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EL
BAZAR DE LAS SORPRESAS
Intro.
Un
negocio mantiene a un grupo de personas de diferentes contextos juntos en un
espacio determinado. Ese espacio se mantiene por un tiempo fijo. Después cada
uno vuelve a su contexto original y no sabe más de ellos… hasta el siguiente
día donde deben volver a trabajar. Así se mantiene la rutina de los días
laborales. Durante ese tiempo muchos sentimientos pueden nacer a partir de la
relación entre estos trabajadores. A veces puede ser la simpatía… con el tiempo
puede nacer el amor… y con la sofocación puede nacer el disgusto, la
incomodidad... y el odio. Sí, el odio, puro y sincero.
Cuerpo.
Para
1940, Lubistch había pasado de sus dramas y comedias mudas a sus sofisticadas
comedias de enredos en Hollywood, logrando así la admiración y aclamación
internacional. Entregas como Un Ladrón en la Alcoba (1932), Una Mujer para Dos
(1933) o Ninotchka (1939), lo habían colocado como un director con
atrevimiento, que manejaba el uso de lo permitido y decente para jugar con sus
personajes atípicos en busca de sentimientos correctos de la manera equivocada.
El toque Lubistch estaba en su esplendor
y para calmar las aguas con cualquier controversia (y con el código de
decencia) una pequeña y sutil comedia romántica podía ser algo necesario en ese
momento de su carrera.
Este
entretenido ejercicio nos encuentra a James Stewart y Margaret Sullavan
enfrentados en lo que es el amor a ciegas. Stewart todavía no había llegado a
sus roles más influyentes, pero ya había probado ser un actor más que
competente con entregas como Mr. Smith va a Washington (1939) de Frank Capra y
al año siguiente estaría también en Historia de Filadelfia de George Cukor, por
la cual ganaría el Oscar (aunque era muy claro que fue otorgado por simpatía al
no ganar el año pasado ante Robert Donat). Stewart ya se estaba convirtiendo en
un rostro conocido y de capacidades actorales notables que ya se demostrarían
en Que Bello es Vivir (1946) o Winchester ‘73 (1950). A su lado se encontraba
su amiga y mentora, Margaret Sullavan. La actriz era una amante del teatro y
prefería estar en escena que frente a cámara. Su incursión en el cine solo
cuenta con dieciséis entregas, de las cuales cuatro comparte con Stewart. Una
actriz metódica, Sullavan tiene en El Bazar de las Sorpresas su mejor
interpretación. Su fuerte personalidad y su negativa por darle prioridad al
cine hizo complicada su relación con directores y colegas, pero su sincronía
con Stewart hizo de ellos una buena pareja.
Entre
los actores secundarios vemos el reconocido rostro de Frank Morgan como el mago
de Oz y el bastante funcional actor austriaco Joseph Schildkraut, quien ganaría
el Oscar a actor reparto en La Vida de Emile Zola. Otros actores más
reconocidos por su paso en la televisión serían Sara Haden y William Tracy.
Otros actores en roles menores aparecerían en diferentes producciones de
Lubistch como Felix Bressart, Charles Halton o Charles Smith. Lubistch sabía
escoger con cuidado su reparto y si bien los actores principales no estaban
disponibles en su momento, él supo esperarlos antes de comenzar la producción.
Lubistch también había adquirido los derechos de la comedia teatral Parfumerie
de Miklós László en 1938, yendo a diferentes estudios hasta que sus demandas
fueran absueltas.
Lo
que ahora aparece como una idea tan retomada, en su momento fue una novedad. Dos
personajes que se detestan en el trabajo, se muestran como personas sensibles
con sus intereses románticos. ¿La peculiaridad? Ambos se encuentran
sentimentalmente envueltos a través de cartas románticas, sin saber que a aquella
persona que odian en el trabajo es también ese amor platónico. Esta es la tesis
de esta comedia romántica de enredos en donde ambos personajes deben aprender a
encontrar a ese ser sensible en el otro a pesar de que su resentimiento es
genuino. Lubitsch todavía tenía algunas joyas en su futuro, pero problemas de
salud fueran alejándolo de la pantalla y de los éxitos hasta su inesperada
muerte en 1947 a los 55 años.
Datos.
Título Original: The Shop Around the Corner
Dirección: Ernst
Lubistch
Año: 1940
País: Estados
Unidos
Intérpretes: Margaret Sullavan, James Stewart, Frank Morgan, Joseph
Schildkraut, Sara Haden, Felix Bressart, William Tracy, Inez Courtney, Sarah
Edwards, Edwin Maxwell, Charles Halton, Charles Smith
Duración: 99
min.
FRANKENSTEIN
Intro.
