martes, 20 de febrero de 2018


SAMURAI III



Intro.

La leyenda de un hombre se inscribe en su pasado. En esos pasos torpes y lentos la piedra no demuestra sus cambios y sus futuras líneas. Como un animal desbocado corta el viento y las letras sin advertir las enseñanzas del hombre y de la naturaleza. Pero como un ser en crecimiento llegará el momento en que empiece a escuchar todos los sonidos y que empiece a comprender todos los momentos. El nacimiento de un hombre se erige ante nosotros y su presente es ahora aparecer ante todos sus antepasados.






Cuerpo.

Toshiro Mifune es el actor más importante del cine japonés. Su carisma, su asociación con Kurosawa, su presencia con los mayores directores de su país y su capacidad de interpretación lo hace uno de los mejores en la historia del cine. Sus comienzos con Kurosawa lo mostraron como una pieza clave y llamativa en El Ángel Ebrio (1948) y El Perro Rabioso (1949), entre otras entregas. Kurosawa no parará en elogios con respecto al multifacético Mifune y a partir de allí solamente será paso a paso hasta la cumbre. Sus colaboraciones con Inagaki serán mayores que con Kurosawa pero el lanzamiento de Rashomon en 1950 cambiaría la visión del cine japonés mundialmente y para sus involucrados. Mifune se convertiría en una estrella, en uno de los actores más respetados y reconocidos de la industria.






Un rostro que será conocido en esta segunda entrega es el de Koji Tsuruta, quien interpreta al rival de Musashi. Tsuruta, quien divide su tiempo como cantante y actor, se mostrará como un trabajador eficiente en este papel aunque se verá encasillado en este género y cuando la tónica empieza a cambiar en Japón en los sesenta y setenta no tendrá cabida en otros tipos de drama. Kaoru Yachigusa, la fiel Otsu, es una actriz de pocas apariciones que se mueve entre el cine y la televisión y cuyos reconocimientos llegaron en su madurez pero su mayor logro en el cine es su aparición en esta trilogía.






La conclusión de la trilogía es el duelo final entre rivales que son impresionantes samurái. Miyamoto Musashi y Kojiro Sasaki han dilatado este enfrentamiento pero es el lógico final del filme, aunque el desenlace aún se presenta como una incógnita. La tercera entrega, titulada también como El Duelo en la Isla Ganryu, nos propone desde un comienzo a un Musashi mucho más centrado y acorde con la ideología del samurái… con la excepción que el amor aún lo desconcierta. Bajo este dilema también se encuentra Otsu, quien no ha entendido los avances de su amado. Este conflicto nos preparará para una nueva forma de ver la vida de Musashi, quien decide aceptar el duelo de Sasaki a la vez que ayuda a unos pobladores a lidiar con unos bandidos.






La trama vuelve un poco al principio, presentándonos una vez más al amante de la madre de Akemi y el destino de ambas. En esta etapa el paralelo de personajes solamente se centra en los dos guerreros, siendo Musashi el de la historia más compleja. Mientras Sasaki está logrando colocarse como un samurái respetado, algo que buscaba, Musashi se ve en un ambiente más apacible pero que se irá complicando con la llegada de Otsu y de Akemi. Después de resueltos los conflictos personales y cerrando algunos subtemas, es el momento final del duelo y la confirmación del amor entre la dureza del guerrero y la tímida esperanza de su amada.






Hiroshi Inagaki ya había realizado una trilogía sobre el personaje secundario de Kojiro Sasaki y su comodidad para este tipo de entregas se vería materializado no solamente en su trilogía más famoso, sino volviendo a estos personajes en otras entregas. Las películas de samurái y dramas de época hicieron a Inagaki un director consagrado pero dicha capacidad no pudo traspasarla a otros géneros y menos aún pudo entender los cambios del cine japonés de las siguientes décadas. La trilogía se muestra como una superproducción en tecnicolor de lo más agradable (sobre todo con las nuevas restauraciones), alabando el juego de paisaje y cámara bajo la mano de Jun Yasumoto. Estamos ante una película muy detallista donde, desde los actores secundarios, el vestuario y el maquillaje, se nos muestra una muy pensada producción basada en la novela de Eiji Yoshikawa sobre la vida del personaje histórico Miyamoto Musashi. Estamos ante una entrega digna del género de samurái con la complicidad de un director en su mejor contexto y actores de relieve.






Datos.

Título Original: Miyamoto Musashi Kanketsuhen: Ketto Ganryujima
Dirección: Hiroshi Inagaki
Año: 1956
País: Japón
Intérpretes: Toshiro Mifune, Koji Tsuruta, Kaoru Yachigusa, Michiko Saga, Mariko Okada, Takashi Shimura, Minoru Chikai, Takamaru Sasaki, Daisuke Kato, Haruo Tanaka, Kichijiro Ueda, Kokuten Kodo, Ikio Sawamura
Duración: 105 min.


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