viernes, 2 de agosto de 2013


SÁBADO EN LA NOCHE Y DOMINGO EN LA MAÑANA


 

Intro.

Cuando eres joven la noche tiene un candor diferente. Un llamado a simplemente caminar y vagar. A encontrarse con gente extraña o conocida. A pasar un buen momento, a divertirse, a bailar o simplemente a perderse en la euforia y la alegría del momento. Puedes conversar sobre temas de importancia, aquellos que afectan a tu persona, a tu familia, a tu sociedad. Puedes reír ante temas tan superficiales como el aroma de sus cabellos o los distintivos hoyuelos cuando sonríe, al igual que puedes sentir sus labios como si fuera la primera vez… o la última. Puedes mantener tus ideas intactas o puedes caer en el dulce abrazo del olvido y pretender que eres alguien más. Puedes sonreír cuando toda la realidad duele o puedes llorar por el simple hecho que no hay mayor felicidad existente, puedes hacer todo antes de encontrarte en la mañana siguiente en tu misma cama, en la misma habitación.

 

 



Cuerpo.

El comienzo de los años sesenta en Inglaterra señala a la Nueva Ola Británica como el movimiento importante en el cine de esta región. Realizadores novedosos inspirados por escritores del movimiento The Angry Young Men (los jóvenes enojados) lograron remover la estática en cuanto a la visión de la juventud con respecto a la política y a la sociedad de su tiempo. Tan importante como profundo en sus teorías y entregas, el movimiento fue también algo mediático en cuanto a su extensión y su respuesta sobre puntos concretos en cuanto a la sociedad. Estos dramas apenas pudieron mantenerse en los años sesenta y las entregas fueron en menor número a medida que el cine británico se fue internacionalizando y que la lógica del estrellato terminara con sus mejores representantes, en cuanto a dirección y actuación, anclados en Hollywood, llegando a disfrutar diferentes destinos.

 
 
 
 
Allan Sillitoe fue uno de los escritores que se circunscribe a  esta corriente. Dos obras importantes suyas serían parte del cine desarrollado en los sesenta y tanto Sábado en la Noche y Domingo en la Mañana, como La Soledad del Corredor a Distancia serían éxitos totales y de gran apreciación internacional, impulsando así esta nueva forma de ver el cine inglés. La primera novela de Sillitoe es en parte biográfica, demostrando la decepción de un joven en un trabajo arduo, de poca paga y falta de oportunidades. Así mismo, la novela y futuras obras de esta generación resaltaban su incomodidad ante la Inglaterra después de la guerra en donde una juventud incomprendida no parecía encontrar oportunidades ni mayores atractivos para desarrollarse. La novela tardaría solamente dos años en ser adaptada y la dirección estuvo a cargo de Karl Reisz. El director de origen checo se desarrolló en un comienzo en cortometrajes y documentales, siendo uno de los miembros del movimiento del Free Cinema, que buscaba retratar a la juventud británica de la manera más verídica posible. Sábado por la Noche y Domingo en la Mañana sería su primer largometraje. La película sería galardonada como mejor película en los premios BAFTA.
 
 
 
 
 
La película es protagonizada por Albert Finney en el rol estelar. Finney era un actor de éxito en el teatro antes de entrar al cine. Debutó con un pequeño rol en El Animador de Tony Richardson y ese mismo año protagonizó el filme de Reisz. Finney sería reconocido como mejor artista joven en los premios BAFTA y su carrera ganaría fama internacional con Tom Jones en 1963. A partir de allí, Finney ha tenido una carrera interesante que dura hasta nuestros días. Junto a Finney, podemos encontrar a Shirley Anne Field, actriz también ligada a este género del cine británico formando parte en El Animador y en esta película, la cual sería su más destacada aparición. Rachel Roberts también cumple un rol importante y también sería parte de El Ingenuo Salvaje (1963) por la cual sería nominada al Oscar. Por ambas películas sería acreedora del premio a mejor actriz en los BAFTA.
 
 
 
 
 
Sábado en la Noche y Domingo en la Mañana responde a una descripción de una realidad insatisfactoria, disfuncional y caótica. Al igual que ocurrió en Italia con el neorrealismo o en Francia con la nouvelle vague, por tomar dos ejemplos, hay una necesidad descriptiva lógica importante cuyo trasfondo es la denuncia. La denuncia es la fuerza que promueve estos filmes, una denuncia que busca cambios, transformaciones e identidad en el sentido de propiedad frente a otras corrientes artísticas. Los sesenta fueron años de promover nuevas alternativas y ello se vio reflejado en el arte, sobre todo en la música y el cine. Lograr que la descripción y la denuncia funcionen es una labor sumamente compleja pero la película de Reisz y el sustento argumentativo de Sillitoe trabajan a la perfección. El filme es un ejemplo de como el tratamiento de las películas anteriormente se veían beneficiadas por dos puntos cruciales: su personalidad en cuanto al retrato del contexto de donde provienen y su importancia basada en la profundidad dada, ya sea temática o artística; ambas características parecen haber quedado en desuso en nuestros tiempos, pero siempre es admirable volver a entender como se puede crear verdaderas obras de arte.



 
 
 

Datos.
 
Título Original: Saturday Night and Sunday Morning
Dirección: Karel Reisz
Año: 1960
País: Reino Unido
Intérpretes: Albert Finney, Shirley Anne Field, Rachel Roberts, Hylda Baker, Norman Rossington, Bryan Pringle, Robert Cawdron, Edna Morris, Elsie Wagstaff, Frank Pettitt, Avis Bunnage, Colin Blakely
Duración: 89 min.
 

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