Ser un Dios
entre los mortales. Crear algo que nunca nadie ha podido crear. Sentir todo el
poder de la naturaleza en mis manos. Sentir el poder de crear a mi propia
voluntad. Ahora está vivo. Está vivo porque así lo he deseado. Ahora este ser
es capaz de comprender que tiene un creador. Ahora su creador debe sentir que
es ser una criatura.
Cuerpo.
A comienzo de
los años treinta, Universal Pictures con problemas económicos no sabía que un
génerotan poco explorado sería la solución a todos sus dilemas. En esta etapa
empezaría lo que después se reconocería como los monstruos de Universal y cuya popularidad
se extiende hasta nuestros días. En 1931 el lanzamiento de Drácula con Bela
Lugosi culminó con una ganancia de 700 mil dólares. La apuesta había terminado
siendo la salvación del estudio y el productor Carl Laemmle Jr. empezó a
financiar lo que sería su próximo proyecto en el género del terror. Tomado de
la novela de Mary Shelley, Frankenstein se convertiría para los estudios en
este monstruo incapaz de hablar, con poco razonamiento y con esa imagen
reconocida por décadas, la cual mantendría el imaginario que la criatura
siempre tuvo esa imagen, desviándose de la forma original creada en la novela.
Carl Laemmle
Jr. fue parte de la producción del estudio en 1928, siendo su padre uno de los
fundadores de Universal. Sus mejores éxitos, al comienzo de su carrera
provinieron de las películas de guerra y el género de terror. Sin tenerlo
claro, la presentación de monstruos se volvió todo un legado que Laemmle
mantuvo y explotó de gran forma. A sus éxitos primarios siguieron La Momia
(1932), El Hombre Invisible (1934) y La Novia de Frankenstein (1935). Su
carrera se extendería hasta 1936. A pesar de los grandes éxitos, el estudio no
pudo lidiar con las perdidas económicas y tuvo que despedir tanto a padre como
a hijo.
El encargado
para llevar a Frankenstein a la pantalla fue James Whale. El director inglés
estaría siempre ligado al género del horror al dirigir tanto Frankenstein como
La Novia de Frankenstein, además de El Hombre Invisible. Un director excéntrico,
Whale tuvo una prolífica carrera en Hollywood, lo cual lo llevó a una vida
destendida gracias a sus éxitos y a poder producir proyectos propios, los
cuales alternó entre triunfos y modestas entregas. Sus películas de guerra eran
de gusto de muchos, siendo uno de ellos el productor Laemmle. Se le permitió a
Whale elegir su próximo proyecto, él eligió Frankenstein para salir un poco del
género previo. Laemmle le otorgó esta concesión queriendo colocar a Lugosi en
el papel de la criatura, pero este la rechazó pensando que no tendría la misma
fuerza que Drácula, ya que sin parlamento no creyó que fuera un personaje
importante.
El papel del
monstruo recayó en Boris Karloff, un joven trabajador que comenzó desde el cine
mudo a ser parte de la maquinaria del cine y en donde tomaba cualquier rol de
extra que pudiera encontrar, mientras alternaba con otros trabajos para
subsisitir. Frankenstein sería su película número 82 y hasta ese momento su mayor
triunfo. La película lo haría una estrella de la noche a la mañana, siendo contradictorio
el hecho de no recibir créditos al comienzo del filme, un signo de
interrogación se dibujó cundo se trataba de averiguar quién interpretaba a la
criatura.
La película sería
un éxito total. Al igual que Drácula, el público se volcó a esta nueva entrega
de terror, ávidos a más películas de este tipo. Las ganancias no se hicieron
esperar, la crítica aclamó también esta nueva entrada en el género y Universal
se convirtió oficialmente en el estudio de los monstruos, a la espera de la
siguiente entrega. Muchos de los actores envueltos en estas producciones se
volvieron muy reconocidos rápidamente y figuras como el errático Colin Clive y
Dwight Frye fueron imágenes constantes del género. Mae Clarke tendría sus
primeros éxitos en este año, no solamente con Frankenstein sino también con
Enemigo Público junto a James Cagney. Por su parte, Karloff sería un ícono del
cine de horror, contribuyendo en numerosas películas en donde volvería al papel
de Frankenstein, así como el de Imhotep en La Momia e incluso como la voz del
Grinch en su etapa posterior.
Fuera del
éxito, la película tendría muchas controversias. Siendo una película creada
antes de la imposición del código de decencia, muchas partes fueran
posteriormente rechazadas en algunos estados de Estados Unidos debido a su
fuerte mensaje. Por mucho tiempo la escena en donde la criatrura arroja a una
niña al río y esta se ahoga, fue recortada debido a la imagen tan fría. Así
también, muchas referencias del doctor Frankenstein como si fuera Dios tampoco
fueran aceptadas en los estados más religiosos. Durante los primeros años,
Frankenstein sufrió de muchos cortes y de retransmisiones sin el material
original completo, pero eso no aminoró su popularidad, haciendo de la criatura
parte de un legado importante del cine de horror y de la comercialización de
los monstruos de Universal en diferentes formatos.
