SOMBRERO DE COPA
Intro.
Los pies se mueven en total armonía y el cuerpo es simplemente movimiento, movimiento eterno en sincronización. Ante nuestros mortales ojos contemplamos la gran sucesión de hechos que nos lleva a preguntarnos porqué los mortales debemos mantener nuestros pies en el suelo. Es tan glamoroso el momento de abrir los ojos y encontrarnos ante una sonrisa, ante la total creación de un ente fuera de nuestra imaginación. Y a pesar que estas condiciones tienen un rótulo incontrastable, a pesar de que podamos repetir Astaire y Rogers, o Rogers y Astaire, inclusive así no podemos comprender la mecánica de algo que sucede con la simpleza de una caricia: sueños, simplemente sueños.
Los pies se mueven en total armonía y el cuerpo es simplemente movimiento, movimiento eterno en sincronización. Ante nuestros mortales ojos contemplamos la gran sucesión de hechos que nos lleva a preguntarnos porqué los mortales debemos mantener nuestros pies en el suelo. Es tan glamoroso el momento de abrir los ojos y encontrarnos ante una sonrisa, ante la total creación de un ente fuera de nuestra imaginación. Y a pesar que estas condiciones tienen un rótulo incontrastable, a pesar de que podamos repetir Astaire y Rogers, o Rogers y Astaire, inclusive así no podemos comprender la mecánica de algo que sucede con la simpleza de una caricia: sueños, simplemente sueños.
Cuerpo.
La película más popular del dúo Astaire/Rogers contiene las típicas maniobras de las comedias musicales de los años 30: el amor de una pareja que en un principio no se llevan bien y que poco a poco terminan juntándose. Este ambiente se ve estilizado por canto y baile, a través de la grandeza de sus dos estrellas. Conflictos y enredos típicos del screwball comedy americano, una fórmula de gran éxito y gran recepción que combinado con los musicales crearon un sin número de grandes lanzamientos cinematográficos y fueron el pilar de los musicales nacidos en esta etapa y que se mantendría con tibia regularidad en las siguientes décadas.
Siendo la cuarta entrega en donde aparece el famoso dúo musical, Sombrero de Copa es dirigida por Mark Sandrich, conocido director dentro de la comedia y los musicales, y con el cual Astaire y Rogers trabajarían en cuatro oportunidades. Sandrich se mantendría básicamente en las comedias, cumpliendo también el rol de productor. Sombrero de Copa sería uno de los grandes éxitos de 1935, siendo la segunda película más taquillera de ese año, superada solamente por Motín a Bordo.
Hablar de Fred Astaire es hablar de excelencia. Posiblemente uno de los más grande bailarines que ha dado la pantalla grande, sino el más grande, despliega en cada actuación aquello que lo hace insuperable: el baile dentro de él es la suma del talento, de la dedicación y de la inspiración. Hombre versátil y de gran visión dentro del cine, Astaire hizo cambios decisivos en el baile para con las técnicas del séptimo arte, siendo reconocido así uno de los artífices de posteriores técnicas. uno de los grandes cambios introduciods por él es la cobertura sin edición de los bailes y que la cámara lo tome de cuerpo completo, observando así la coreografía en su totalidad. Gracias a él también muchas actrices nuevas y otras de ya cierto recorrido ganarían mayores elogios.
Hablar de Ginger Rogers es hablar de una actriz dedicada y comprometida. Es la pareja más famosa de Astaire, quien tuvo diversas parejas de baile de gran estatura. La capacidad de Ginger Rogers no solamente está en el baile sino en su actuación. Muchos críticos han señalado que el logro de Rogers se encuentra en combinar tanto el baile como en sus expresiones, movimiento corporal fuera del baile y la gran química entre ambos. Astaire decía que gran parte de su éxito se debía a que Rogers demostraba el placer de bailar con él, haciendo que todo el mundo quisiera bailar con él y que otra actriz al lado de Astaire simplemente se viera mal. Ginger Rogers demostraría más tarde su capacidad de actriz dramática al ganar un Oscar en 1940 por Kitty Foyle.
Datos.
Título Original: Top Hat
Dirección: Mark Sandrich
Año: 1935
País: Estados Unidos
Intérpretes: Fred Astaire, Ginger Rogers, Edward Everett Horton, Erik Rhodes, Helen Broderick, Eric Blore
Duración: 101 min.
No hay comentarios:
Publicar un comentario