lunes, 26 de agosto de 2013


LA CAJA DE PANDORA
 
 
 
 
Intro.

Todo lo que queda en la caja de Pandora. Todo lo que queda. En un desierto lejano, cada quien ha escapado y solamente alguien queda allí adentro. Y siempre volvemos a ese rostro, siempre volvemos a ese sentimiento y cuando quiero pronunciar tu nombre, no puedo recordarlo. Simplemente no puedo recordarlo.

 
 
 
 
 
Cuerpo.

Louise Brooks responde a un trío de mujeres increíbles en el cine mudo. Si bien su nombre ha quedado como uno de esos extraños destinos del séptimo arte, los nombres de Greta Garbo y Marlene Dietrich han quedado inmortalizados en el imaginario popular. Y es cierto que estas tres mujeres representan en gran medida lo que es la femme fatale en el cine mudo. Es la mujer sensual, erótica, fascinante y profunda que destaca en el cine mudo y Garbo, Dietrich y Brooks encarnan a ese personaje. Louise Brooks pudo haber sido totalmente famosa pero decisiones precisas y fundamentales la llevaron al olvido y posiblemente total desaparición de no ser por una reinvención de su persona en Francia durante los años setenta. En tan solo tres películas, Brooks demostró su total desprendimiento, su total capacidad y ese necesario agregado que es cuando la cámara te adora y no importa el ángulo o la tonalidad, siempre sigues siendo inmortal.

 
 
 
 
Louise Brooks comenzó en películas mudas con poca perspectiva y era más asidua al círculo social de Hollywood, donde destacaba por sus apariciones en las fiestas organizadas en la mansión de William Randolph Hearst. Brooks era una actriz en total desacuerdo con el sistema hollywoodense y cuyo trato con respecto a la actuación era indistinto, trabajaba en ello pero no era su pasión. Es así como en un intento de cambiar las cosas aceptó la oferta del director G. W. Pabst de viajar a Alemania y hacer películas. Brooks no sabía nada de alemán y no sabía nada respecto al movimiento del cine en Europa. Pabst tenía un buen ojo para las actrices y Brooks sería más que una decisión acertada del director austríaco, pero no pudo prever que esa misma desidia experimentada por Brooks en Hollywood también ocurriría en Europa.

 
 
 
 
Georg Wilhelm Pabst fue un director austríaco de gran trascendencia en el cine mudo y comienzo del cine hablado. Tenía la gran habilidad de encontrar actrices y formarlas. Así tuvo primeros encuentros con Greta Garbo, Asta Nielsen, Lili Damita y Louise Brooks. Su habilidad para dirigir a estas estrellas también estaba asociada a las brillantes adaptaciones que hizo a finales de los años veinte y comienzos de los treinta donde destaca La Ópera de los Tres Peniques (1931), La Atlantida (1932) y Las Aventuras de Don Quijote (1933), entre otras. Debido al aún empírico sistema de sonido, en esos tiempos era mucho más económico volver a rodar la película en un idioma diferente. Es así como varias de estas películas existen en otras versiones, dirigidas por el mismo Pabst pero con actores de otra nacionalidad. Normalmente las versiones que se hacían eran en alemán, francés e inglés. Pabst se convertiría en uno de los grandes directores en Alemania durante su período más excelso y su traslado de lo mudo a lo hablado fue muy exitoso manteniendo su gran nivel durante los años treinta. Su no muy esclarecida relación con el nazismo declinó su popularidad. De sus trabajos finales destaca la dirección de óperas que hizo en Italia durante los años cincuenta.

 
 
 
 
La Caja de Pandora era un filme difícil del cual proceder. Habiendo una versión previa de 1921 con Asta Nielsen en el papel protagónico, Pabst decidió tomarse algunas libertades. Al ver a Louise Brooks en una película de Howard Hawks decidió que ella sería Lulu, la protagonista del filme. Pero Brooks estaba bajo contrato y no accesible. Pabst decidió optar por Marlene Dietrich. Cuando Brooks debido a un problema de salario estaba disponible, Pabst no dudó y la contrató. Su llamado para ser Lulu, no sentó bien en la sociedad alemana que no veía bien que un icono referente del teatro alemana fuera usurpado por una americana. A ello se sumaba que Brooks no sabía alemán y que su vida de extravagancia fuera parte del proceso de producción. Pero Pabst veía en Brooks algo que nadie más veía, una sensualidad y sexualidad totalmente sincera, que en pantalla era una potencia inminente. La película no sería bien recibida por su alto tono de sexualidad que para el tiempo era escandaloso. Las tres películas que Brooks filmaría en Europa estuvieron durante muchos años prohibidas y censuradas por su abierto mensaje sobre el sexo y el libertinaje.

 
 
 
 
Pabst configura muchas escenas de sexualidad, incluyendo lesbianismo (en una de sus primeras formas en el cine), el proxenitismo, las abiertas connotaciones a actos sexuales y al deseo sexual de la protagonista. La actriz Alice Roberts hizo el papel lésbico a pesar de su negativa. Lo que define a la película y es su fuerza principal parte de la caracterización de Louise Brooks. La actriz americana que había acusado de poca experiencia y de falta de interés por la actuación brinda todo su potencial como femme fatale. Su energía sexual es transparente, total y deshinibida, provocando la reacción total de la sociedad alemana ante lo que llamarían “perversidad” en pantalla. Brooks puede fácilmente destruir el mito de Garbo y Dietrich como la mujer más sensual del cine mudo y su primera colaboración con Pabst es sin lugar a duda la mejor de sus entregas. Lamentablemente solo realizaría una más con el maestro austríaco, EL Diario de una Mujer Perdida en el mismo año y al año siguiente Premio de Belleza de Augusto Genina. Por su ingratitud a seguir trabajando con él, Pabst la condenó a terminar su vida tal cual como su protagonista Lulu. Brooks tomó todas las decisiones equivocadas, enfatizando su falta de interés en ser actriz y en un errático comportamiento, lo que hizo de ella un ser ajeno a su obra. Tras el descubrimiento de estas películas en los setenta en Francia se entendería que Pabst convirtió en un mito a Brooks gracias a La Caja de Pandora y que la actriz terminaría en el olvido, retirándose rápidamente del cine y no siendo capaz de reditar triunfos o de poder disfrutar de aquel momento glorioso que significó su inmortalidad al lado de los otros dos íconos del cine mundial. Aún así, Brooks mantiene ese honor de compartir ser una de las femme fatale más importantes del cine mudo junto a Garbo y Dietrich.

 
 

 

Datos.
Título Original: Die Büsche der Pandora
Dirección: G. W. Pabst
Año: 1929
País: Alemania
Intérpretes: Louise Brooks, Fritz Körtner, Francis Lederer, Carl Goetz, Krafft-Raschig, Alice Roberts, Daisy D’ora, Gustav Diessl, Michael von Newlinsky, Sigfried Arno
Duración: 152 min.

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