Datos.
Título
Original: Frankenstein
Dirección: James
Whale
Año: 1931
País: Estados
Unidos
Intérpretes: Colin Clive, Mae Clarke, John Boles, Boris Karloff, Edward
van Sloan, Frederick Kerr, Dwight Frye, Lionel Belmore, Marilyn Harris, Michael
Mark
Duración: 70 min.
LA
LLAVE DE CRISTAL
Intro.
Los antihéroes
no son formados por el amor, son simplemente la extraña coincidencia de
encontrarse en un mundo rodeado de maldad y en donde, con ciertas habilidades y
atractivo, pueden caminar libremente sabiendo que su aptitud ambivalente no
debe responder a nada en general. Es un alam libre sin tener que responder a
nadie. Y ahora, Veronica Lake.
Cuerpo.
Dashiell
Hammett fue un autor muy popular de novelas detectivescas a inicio de los años
treinta. Hammett había comenzado su periplo literario a través de historias
cortas en diferentes publicaciones, lo cual le fue ganando cierta reputación.
Si bien sus novelas serían bien vistas, fue en el momento cuando sus obras se
convirtieron enadaptaciones fílmicas cuando su nombre alcanzó el pico de popularidad.
Varias de sus obras fueron llevadas a la pantalla grande, El Halcón Maltés tuvo
adaptaciones en 1931y 1936, mientras que La Llave de Cristal fue adaptada en
1935. Pero la tercera adaptación de El Halcón Maltés en 1941 cambió todo. La
película dirigida por John Huston con Humphrey Bogart, Mary Astor, Sydney
Greenstreet y Peter Lorre se convirtió en un hito y en una película de culto. A
partir de esta, Hammett se volvió más popular, siendo sus obras revisitadas
para futuras adaptaciones.
Es así como en
1942 se hace una segunda adaptación de La Llave de Cristal. Ya en 1935 con la
figura de George Raft como protagonista se había logrado un muy popular filme,
pero era más un conducto para las habilidades de Raft que otra cosa. Esta
segunda versión buscaba resaltar más el impulso creado por la película de
Huston y poner a pantalla a talentos destacados. El filme también serviría para
reunir a un par muy renombrado: Alan Ladd y Veronica Lake. La famosa pareja de
actores compartiría pantalla solamente en cuatro oportunidades, siendo esta la
segunda. Ladd y Lake tenían una química en pantalla innegable, lo cual no se
explotaría más ya que el talento de Lake fue muy anticipado. En realidad, al
hacer los anuncios de la película Ladd partía como tercero a pesar de tener el
papel protagónico, ya que tanto Donlevy como Lake ya eran estrellas
reconocidas.
La película
sería dirigida por Stuart Heisler, un director de estudio muy cumplidor
caracterizado por diferentes noirs y westerns, aunque su fuerte terminarían
siendo los dramas. En la cabeza de reparto se encontraba Brian Donlevy, un
actor americano de fuertes interpretaciones muy llamado por personajes ruines o
antihéroes. Sería nominado al Oscar por Beau Geste (1939). El reparto lo
completa Bonita Granville, el reconocido actor de películas de ciencia ficción
Richard Denning, Joseph Calleia, William Bendix (el cual sería un gran
complemento de Ladd, con el cual haría diez películas), entre otros.
La Llave de
Cristal sería importante para la carrera de Alan Ladd. Su carismático personaje
elevó su condición de actor principal, la cual ya había comenzado con El Cuervo
de ese mismo año y su primera asociación con Lake. Ladd sería muy popular en
los cuarenta, pero debido a problemas personales le costó mucho mantenerla en
la siguiente década y a pesar de roles importantes como en Shane de 1953, su
figura ya no sería la misma. Ladd moriría a los 50 años en 1964 tras una mala
combinación de alcohol y antidepresivos. Veronica Lake no tuvo mayor suerte. Su
figura inmortalizada por su gran cabellera blonda cubriendo la mitad de su
rostro se hizo muy popular al comienzo de su carrera. Los años cuarenta también
fueron sus picos más altos de popularidad, pero problemas con los estudios y su
alcoholismo la relegaron rápidamente a ser olvidada. Para comienzo de los años
cincuenta ya no era contratada por los estudios.
Datos.
Título Original: The Glass Key
Dirección: Stuart
Heisler
Año: 1942
País: Estados
Unidos
Intérpretes: Brian Donlevy, Veronica Lake, Alan Ladd, Bonita Granville,
Richard Denning, Joseph Calleia, William Bendix, Frances Gifford, Donald
MacBride, Margaret Hayes
Duración: 85 min.