martes, 31 de diciembre de 2024

 
EL BAZAR DE LAS SORPRESAS




Intro.
 
Un negocio mantiene a un grupo de personas de diferentes contextos juntos en un espacio determinado. Ese espacio se mantiene por un tiempo fijo. Después cada uno vuelve a su contexto original y no sabe más de ellos… hasta el siguiente día donde deben volver a trabajar. Así se mantiene la rutina de los días laborales. Durante ese tiempo muchos sentimientos pueden nacer a partir de la relación entre estos trabajadores. A veces puede ser la simpatía… con el tiempo puede nacer el amor… y con la sofocación puede nacer el disgusto, la incomodidad... y el odio. Sí, el odio, puro y sincero.






Cuerpo.
 
Para 1940, Lubistch había pasado de sus dramas y comedias mudas a sus sofisticadas comedias de enredos en Hollywood, logrando así la admiración y aclamación internacional. Entregas como Un Ladrón en la Alcoba (1932), Una Mujer para Dos (1933) o Ninotchka (1939), lo habían colocado como un director con atrevimiento, que manejaba el uso de lo permitido y decente para jugar con sus personajes atípicos en busca de sentimientos correctos de la manera equivocada.  El toque Lubistch estaba en su esplendor y para calmar las aguas con cualquier controversia (y con el código de decencia) una pequeña y sutil comedia romántica podía ser algo necesario en ese momento de su carrera.






Este entretenido ejercicio nos encuentra a James Stewart y Margaret Sullavan enfrentados en lo que es el amor a ciegas. Stewart todavía no había llegado a sus roles más influyentes, pero ya había probado ser un actor más que competente con entregas como Mr. Smith va a Washington (1939) de Frank Capra y al año siguiente estaría también en Historia de Filadelfia de George Cukor, por la cual ganaría el Oscar (aunque era muy claro que fue otorgado por simpatía al no ganar el año pasado ante Robert Donat). Stewart ya se estaba convirtiendo en un rostro conocido y de capacidades actorales notables que ya se demostrarían en Que Bello es Vivir (1946) o Winchester ‘73 (1950). A su lado se encontraba su amiga y mentora, Margaret Sullavan. La actriz era una amante del teatro y prefería estar en escena que frente a cámara. Su incursión en el cine solo cuenta con dieciséis entregas, de las cuales cuatro comparte con Stewart. Una actriz metódica, Sullavan tiene en El Bazar de las Sorpresas su mejor interpretación. Su fuerte personalidad y su negativa por darle prioridad al cine hizo complicada su relación con directores y colegas, pero su sincronía con Stewart hizo de ellos una buena pareja.







Entre los actores secundarios vemos el reconocido rostro de Frank Morgan como el mago de Oz y el bastante funcional actor austriaco Joseph Schildkraut, quien ganaría el Oscar a actor reparto en La Vida de Emile Zola. Otros actores más reconocidos por su paso en la televisión serían Sara Haden y William Tracy. Otros actores en roles menores aparecerían en diferentes producciones de Lubistch como Felix Bressart, Charles Halton o Charles Smith. Lubistch sabía escoger con cuidado su reparto y si bien los actores principales no estaban disponibles en su momento, él supo esperarlos antes de comenzar la producción. Lubistch también había adquirido los derechos de la comedia teatral Parfumerie de Miklós László en 1938, yendo a diferentes estudios hasta que sus demandas fueran absueltas.







Lo que ahora aparece como una idea tan retomada, en su momento fue una novedad. Dos personajes que se detestan en el trabajo, se muestran como personas sensibles con sus intereses románticos. ¿La peculiaridad? Ambos se encuentran sentimentalmente envueltos a través de cartas románticas, sin saber que a aquella persona que odian en el trabajo es también ese amor platónico. Esta es la tesis de esta comedia romántica de enredos en donde ambos personajes deben aprender a encontrar a ese ser sensible en el otro a pesar de que su resentimiento es genuino. Lubitsch todavía tenía algunas joyas en su futuro, pero problemas de salud fueran alejándolo de la pantalla y de los éxitos hasta su inesperada muerte en 1947 a los 55 años.







Datos.
 
Título Original: The Shop Around the Corner
Dirección: Ernst Lubistch
Año: 1940
País: Estados Unidos
Intérpretes: Margaret Sullavan, James Stewart, Frank Morgan, Joseph Schildkraut, Sara Haden, Felix Bressart, William Tracy, Inez Courtney, Sarah Edwards, Edwin Maxwell, Charles Halton, Charles Smith
Duración: 99 min.

 
FRANKENSTEIN




Intro.
 
