lunes, 22 de diciembre de 2014


LA CASA EN LA SOMBRA





Intro.

Cuan rápido cambian nuestros rostros. Son como las estaciones. Cambiamos y no nos damos cuenta, siempre creemos sostener el mismo rostro, la misma discreta alegría, la no tan oculta tristeza… el mismo rostro. Y ahora somos estaciones.







Cuerpo.

Nicholas Ray fue un director americano de gran apreciación durante su tiempo por parte de sus pares europeos. Sus obras fueron ciertamente exitosas, logrando la aceptación del público y crítica pero de una manera tenue, siendo más visto como un director creando en Hollywood que uno más independiente y de raíces propias. Su consagración llegaría en 1955 por Rebelde sin Causa, una de las tres importantes apariciones de James Dean en la gran pantalla, lo que le mostraría un pico de rendimiento difícil de superar. Su errático comportamiento y ciertas controversias harían que fuera un producto pasado en Hollywood, llegando a dirigir solamente hasta comienzos de los años sesenta.






Pero en Francia y con la formación de la nouvelle vague, Nicholas Ray sería reivindicado. En los años sesenta y bajo la atenta mirada de críticos y futuros directores como Francois Truffaut y Jean-Luc Godard, la obra de Ray fue vista como revolucionaria y varios estudios fueron publicados en la influyente revista Cahiers du Cinéma. Muchas películas de Ray fueron revisadas desde aspectos no antes mencionados como Johnny Guitar, Más Poderoso que la Vida, Rebelde sin Causa, entre otras. La visión de Ray era la del director comprometido a crear más allá de lo que Hollywood le permitía, enfatizando el lado psicológico de los personajes y proponiendo lecturas secundarias dentro de la trama, agregando así profundidad a sus productos. Los franceses no dejaron de aclamar a Ray, siendo una de las fuentes de sus futuros proyectos.






Dentro de las etapas de Ray se encuentra su incursión al film noir. Varias películas fueron hechas bajo esta corriente en los años cuarenta y cincuenta, de las cuales destacan dos de un logro destacado: En un Lugar Solitario (1950) y La Casa en la Sombra. Esta última cuenta con el guión de A. I. Bezzerides, de una novela de Gerald Butler. La película cuenta con las actuaciones estelares de Robert Ryan e Ida Lupino. Junto a ellos, un reparto secundario interesante, entre los que destacan Ward Bond, Ed Begley, entre otros. La película tendría diversas opiniones, considerándola dentro del film noir como un intento válido de su director, valorada más por su toque estilístico. Su valoración posterior ha sido mucho más generosa, y La Casa en la Sombra se ha convertido en un clásico de la corriente.






Desde el aspecto psicológico, la película nos muestra dos personajes nutridos: un hombre negándose ante el mundo y una mujer negada ante el mundo. Estas ramificaciones se observan y se traducen tanto en la cinematografía como en el parlamento. Los rasgos de estos personajes, y aquellos que complementan su contexto, son muestras de la profundidad con que el director busca nutrir a sus personajes, esa necesidad de entregarnos historias pasadas y futuras de estos sin la necesidad de mostrarlo en pantalla. Sus razones no son derivadas de aspectos ajenos a ellos, sino que se trata de la respuesta precisa y racional de hombres y mujeres atrapados en sus propios laberintos mentales, pero que a través de sus propios encierros encuentran llaves al relacionarse entre ellos y entender carencias ajenas, y así, sus propias.







Datos.

Título Original: On Dangerous Ground
Dirección: Nicholas Ray
Año: 1951
País: Estados Unidos
Intérpretes: Isa Lupino, Robert Ryan, Ward Bond, Charles Kemper, Anthony Ross, Ed Begley, Ian Wolfe, Sumner Williams, Gus Schilling, Frank Ferguson, Cleo Moore, Olive Carey
Duración: 82 min.

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