SIN
SALIDA
Intro.
Es repugnante,
realmente repugnante. Toda aquella historia de amor que no se basa en el amor y
que no debería acabar como una historia de amor es realmente repugnante.
Entonces, ¿por qué se cuenta como una historia de amor? ¿Por qué buscamos esas
miradas comprometedoras? ¿Por qué buscamos esos encuentros casuales? ¿Por qué
buscamos esa complicidad del destino? ¿Por qué cerramos los ojos fuertemente
cuando besamos sin mayor decisión pero con tanta pasión? Porque es la forma más
romántica de presenciar aquello que nos apasiona pero de lo cual no sabemos
absolutamente nada.
Cuerpo.
La nouvelle
vague sería un movimiento artístico encabezado por Truffaut y Godard en los
cincuenta, partiendo ellos como críticos de la revista Cahiers du Cinéma. Su
rol contestatario contra cierto sector de la tradición francesa, así como su
apego a cierto cine de otros lares, sobre todo algunas gemas perdidas del
western y el film noir estadounidense, el cual lograrían poner de moda, los
configuraría como un grupo de intelectuales y temerarios, sin miedo a decir su
pensamiento y a probarlo en pantalla a través de sus análisis. Esto les
generaría diversas discusiones con directores costumbristas franceses, pero a
través de sus películas darían a conocer los preceptos de su corriente, los
cuales no parecían seguir ninguna regla de sus antecesores. Las primeras
películas del movimiento serían un éxito por parte de Claude Chabrol y
llegarían a tener un despliegue internacional con Los 400 Golpes (1959) de
Truffaut para un año después tener el primer largometraje de Godard.
Con solo su
primera película, Godard se volvería un referente de la nouvelle vague y del
cine mundial. Godard es considerado el director más influyente de la nouvelle
vague, y su atrevimiento para dirigir y narrar destruyendo la lógica y los
convencionalismos, sería su carta de presentación poderosísima durante la
década de los sesenta. Sin Salida se mostró como un nuevo triunfo, después de
Los 400 Golpes, poniendo al movimiento en todo lo alto del cine francés y
adquiriendo fama internacional. Sus subsiguientes entregas seguirían retando al
público y denotando sus ideas políticas y artísticas, las cuales siempre
demostraban la originalidad del director francés. A esta le seguirían otras
grandes muestras como Vivir su Vida (1962), El Desprecio (1963), Banda Aparte
(1964), Alphaville (1965), Pierrot el Loco (1965), Masculino, Femenino (1966),
Dos o tres cosas que yo sé de ella (1966), Week-end (1967), entre otras.
La película
nos presenta en el rol protagónico a Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg. Belmondo
era un joven que recién comenzaba en el cine y que tendría en esta su despliegue
internacional. Godard había trabajado
con él en un cortometraje y lo escogió para su primera entrega. Decidido,
atrevido, con su imagen de galán y al mismo tiempo de chico rudo, Belmondo
encajaría bien en la nouvelle vague y desarrollaría una carrera plena, con
grandes logros y al lado de los directores más célebres de su país. Por su
parte, Jean Seberg obtendría el rol gracias a su esposo Francois Moreuil y a
que sus primeras actuaciones en Hollywood recibieron muchas críticas por su
falta de experiencia, lo cual la llevaría a Europa. Seberg, quien sería un personaje
controvertido por su asociación con las Panteras Negras y la investigación
incesante del FBI, se convertiría en un célebre rostro en Francia y para la
nouvelle vague. Lastimosamente no conseguiría roles más destacados y moriría a
los cuarenta años de un posible suicidio.
Sin Salida, también conocida como Al filo de la escapada, comenzó como un proyecto de Truffaut acerca de un artículo de un diario en
donde se relataba la historia de un hombre que por ir a ver a su madre enferma
terminó atropellando a un policía motorizado. Truffaut conversaría con Chabrol
para realizar el proyecto pero nada se concretó. Posteriormente, ambos
apoyarían a Godard para realizar la película y debido a que ya eran reconocidos
en el medio por sus primeras películas, lograron tener un financiamiento
aceptable. Godard empezó a crear el guion a la marcha, creando motivos y
escenas a medida que filmaba. Para él se trataba de contar la historia de “un
muchacho que piensa en la muerte y una chica que no piensa en ello”. Godard incorporaría
muchas temáticas actuales e influencias en el filme. Desde una mujer que vende números
de Cahiers du Cinéma, el director Jacques Rivette como un muerto, la
fascinación del personaje principal por Humphrey Bogart cuyas películas se
estrenan en las salas de cine donde llegan, nombres de personajes de otros
filmes, entre tantas otras, Godard busca quebrar con la temática usual y así
recrear una noción diferente del cine.
Sin Salida
sería un éxito total. Belmondo sería lanzado a la fama. Seberg sería la musa
europea cautivante del momento. La nouvelle vague florecía en todo su
esplendor. Godard se ubicaba como uno de los directores más originales y
atrevidos del planeta. El filme nos muestra una relación amorosa y de fuga sin
precedentes. Los personajes no presentan una normalidad habitual y sus
motivaciones siempre nos mantienen con esa duda existencial si realmente saben
lo que quieren. La historia de amor es una mezcla de costumbre, sexo,
modernidad y desamparo de unos años sesenta sin dirección. La conclusión del
filme es la esencia misma del movimiento: dudas existenciales, el desparpajo de
no admitir nada y aún así demostrar una intencionalidad no definida, es aquello
a lo que Godard aspiraba y que explotaría durante toda la década de los
sesenta, revitalizando la idea de que el cine es arte pero solamente de la mano
de artistas.
Datos.
Título
Original: À Bout de Souffle
Dirección: Jean-Luc
Godard
Año: 1960
País: Francia
Intérpretes: Jean-Paul
Belmondo, Jean Seberg, Daniel Boulanger, Henri-Jacques Huet, Roger Hanin, Van
Doude, Liliane Dreyfus, Michel Fabre, Jean-Pierre Melville, Claude Mansard,
Richard Balducci
Duración: 87 min.
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