lunes, 10 de noviembre de 2014


RECORDANDO CON IRA





Intro.

Somos animales. Y no podemos controlarlo. La sociedad y sus reglas nos dicen que debemos “comportarnos”, que debemos seguir conduciéndonos de una manera correcta y apropiada, para que nadie se de cuenta que somos diferentes, para que nadie sienta que somos sospechosos de algo. Así debemos transcurrir, ocultando nuestras verdaderas pasiones, nuestros verdaderos motivos. Pero nadie se ha preguntado, ¿si somos diferentes? ¿por qué no reaccionamos igual? ¿somos algo errado? Continuamos viviendo y demostrando que algo sucede dentro de nosotros, que algo está más allá de nuestro entendimiento, que nuestra conducta está dictada a voluntad y esta no se suscribe a ninguno de los modelitos que tanto brillo quieren los seres humanos cuando se confrontan al sol.






Cuerpo.

La nueva ola del cine británico de los años cincuenta responde a una crítica social denominada literalmente “realismo de lavadero de cocina” (kitchen sink realism), que estaba influenciado por los escritores de dicha época (los reconocidos Angry Young Men), cuya óptica era denunciar la realidad social y economía de Inglaterra en sus tiempos. La fuerza de este movimiento estaba centrada en la clase laboral, buscando una forma de socialismo, con cierta influencia de sus pares soviéticos pero sin ese sentido tan radical del comunismo. Los artistas que salieron de este movimiento fueron escritores que transportaron sus obras al teatro en mayor medida, y sería a través de este medio en donde cambiarían las comedias de humor negro y con cierta crítica social a dramas enteramente conductores de la problemática laboral. La popularidad de este medio tuvo tal acogida que los mismos artistas buscaron cruzar las fronteras, siendo el cine el medio perfecto para dicho objetivo.





Si bien a finales de los cuarenta varias películas comenzaron a demostrar ser precursoras de la corriente, sería a finales de los años cincuenta en donde se instauraría como un medio fortalecido y propio, teniendo en Recordando con Ira a su primer representante. Uno de las características de este nuevo movimiento sería el antihéroe. El antihéroe nace a partir de las razones correctas pero de los medios equivocados trata de demostrar lo errado del sistema, pero debido a su incapacidad de  interpretarlo dentro de los parámetros que la ley y la sociedad le exigen, termina siendo como un luchador sin objetivo, confundido en su propia existencia y en su falta de reconocimiento con sus pares. En la mayoría de casos estos antihéroes terminan con destinos grises, que no llegan a satisfacer sus necesidades, dejándoles con un vacío existencial incluso mucho mayor que al comienzo de sus problemas.





Recordando con Ira fue una obra teatral creada por John Osborne en 1956, cuyo director sería Tony Richardson. El mismo Richardson dirigiría la versión cinematográfica a pesar de no contar con la experiencia necesaria, pero bajo la presión de Osborne sobre el productor Harry Salzman, quien no estaba de acuerdo con esta elección. Richardson no solamente demostraría gran capacidad de adaptación, sino que se acoplaría muy bien a la nueva ola del cine británico. A pesar de un inicio sorprendente en los sesenta, el director británico terminaría por ir decayendo paulatinamente, alternando su trabajo en cine, televisión y teatro en las siguientes décadas. Sus mejores obras son a partir de este movimiento.





Uno de los mejores atractivos del filme es su reparto. Encerrado en cuatro personajes claves, tanto Richard Burton, Claire Bloom, Mary Ure y Gary Raymond cumplen papeles muy destacados. Burton fue un gran actor teatral. Desde un comienzo demostró una gran capacidad y talento, lo que lo llevaría a la aclamación de público y crítica. La carrera de Burton es tanto fascinante como intrigante. Su desarrollo en el teatro lo colocan en un pedestal mientras que su elección de proyectos cinematográficos lo llevan a ser una suerte de artista popular, mostrando su talento en algunos filmes pero cuya vida social terminarían convirtiéndolo en una parte más de Hollywood, entre escándalos y excesos. Claire Bloom también sería una gran actriz de teatro, teniendo paralelamente una gran carrera en el cine. Su despliegue sería rápido, al ser escogida por Charles Chaplin para Candilejas y logrando así el estrellato. Su carrera se expande en cine, teatro y televisión, y se mantiene activa hasta estos días.





Recordando con Ira es una de muchas obras teatrales británicas que tuvieron en su versión cinematográfica gran acogida. Como parte de esta nueva ola de los sesenta se incorporó a dicho cambio lograrían gran aceptación con la juventud de su tiempo y por esa manera frontal de hablar de la incomprensión de la gente debido al gobierno y a los estatutos de trabajo. Sumado a ello, la calidad del trabajo en la dirección y actuación permitió que se convirtiera en uno de los primeros ejemplos del movimiento, logrando cambiar la manera de crear filmes en el Reino Unido, distanciándose de los clásicos y creando lecturas nuevas para una nueva generación. Este tipo de cine se mantuvo hasta comienzos de los setenta, pero su influencia aún puede notarse en el cine británico de nuestros días.






Datos.

Título Original: Look Back in Anger
Dirección: Tony Richardson
Año: 1959
País: Reino Unido
Intérpretes: Richard Burton, Claire Bloom, Mary Ure, Gary Raymond, Edith Evans, Glen Byam Shaw, Phylis Neilson-Terry, Donald Pleasence
Duración: 98 min.

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