VIAJE
A ITALIA
Intro.
¿Necesitas
un viaje para entender tu mundo? ¿Cómo puedes hablar cuando las palabras no te
pertenecen? Afuera hay otro mundo más hostil, más peligroso y solamente
entiendes poco. Pero también hay vidas antes que tú que han formulado las
mismas preguntas y han dejado las mismas respuestas. ¿Quién eres tú en esta
infinita cadena? ¿Quién eres para no sentir miedo?
Cuerpo.
“Ví sus
películas Ciudad Abierta y Paisa, y me gustaron mucho. Si necesita una actriz
sueca que hable inglés muy bien, que no haya olvidado su alemán, que no es muy
entendible en francés y que en italiano solamente sabe ‘ti amo’, estoy
dispuesta a ir y hacer una película con usted”. Es así como, a través de esta
carta que la relación entre Roberto Rossellini e Ingrid Bergman comenzaría. Por
un lado fue una gran colaboración artística, demostrando una gran sensibilidad
y compatibilidad en las obras que surgieron y por otro, el escándalo frente al
adulterio de ambos, siendo un punto de crítica aún más exacerbado cuando
Bergman quedo embarazada. Todo ese rollo mediático condenó a ambos en Estados
Unidos y su triunfo artístico quedo encasillado en Europa, siendo de un mayor
relieve posterior dentro de la obra del director italiano.
Rossellini
empezó su carrera a finales de los años treinta, pero sería a los mediados de
los cuarenta con el nacimiento del neorrealismo italiano y con Roma Ciudad
Abierta (1945), en donde sería reconocido mundialmente. Rossellini sería parte
importante del movimiento y comenzaría a fomentar su gran carrera con entregas
decisivas. El director italiano pasaría por diferentes etapas en donde
incluiría a Bergman en sus procesos. Ambos lograrían seis películas en cinco
años.
Bergman
comenzó siendo una joven promesa en Suecia, lo que la llevaría a Hollywood a
finales de los años treinta. Después de algunas películas llegaría Casablanca
(1942), una producción que no parecería marcar pauta en un inicio pero que
terminaría convirtiéndola en un rostro inolvidable y decisivo en el cine,
acercándola a más grandes producciones y artistas de su tiempo, como lo sería
Alfred Hitchcock. Pero entrando a los años cincuenta su relación con Rossellini
terminó su periplo en Estados Unidos y comenzaría una fructífera etapa en
Europa para su posterior reposición en Hollywood en 1956 con Anastasia. Durante
las siguientes dos décadas su trabajo sería muy profesional dividiéndolo en
cine, teatro y televisión.
Viaje a Italia
es considerada la mejor entrega de la colaboración Rossellini-Bergman. Su toque
humanista así como las actuaciones nos muestra la terrible decadencia de un
matrimonio en su etapa más crítica. Esta pareja es conformada por Bergman y
George Sanders. Sanders era un gran actor de carácter con un variado número de
performances en Hollywood, lo que incluiría un Oscar a mejor actor de reparto
por Eva al Desnudo (1950). A veces era inusual que actores ceñidos a Hollywood
hicieran filmes fuera de este pero solía suceder, además era una elección
particular de Rossellini por el talento demostrado. Pero la manera de conducir
del director italiano era algo no esperado por Sanders. Bergman tampoco estaba
acostumbrada a este tipo de dirección pero ya había trabajado en varias
producciones con Rossellini. Más asentado a las estructuras inamovibles de
Hollywood, Sanders tuvo que lidiar con un director encerrado en sus propios
métodos, imposible de confraternizar y cuya regla era construir en el momento y
en donde el actor se sienta motivado a partir de su propia angustia. Es
conocido el drama personal de Sanders en cuanto a la filmación, lo que lo llevó
a ciertos episodios depresivos.
Rossellini
aplicaba la problemática de la vida y la realidad en sus filmes. Viaje a Italia
es un intenso recorrido a una ciudad casi olvidada como paralelo a una relación
que se desmorona, que fue efectivamente lo que pasaba con su matrimonio y con
el matrimonio de Sanders con Zsa Zsa Gabor. El filme es parte del enfoque
realista, demostrando los defectos de una pareja plenamente destruida,
solamente que nadie es digno de reconocerlo. Como un buen ejemplo de la ficción
imitando a la realidad, Rossellini recrea el guion demostrando todas las
incapacidades de dos seres humanos ante lo inevitable, pero al mismo tiempo demuestra
esa incapacidad del ser humano por dejar todo atrás, por atarse a la monotonía
y por entender que los significados no son aquellos que mantenemos en nuestra
memoria por años, si no aquellos que vamos descubriendo mientras envejecemos.
Esta difícil relación de lo que fue, lo que no es y de lo que no sabemos que
será, pone en relieve el miedo personal, la soledad, la alienación y ese duro
golpe de pasar por una crisis personal mientras el mundo sigue girando tal
cual.
La película
sería un fracaso comercial, teniendo que esperar un año para encontrar un
distribuidor. Descartada por críticos italianos e internacionales, los únicos
que vieron en esta película un toque de distinción fueron los críticos
franceses de Cahiers du Cinéma, encabezados por Truffaut y Godard. Llamada por
ellos como “la primer película modernista”, Viaje a Italia es una
experimentación algo calculada de Rossellini debido a que el director italiano
no era un planificador nato, sino un creador buscando motivos incluso al
momento de filmar. La poca recepción de la película también lo señalaría
culpable por quitarle a Bergman la posibilidad de explotar todo su potencial en
Hollywood. Pero el tiempo terminaría dándole la razón. Todo su período con
Bergman es ahora parte de un ciclo del director italiano en donde su compromiso
parte por presentar la humanidad de sus personajes y su angustia ante un mundo
moderno que no los comprende. Viaje a Italia está considerada como uno de los
mejores productos de Rossellini, siendo parte del inmortal legado de una Italia
en el cierre de un gran movimiento y la última gran colaboración de Rossellini
con Bergman, que se divorciarían en 1957.
Datos.
Título
Original: Viaggio in Italia
Dirección: Roberto
Rossellini
Año: 1954
País: Italia
Intérpretes: Ingrid Bergman, George Sanders, Maria Mauban, Anna
Proclemer, Paul Müller, Leslie Daniels, Natalia Ray, Jackie Frost
Duración: 97
min.