EL
HOMBRE DEL CARRITO
Intro.
La
sensibilidad en muchos casos está oculta en una gruesa coraza y la inteligencia
no está atada a los sentimientos. La esencia de un hombre equivocado se
disuelve en los dramas presentados por la vida y aquellos que no son dignos son
los primeros en demostrar humanidad. ¿Cómo poder utilizar tus capacidades
cuando no tienes la inteligencia para demostrarlo? E incluso con estas
particularidades, la grandeza de un hombre se demuestra en los pocos actos que
deja en su legado.
Cuerpo.
Hiroshi
Inagaki fue un director japonés que se desarrolló a finales de los años veinte,
teniendo pocas entradas en su haber pero en 1943 crearía una película
memorable, El Hombre del Carrito. La película sería una de las más populares de
ese año en Japón y le daría cierto brillo a su director. Inagaki sería conocido
por sus entradas sobre los samuráis y películas de época, lo que lo llevaría a
la gloria en la época de los cincuenta cuando crea su Trilogía del Samurái con
el gran Toshiro Mifune a la cabeza. Esto le llevaría a mayor control en sus
producciones y en 1958 se propondría hacer una nueva versión de El Hombre del
Carrito.
La película se
basaba en la novela de Shunsaku Iwashita. La novedad en esta versión sería el
uso del color y en el reparto. Inagaki conseguiría a actores célebres para
recrear esta historia melancólica de amor y trataría en la medida de lo
posible, modernizarla pero manteniendo la esencia de la misma. La historia de
un ser noble pero sin educación y de un estrato más bajo que representa la
clase trabajadora demuestra ser más funcional ante una tragedia y a partir de ello,
se convierte en una figura clave en la vida de otros. El tacto de Inagaki para
contar la historia se basa en una sensibilidad para las escenas y en cierta
simpleza de estas al mismo tiempo, pero que se ve reforzado por las grandes
actuaciones de sus estrellas.
El rol
principal recae en el gran Toshiro Mifune. El mejor actor japonés de todos los
tiempos despliega su ya conocido carisma y fuerza interpretativa para
entregarse a un papel atípico pero bajo la dirección de un director con el cual
ya había logrado el éxito. Mifune desde su juventud demuestra una habilidad
única en la actuación, ante la cual incluso el gran Akira Kurosawa le rinde
homenaje. A su lado se encuentra una de las actrices japonesas más
representativas de su época, la bella Hideko Takamine. La actriz que incursionó
en el cine desde temprana edad era reconocida por sus roles dramáticos teniendo
un gran éxito con diversos directores como Keisuke Kinoshita pero sobre todo
con el que haría obras de gran calidad, con el maestro Mikio Naruse.
El reparto
secundario serían rostros conocidos dentro del imaginario popular por destacar
en diversas películas. Chishu Ryu es altamente reconocido por los dramas con Yasujiro Ozu,
sobre todo con Historia de Tokyo (1953). Choko Iida también sería una gran
colaboradora de Ozu, mientras que Nobuo Nakamura sería famoso por ser dirigido
tanto por Ozu como por Akira Kurosawa. Bokuzen Hidari sería otro regular de
Kurosawa. Muchos de estos actores tendrían carreras prolongadas y son figuras
reconocidas en una u otra película, ya que cuentan con tantísimas
colaboraciones. Y esto en realidad es el fuerte de dicha versión, su poderío
interpretativo, incluso en roles pequeños. Inagaki buscó a actores de una
calidad altísima que se combinaran en los roles principales y secundarios.
Datos.
Título
Original: Muhomatsu no Issho
Dirección: Hiroshi
Inagaki
Año: 1958
País: Japón
Intérpretes:
Toshiro Mifune, Hideko Takamine, Hiroshi Akutagawa, Chishu Ryu, Choko Iida,
Haruo Tanaka, Jun Tatara, Kenji Kasahara, Dump Matsumoto, Nobuo Nakamura,
Ichiro Arishima, Chieko Nakakita, Seiji Miyaguchi, Bokuzen Hidari
Duración: 103 min.
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