Ser un Dios entre los mortales. Crear algo que nunca nadie ha podido crear. Sentir todo el poder de la naturaleza en mis manos. Sentir el poder de crear a mi propia voluntad. Ahora está vivo. Está vivo porque así lo he deseado. Ahora este ser es capaz de comprender que tiene un creador. Ahora su creador debe sentir que es ser una criatura.






Cuerpo.
 
A comienzo de los años treinta, Universal Pictures con problemas económicos no sabía que un génerotan poco explorado sería la solución a todos sus dilemas. En esta etapa empezaría lo que después se reconocería como los monstruos de Universal y cuya popularidad se extiende hasta nuestros días. En 1931 el lanzamiento de Drácula con Bela Lugosi culminó con una ganancia de 700 mil dólares. La apuesta había terminado siendo la salvación del estudio y el productor Carl Laemmle Jr. empezó a financiar lo que sería su próximo proyecto en el género del terror. Tomado de la novela de Mary Shelley, Frankenstein se convertiría para los estudios en este monstruo incapaz de hablar, con poco razonamiento y con esa imagen reconocida por décadas, la cual mantendría el imaginario que la criatura siempre tuvo esa imagen, desviándose de la forma original creada en la novela.






Carl Laemmle Jr. fue parte de la producción del estudio en 1928, siendo su padre uno de los fundadores de Universal. Sus mejores éxitos, al comienzo de su carrera provinieron de las películas de guerra y el género de terror. Sin tenerlo claro, la presentación de monstruos se volvió todo un legado que Laemmle mantuvo y explotó de gran forma. A sus éxitos primarios siguieron La Momia (1932), El Hombre Invisible (1934) y La Novia de Frankenstein (1935). Su carrera se extendería hasta 1936. A pesar de los grandes éxitos, el estudio no pudo lidiar con las perdidas económicas y tuvo que despedir tanto a padre como a hijo.






El encargado para llevar a Frankenstein a la pantalla fue James Whale. El director inglés estaría siempre ligado al género del horror al dirigir tanto Frankenstein como La Novia de Frankenstein, además de El Hombre Invisible. Un director excéntrico, Whale tuvo una prolífica carrera en Hollywood, lo cual lo llevó a una vida destendida gracias a sus éxitos y a poder producir proyectos propios, los cuales alternó entre triunfos y modestas entregas. Sus películas de guerra eran de gusto de muchos, siendo uno de ellos el productor Laemmle. Se le permitió a Whale elegir su próximo proyecto, él eligió Frankenstein para salir un poco del género previo. Laemmle le otorgó esta concesión queriendo colocar a Lugosi en el papel de la criatura, pero este la rechazó pensando que no tendría la misma fuerza que Drácula, ya que sin parlamento no creyó que fuera un personaje importante.







El papel del monstruo recayó en Boris Karloff, un joven trabajador que comenzó desde el cine mudo a ser parte de la maquinaria del cine y en donde tomaba cualquier rol de extra que pudiera encontrar, mientras alternaba con otros trabajos para subsisitir. Frankenstein sería su película número 82 y hasta ese momento su mayor triunfo. La película lo haría una estrella de la noche a la mañana, siendo contradictorio el hecho de no recibir créditos al comienzo del filme, un signo de interrogación se dibujó cundo se trataba de averiguar quién interpretaba a la criatura.







La película sería un éxito total. Al igual que Drácula, el público se volcó a esta nueva entrega de terror, ávidos a más películas de este tipo. Las ganancias no se hicieron esperar, la crítica aclamó también esta nueva entrada en el género y Universal se convirtió oficialmente en el estudio de los monstruos, a la espera de la siguiente entrega. Muchos de los actores envueltos en estas producciones se volvieron muy reconocidos rápidamente y figuras como el errático Colin Clive y Dwight Frye fueron imágenes constantes del género. Mae Clarke tendría sus primeros éxitos en este año, no solamente con Frankenstein sino también con Enemigo Público junto a James Cagney. Por su parte, Karloff sería un ícono del cine de horror, contribuyendo en numerosas películas en donde volvería al papel de Frankenstein, así como el de Imhotep en La Momia e incluso como la voz del Grinch en su etapa posterior.







Fuera del éxito, la película tendría muchas controversias. Siendo una película creada antes de la imposición del código de decencia, muchas partes fueran posteriormente rechazadas en algunos estados de Estados Unidos debido a su fuerte mensaje. Por mucho tiempo la escena en donde la criatrura arroja a una niña al río y esta se ahoga, fue recortada debido a la imagen tan fría. Así también, muchas referencias del doctor Frankenstein como si fuera Dios tampoco fueran aceptadas en los estados más religiosos. Durante los primeros años, Frankenstein sufrió de muchos cortes y de retransmisiones sin el material original completo, pero eso no aminoró su popularidad, haciendo de la criatura parte de un legado importante del cine de horror y de la comercialización de los monstruos de Universal en diferentes formatos.






