viernes, 6 de febrero de 2015


METRÓPOLIS (II)




Intro.

Una ciudad construida desde sus cimientos es el paso de la tecnología en el hogar de todos. Palabras que se lleva el viento. Revoluciones que no terminan de crearse. Un niño que no nace. Toda la maquinaria que levanta muros, construye calles e intenta tocar el cielo con cuerpos inanimados se encuentra en peligro porque ante tanta monotonía alguien ha colocado un pensamiento y es un pensamiento lo que todos tememos.






Cuerpo.


Dentro de estos efectos especiales hay que tomar en cuenta uno que sería un emblema para futuras generaciones. La llamada maschinenmensch o máquina humana, es la versión robótica del personaje María. La peculiaridad de esta invención por parte del científico Rotwang es que el robot tenía dos versiones, su parte robótica y su parte humana que presentaba a una María despiada, interpretada por Brigitte Helm. Hacer este papel fue toda una dificultad para la actriz alemana quien debía someterse a la pesada estructura creándole bastante incomodidad, aunque las tomas del robot serían pocas. En la novela el robot sería destruido mientras que en la película su destrucción no es clara, dejando abierta la posibilidad que haya sobrevivido. Su creación es peculiar, en parte como un emblema de la amante muerta de Rotwang, aunque esto no es claro, y a partir de un material nuevo denominado como “madera plástica”. En el filme sería simplemente llamada María pero en la novela de von Harbou su nombre era Futura y se convertiría en el primer robot en parecer en pantalla.





La distribución de la película no sería nada fácil, menos aún en Estados Unidos donde el filme fue denegado por cuestiones de duración y de temáticas. La censura siempre fue algo con lo cual los filmes europeos debían lidiar, sobre todo cuando se toma cuestiones religiosas y políticas que se podían interpretar como “un mal mensaje” para la audiencia. En el caso de Metrópolis ello se vería reflejado en una reducción del material, lo que conllevaría a la futura pérdida de ciertas escenas. Posteriormente se trató de preservar un poco la originalidad del filme llevándolo siempre a la duración exacta pero el daño ya estaba hecho y se necesitarían demasiados años para lograr un resultado casi decente.





Durante la década de los años setenta y ochenta se logró restaurar el filme con mayor precisión y el interés por otras figuras, sobre todo en el aspecto musical. Varios artistas reconocidos del medio musical encontraron en Metrópolis una fuente de inspiración y experimentación, lo que conllevaría a futuros proyectos con resultados bastante respetados. Lang fue muy crítico con su obra, viendo en la influencia de von Harbou y el partido nazi como algo negativo y por lo tanto, no queriendo que su película se viera afectada por ello decidió simplemente no darle importancia. El maestro alemán no buscaría una mejor reinterpretación de su obra luego de sus cortes, no interviniendo en el destino del filme. Como antes mencionado, su mayor restauración ocurriría en el 2010. Lang moriría en 1976 sin ver su obra restablecida.





La importancia de Metrópolis en el cine es inconmensurable. No solo se trata de una película que es el motor iniciador para tantos aspectos técnicos, pero es un grito libertario sobre los procesos humanos en donde el enriquecimiento y el “avance” de la sociedad solo nos demuestra que su real significado es la subyugación de una porción de dicha sociedad bajo otra. Los motivos artísticos en Metrópolis también son importantes, es la simple adquisición de fuentes importantes en el arte, siendo Antonio Sant’Elia una decisiva contribución, para poder llegar a algo original. A ello se le suma la pericia de Lang para imponer una categoría distinta en el cine. Como muchos de sus contemporáneos alemanes, Lang supo retroalimentarse y poner un sello único al mismo estilo que Murnau, Wiene y otros. Lo que erige a Metrópolis es la diferencia que crea con sus pares al introducir un tema tan humano dentro de un contexto de adelanto tecnológico (tanto en el tema como en la creación del filme) y proponer ciencia ficción cuando este no era tema típico en el cine. Ello también le adjudicó el privilegio de ser la primera película designada por la Unesco como parte del programa Memoria del Mundo, que reúne patrimonio cultural mundial debido a su relevancia e influencia bajo un riguroso método de selección.






Datos.

Título Original: Metropolis
Dirección: Fritz Lang
Año: 1927
País: Alemania
Intérpretes: Gustav Fröhlich, Brigitte Helm, Alfred Abel, Rudolf Klein-Rogge, Heinrich George, Fritz Rasp, Theodor Loos, Erwin Biswanger
Duración: 153 min.

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