METRÓPOLIS (I)
Intro.
Una
ciudad construida desde sus cimientos es el paso de la tecnología en el hogar
de todos. Palabras que se lleva el viento. Revoluciones que no terminan de
crearse. Un niño que no nace. Toda la maquinaria que levanta muros, construye
calles e intenta tocar el cielo con cuerpos inanimados se encuentra en peligro
porque ante tanta monotonía alguien ha colocado un pensamiento y es un
pensamiento lo que todos tememos.
Cuerpo.
Fritz
Lang y Metrópolis son un momento total en el cine. Con un impresionante
despliegue en el cine mudo, el director alemán empezó a forjarse una carrera
vital en el séptimo arte. Acompañado después por Thea von Harbou como guionista,
la pareja empezaría a tejer los hilos de lo que sería una de las más grandes
películas mudas de todos los tiempos. Totalmente revolucionaria, Metrópolis
significó el triunfo más grande de Lang, apoyado por brillantes entregas en los
años veinte como El Doctor Mabuse o Los Nibelungos, y por una capacidad ya
demostrada de como crear su propio estilo en esta etapa silente. Lang rompería
esquemas, siendo la primera película de ciencia ficción y la película más
costosa de su tiempo.
Debido
a la complejidad de la película y su extensión (la película original dura
alrededor de dos horas y media), Metrópolis fue recibida con críticas diversas,
en donde se destacó tanto la historia como los efectos y esa noción moderna de
la ciencia ficción, primera vez explorada en un largometraje. Como muchas películas
mudas, Metrópolis sufrió el paso del tiempo y la pérdida del material original,
para llegar a una posterior reconstrucción. Muchos intentos se hicieron por
mantener la visión original de Lang pero la gran parte del material estuvo
perdido por décadas, logrando paulatinamente restablecer la película a un 95%.
En el 2008 se encontró en Argentina una porción del filme, lo cual la dejaría
prácticamente completa luego de décadas de descubrimientos y restructuraciones.
La restauración final se hizo en el 2010.
Thea
von Harbou escribió la novela de donde nacería Metrópolis. Ella junto a Lang
reescribieron el guión, el cual pasaría por múltiples cambios. A pesar de contar
con un presupuesto moderado, la película incrementaría sus costos debido a las
dificultades de la filmación, lo cual tomaría más de un año. Lang era un
director severo y perfeccionista, demandando retomas de escenas y creando
situaciones que exigían demasiado físicamente de sus actores. Escenas con
inundaciones y fuego estaban previstas pero en búsqueda de un mayor realismo,
Lang sometía a presiones arduas para que el resultado sea más creíble. Esto crearía
tensión dentro del reparto, más aún cuando la mayoría carecía de experiencia en
el cine.
Uno
de los puntos clave de Metrópolis era los efectos especiales. En plena etapa
muda, los efectos especiales eran incipientes en su mayoría y contaban con artistas
que ingeniaban como crear nuevas técnicas para sorprender al público. El
encargado sería Eugen Schüfftan. El especialista usaría algunos trucos ya adaptados
en otras películas como la miniaturización, movimientos inusuales de cámaras,
sobreposición, pero la innovación se debe a lo que ahora se conoce como el
proceso Schüfftan. Cuando trabajaban con construcciones en miniatura, Lang
deseaba insertar a los actores en dichas tomas y Schüfftan creo un método bajo el
uso de espejos en el cual a través de ángulos y posiciones correctas de los
actores podía reflejar esta imagen para que encajaran perfectamente en la toma,
logrando el efecto de creer que los actores se encontraban en dichas
construcciones. El proceso puede ser invertido para que sean las construcciones
que sean reflejadas en un espacio ocupado por los actores.
Datos.
Título
Original: Metropolis
Dirección: Fritz
Lang
Año: 1927
País: Alemania
Intérpretes: Gustav
Fröhlich, Brigitte Helm, Alfred Abel, Rudolf Klein-Rogge, Heinrich George,
Fritz Rasp, Theodor Loos, Erwin Biswanger
Duración: 153 min.
Duración: 153 min.
No hay comentarios:
Publicar un comentario