Datos.
 
Título Original: Frankenstein
Dirección: James Whale
Año: 1931
País: Estados Unidos
Intérpretes: Colin Clive, Mae Clarke, John Boles, Boris Karloff, Edward van Sloan, Frederick Kerr, Dwight Frye, Lionel Belmore, Marilyn Harris, Michael Mark
Duración: 70 min.

 
LA LLAVE DE CRISTAL




Intro.
 
Los antihéroes no son formados por el amor, son simplemente la extraña coincidencia de encontrarse en un mundo rodeado de maldad y en donde, con ciertas habilidades y atractivo, pueden caminar libremente sabiendo que su aptitud ambivalente no debe responder a nada en general. Es un alam libre sin tener que responder a nadie. Y ahora, Veronica Lake.






Cuerpo.
 
Dashiell Hammett fue un autor muy popular de novelas detectivescas a inicio de los años treinta. Hammett había comenzado su periplo literario a través de historias cortas en diferentes publicaciones, lo cual le fue ganando cierta reputación. Si bien sus novelas serían bien vistas, fue en el momento cuando sus obras se convirtieron enadaptaciones fílmicas cuando su nombre alcanzó el pico de popularidad. Varias de sus obras fueron llevadas a la pantalla grande, El Halcón Maltés tuvo adaptaciones en 1931y 1936, mientras que La Llave de Cristal fue adaptada en 1935. Pero la tercera adaptación de El Halcón Maltés en 1941 cambió todo. La película dirigida por John Huston con Humphrey Bogart, Mary Astor, Sydney Greenstreet y Peter Lorre se convirtió en un hito y en una película de culto. A partir de esta, Hammett se volvió más popular, siendo sus obras revisitadas para futuras adaptaciones.






Es así como en 1942 se hace una segunda adaptación de La Llave de Cristal. Ya en 1935 con la figura de George Raft como protagonista se había logrado un muy popular filme, pero era más un conducto para las habilidades de Raft que otra cosa. Esta segunda versión buscaba resaltar más el impulso creado por la película de Huston y poner a pantalla a talentos destacados. El filme también serviría para reunir a un par muy renombrado: Alan Ladd y Veronica Lake. La famosa pareja de actores compartiría pantalla solamente en cuatro oportunidades, siendo esta la segunda. Ladd y Lake tenían una química en pantalla innegable, lo cual no se explotaría más ya que el talento de Lake fue muy anticipado. En realidad, al hacer los anuncios de la película Ladd partía como tercero a pesar de tener el papel protagónico, ya que tanto Donlevy como Lake ya eran estrellas reconocidas.






La película sería dirigida por Stuart Heisler, un director de estudio muy cumplidor caracterizado por diferentes noirs y westerns, aunque su fuerte terminarían siendo los dramas. En la cabeza de reparto se encontraba Brian Donlevy, un actor americano de fuertes interpretaciones muy llamado por personajes ruines o antihéroes. Sería nominado al Oscar por Beau Geste (1939). El reparto lo completa Bonita Granville, el reconocido actor de películas de ciencia ficción Richard Denning, Joseph Calleia, William Bendix (el cual sería un gran complemento de Ladd, con el cual haría diez películas), entre otros.






La Llave de Cristal
sería importante para la carrera de Alan Ladd. Su carismático personaje elevó su condición de actor principal, la cual ya había comenzado con El Cuervo de ese mismo año y su primera asociación con Lake. Ladd sería muy popular en los cuarenta, pero debido a problemas personales le costó mucho mantenerla en la siguiente década y a pesar de roles importantes como en Shane de 1953, su figura ya no sería la misma. Ladd moriría a los 50 años en 1964 tras una mala combinación de alcohol y antidepresivos. Veronica Lake no tuvo mayor suerte. Su figura inmortalizada por su gran cabellera blonda cubriendo la mitad de su rostro se hizo muy popular al comienzo de su carrera. Los años cuarenta también fueron sus picos más altos de popularidad, pero problemas con los estudios y su alcoholismo la relegaron rápidamente a ser olvidada. Para comienzo de los años cincuenta ya no era contratada por los estudios.







Datos.
 
Título Original: The Glass Key
Dirección: Stuart Heisler
Año: 1942
País: Estados Unidos
Intérpretes: Brian Donlevy, Veronica Lake, Alan Ladd, Bonita Granville, Richard Denning, Joseph Calleia, William Bendix, Frances Gifford, Donald MacBride, Margaret Hayes
Duración: 85 min.