era un filme difícil del cual proceder. Habiendo una versión
previa de 1921 con Asta Nielsen en el papel protagónico, Pabst decidió tomarse
algunas libertades. Al ver a Louise Brooks en una película de Howard Hawks
decidió que ella sería Lulu, la protagonista del filme. Pero Brooks estaba bajo
contrato y no accesible. Pabst decidió optar por Marlene Dietrich. Cuando
Brooks debido a un problema de salario estaba disponible, Pabst no dudó y la
contrató. Su llamado para ser Lulu, no sentó bien en la sociedad alemana que no
veía bien que un icono referente del teatro alemana fuera usurpado por una
americana. A ello se sumaba que Brooks no sabía alemán y que su vida de
extravagancia fuera parte del proceso de producción. Pero Pabst veía en Brooks
algo que nadie más veía, una sensualidad y sexualidad totalmente sincera, que
en pantalla era una potencia inminente. La película no sería bien recibida por
su alto tono de sexualidad que para el tiempo era escandaloso. Las tres
películas que Brooks filmaría en Europa estuvieron durante muchos años
prohibidas y censuradas por su abierto mensaje sobre el sexo y el libertinaje.
Pabst
configura muchas escenas de sexualidad, incluyendo lesbianismo (en una de sus
primeras formas en el cine), el proxenitismo, las abiertas connotaciones a
actos sexuales y al deseo sexual de la protagonista. La actriz Alice Roberts
hizo el papel lésbico a pesar de su negativa. Lo que define a la película y es
su fuerza principal parte de la caracterización de Louise Brooks. La actriz
americana que había acusado de poca experiencia y de falta de interés por la
actuación brinda todo su potencial como femme fatale. Su energía sexual es
transparente, total y deshinibida, provocando la reacción total de la sociedad
alemana ante lo que llamarían “perversidad” en pantalla. Brooks puede
fácilmente destruir el mito de Garbo y Dietrich como la mujer más sensual del
cine mudo y su primera colaboración con Pabst es sin lugar a duda la mejor de
sus entregas. Lamentablemente solo realizaría una más con el maestro austríaco,
EL Diario de una Mujer Perdida en el mismo año y al año siguiente Premio de
Belleza de Augusto Genina. Por su ingratitud a seguir trabajando con él, Pabst
la condenó a terminar su vida tal cual como su protagonista Lulu. Brooks tomó
todas las decisiones equivocadas, enfatizando su falta de interés en ser actriz
y en un errático comportamiento, lo que hizo de ella un ser ajeno a su obra.
Tras el descubrimiento de estas películas en los setenta en Francia se
entendería que Pabst convirtió en un mito a Brooks gracias a La Caja de Pandora
y que la actriz terminaría en el olvido, retirándose rápidamente del cine y no
siendo capaz de reditar triunfos o de poder disfrutar de aquel momento glorioso
que significó su inmortalidad al lado de los otros dos íconos del cine mundial.
Aún así, Brooks mantiene ese honor de compartir ser una de las femme fatale más
importantes del cine mudo junto a Garbo y Dietrich.
Datos.
Título
Original: Die Büsche der Pandora
Dirección:
G. W. Pabst
Año:
1929
País:
Alemania
Intérpretes:
Louise Brooks, Fritz Körtner, Francis Lederer, Carl Goetz, Krafft-Raschig,
Alice Roberts, Daisy D’ora, Gustav Diessl, Michael von Newlinsky, Sigfried Arno
Duración:
152 min.
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