NOSFERATU
Intro.
Cuentan las
historias de un castillo y del conde que lo habita. Cuentan las historias de su
excéntrico comportamiento y sus oscuras motivaciones. Nadie se atreve a
divulgar mucho. Nadie quiere preguntarse qué es lo que sucede. Pero su imagen
vive en el terror que se produce en nuestras mentes y casi instintivamente
pasamos nuestra mano por nuestro cuello, rogando no ser uno de los infestados.
Nos ocultamos, rezamos y no mencionamos su nombre pero en nuestra mente seguirá
la figura del conde en busca de nuestra sangre.
Cuerpo.
El director
alemán Friedrich Wilhelm Murnau tendría su primer gran logro con Nosferatu, una
adaptación no autorizada de Drácula, la novela de Bram Stoker. Es en realidad
algo difícil calcular este triunfo ya que la película pasó desapercibida al
momento de su estreno y las complicaciones por temas legales terminaron por
sepultarla unos cuantos años. Así mismo, la capacidad de Murnau no puede ser
sopesada en una totalidad ya que de sus veintiuna películas como director, ocho
son filmes perdidos y otros solamente se conservan en partes. Pero eso no
minimiza la genialidad del director alemán, quien es considerado uno de los
grandes directores de todos los tiempos, creando películas inmortales como
Nosferatu, La Última Carcajada (1924), Fausto (1926) o Amanecer (1927).
La creación de
Nosferatu sería toda una problemática y la película pudo bien ser una más de la
lista de pérdidas en la filmografía de Murnau. El filme sería producido por el
estudio Prana Film que paradójicamente tendría en esta su única producción, ya
que tuvo que declararse en bancarrota para no verse afectada por los problemas
legales. El estudio estaba a cargo de Enrico Dieckmann y Albin Grau. Este
último era un seguidor del ocultismo y era su idea crear filmes de vampiros y
otras historias paranormales. Incluso llegaría a colaborar en cuanto a las
locaciones, el vestuario, la promoción, entre otros aspectos. El guion correría
a cargo de Henrik Galeen, uno de los grandes artistas del cine silente que
sería pieza clave en la creación del expresionismo alemán.
Drácula había
sido escrita por Bram Stoker en 1897. El escritor irlandés moriría en 1912 a
los 64 años y sería su viuda, Florence Balcombe, la encargada de ver por los
derechos de su obra. Murnau había creado la película bajo el guion de Galeen
sin ningún permiso al respecto, el filme mismo comienza con la acotación de ser
“una versión libre de Drácula de Bram Stoker”. Fuera de ello, Galeen cambiaría
los nombres de los personajes pero la historia es prácticamente la misma de la
novela. Balcombe recibiría una carta anónima comunicándole de la película, a lo
cual ella entablaría una demanda que buscaba una reparación civil y la entrega
de todos los negativos para ser destruidos. Balcombe ganaría el juicio pero la
distribución de la película a diferentes países lograría su resurgimiento a
finales de los años veinte.
Otro de los
mitos de la película estaría centrado en su personaje principal. El conde Orlok
sería interpretado por Max Schreck. Un actor surgido del Teatro de Berlín,
uniéndose posteriormente a la compañía de Max Reinhardt para después dar su
salto al cine. Muchas historias se cuentan sobre este actor, unas incluso
llegan a señalar que Schreck era en verdad un vampiro. Sin duda alguna, el
comportamiento errático del actor proporcionó diversas leyendas, desde que para
compenetrarse con el personaje se quedaba durmiendo en el castillo, comía
animales del bosque y no se bañaba o no se sacaba el maquillaje. Sus continuos
silencios y sus caminatas largas por el bosque hacían de él alguien particular,
lo cual haría difícil el trabajo en la filmación. Otras historias señalan que
el actor nunca existió y que era el seudónimo de otro gran actor, Alfred Abel.
Nosferatu,
también conocida como Nosferatu: Una Sinfonía de Horror, tardaría años en ser
estrenada fuera de Alemania. Para su restauración se tuvo que recuperar algunas
de las copias no confiscadas por la viuda de Stoker para poder ser vista en su
totalidad. El culto sobre este filme crecería con los años y se destacaría no
solamente como una de las principales fuentes de lo que sería el expresionismo
alemán en los subsiguientes años veinte, sino también como un estandarte en las
películas de terror, que si bien distan mucho de ciertos tonos cuasicómicos y
muy apegados al cine mudo, crean fórmulas y efectos que se debe mucho a los
realizadores envueltos en el proyecto. Nosferatu es ahora una película de culto
siendo esencial en el expresionismo alemán, en el cine mudo, en el cine de
terror y en el cine experimental.
Datos.
Título
Original: Nosferatu, einer Symphonie des Grauens
Dirección: F.
W. Murnau
Año: 1922
País: Alemania
Intérpretes: Max
Schreck, Gustav von Wangenheim, Greta Schröder, Alexander Granach, Georg H.
Schnell, Ruth Landshoff, John Gottowt, Gustav Botz, Max Nemetz, Wolfgang Heinz,
Guido Herzfeld, Karl Etlinger, Fanny Schreck, Hardy von Francois, Albert Venohr
Duración: 94 min.
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