METRÓPOLIS (II)
Intro.
Una
ciudad construida desde sus cimientos es el paso de la tecnología en el hogar
de todos. Palabras que se lleva el viento. Revoluciones que no terminan de
crearse. Un niño que no nace. Toda la maquinaria que levanta muros, construye
calles e intenta tocar el cielo con cuerpos inanimados se encuentra en peligro
porque ante tanta monotonía alguien ha colocado un pensamiento y es un
pensamiento lo que todos tememos.
Cuerpo.
Dentro
de estos efectos especiales hay que tomar en cuenta uno que sería un emblema
para futuras generaciones. La llamada maschinenmensch o máquina humana, es la
versión robótica del personaje María. La peculiaridad de esta invención por
parte del científico Rotwang es que el robot tenía dos versiones, su parte
robótica y su parte humana que presentaba a una María despiada, interpretada
por Brigitte Helm. Hacer este papel fue toda una dificultad para la actriz
alemana quien debía someterse a la pesada estructura creándole bastante
incomodidad, aunque las tomas del robot serían pocas. En la novela el robot
sería destruido mientras que en la película su destrucción no es clara, dejando
abierta la posibilidad que haya sobrevivido. Su creación es peculiar, en parte
como un emblema de la amante muerta de Rotwang, aunque esto no es claro, y a
partir de un material nuevo denominado como “madera plástica”. En el filme
sería simplemente llamada María pero en la novela de von Harbou su nombre era
Futura y se convertiría en el primer robot en parecer en pantalla.
La
distribución de la película no sería nada fácil, menos aún en Estados Unidos donde
el filme fue denegado por cuestiones de duración y de temáticas. La censura
siempre fue algo con lo cual los filmes europeos debían lidiar, sobre todo
cuando se toma cuestiones religiosas y políticas que se podían interpretar como
“un mal mensaje” para la audiencia. En el caso de Metrópolis ello se vería
reflejado en una reducción del material, lo que conllevaría a la futura pérdida
de ciertas escenas. Posteriormente se trató de preservar un poco la
originalidad del filme llevándolo siempre a la duración exacta pero el daño ya
estaba hecho y se necesitarían demasiados años para lograr un resultado casi
decente.
Durante
la década de los años setenta y ochenta se logró restaurar el filme con mayor
precisión y el interés por otras figuras, sobre todo en el aspecto musical. Varios
artistas reconocidos del medio musical encontraron en Metrópolis una fuente de
inspiración y experimentación, lo que conllevaría a futuros proyectos con
resultados bastante respetados. Lang fue muy crítico con su obra, viendo en la
influencia de von Harbou y el partido nazi como algo negativo y por lo tanto,
no queriendo que su película se viera afectada por ello decidió simplemente no
darle importancia. El maestro alemán no buscaría una mejor reinterpretación de
su obra luego de sus cortes, no interviniendo en el destino del filme. Como
antes mencionado, su mayor restauración ocurriría en el 2010. Lang moriría en
1976 sin ver su obra restablecida.
La
importancia de Metrópolis en el cine es inconmensurable. No solo se trata de
una película que es el motor iniciador para tantos aspectos técnicos, pero es
un grito libertario sobre los procesos humanos en donde el enriquecimiento y el
“avance” de la sociedad solo nos demuestra que su real significado es la
subyugación de una porción de dicha sociedad bajo otra. Los motivos artísticos
en Metrópolis también son importantes, es la simple adquisición de fuentes
importantes en el arte, siendo Antonio Sant’Elia una decisiva contribución,
para poder llegar a algo original. A ello se le suma la pericia de Lang para
imponer una categoría distinta en el cine. Como muchos de sus contemporáneos
alemanes, Lang supo retroalimentarse y poner un sello único al mismo estilo que
Murnau, Wiene y otros. Lo que erige a Metrópolis es la diferencia que crea con
sus pares al introducir un tema tan humano dentro de un contexto de adelanto
tecnológico (tanto en el tema como en la creación del filme) y proponer ciencia
ficción cuando este no era tema típico en el cine. Ello también le adjudicó el
privilegio de ser la primera película designada por la Unesco como parte del
programa Memoria del Mundo, que reúne patrimonio cultural mundial debido a su relevancia
e influencia bajo un riguroso método de selección.
Datos.
Título
Original: Metropolis
Dirección: Fritz
Lang
Año: 1927
País: Alemania
Intérpretes: Gustav
Fröhlich, Brigitte Helm, Alfred Abel, Rudolf Klein-Rogge, Heinrich George,
Fritz Rasp, Theodor Loos, Erwin Biswanger
Duración: 153
min.
No hay comentarios:
Publicar un comentario