PARÍS BAJOS FONDOS
Intro.
En algunos espacios de una vieja París personajes disonantes atraviesan nuestro camino. En los rincones donde la gente parece habitar sin mayor profundidad, sin mayor dedicación. Es en este ambiente en donde cada persona parece cobrar vida con moribundos destellos de todo aquello que el ser humano anhela. Y encuentra. En el barro de las calles y en la suciedad de hombres y mujeres, aún allí podemos encontrar cada movimiento que es parte de una sinfonía, cada retazo que es parte de una pintura, cada elemento que nos demuestra la gran capacidad humana para amar y sobrevivir.
Cuerpo.
Jacques Becker comenzó su carrera como asistente de Jean Renoir en algunas de sus mejores películas (La Gran Ilusión y Bajos Fondos, entre otras) durante gran parte de los años treinta, realizando su primer largometraje en 1939. Durante los años cuarenta su labor como director se incrementaría y también mantendría su labor de asistente de dirección así como guionista en algunas ocasiones. Sus películas más recordadas llegarían en los años cincuenta y en 1960 haría El Hueco, otro de sus más grandes logros. Lamentablemente moriría poco después de su estreno.
París Bajos Fondos es una película singular. Para los años cincuenta una suerte de realismo estaba siendo el enfoque del cine en Francia y la proximidad de la Nouvelle Vague cambiaría todo ello en los sesenta. La película de Becker era parte de la conocida Belle Époque, período europeo de finales del siglo XIX. Esto implicaba trajes de época, otro tipo de lenguaje y una visión diferente al cercano cambio de mentalidad política y social en Francia. No es de extrañarse que por ello el proyecto fuera rechazado tres veces. Julien Duvivier, Yves Allégret y Henri-Georges Clouzot le dijeron no a la película. El hecho que Becker tomara el proyecto en dichas condiciones hicieron que la crítica no tuviera mayor esperanza en Paris Bajos Fondos y su estreno no fue alentador. La película tendría una nueva lectura en las siguientes décadas colocándola como uno de los mejores ejemplos de la dirección de Becker.
París Bajos Fondos también cobra fuerza en la interpretación de sus dos actores principales: Simone Signoret y Serge Reggiani. Signoret es considerada una de las mejores actrices francesas de todos los tiempos. Natural de Alemania pero de padre francés, Signoret pasó su niñez en Francia y desarrolló su educación en Paris, compartiendo de joven la vida artística e intelectual de la capital. Pronto entraría al mundo de la actuación y a pesar que su sensualidad la encasillaría en un comienzo en roles de femmes fatales, demostraría toda su capacidad histriónica y en los años cincuenta se convertiría en una de las actrices más populares de su tiempo. Dividiendo su trabajo entre cine y teatro, tendría gran reconocimiento en roles importantes. Tuvo grandes triunfos, tanto París Bajos Fondos (ganando el BAFTA) y sobretodo, Un Lugar en la Cumbre (1959), por el cual ganaría un premio Cannes y sería la primera actriz francesa en ganar el Oscar. Durante toda su carrera Signoret fue una actriz impecable, escogiendo siempre las producciones en Francia e Inglaterra, evitando en gran parte a Hollywood y sus destellos. Por su parte, Serge Reggiani, nace en Italia pero pasaría su vida en Francia donde fue descubierto por Jean Cocteau en 1941, cuando reemplazó a Jean Marais en la producción teatral de Los Padres Terribles. A partir de allí, la carrera de Reggiani sería de mucha variedad. En ochenta películas tuvo marcados papeles estelares de calidad y tal vez aún más papeles secundarios con directores de renombre y donde sería bien empleado. París Bajos Fondos sería su película más popular como protagonista y también se destacaría en producciones teatrales para en su adultez, demostrando una gran capacidad como intérprete de la canción popular francesa. Posteriormente también se destacaría como pintor.
París Bajos Fondos es un tratado delicado dentro de una película de época. La inusual puesta requiere también de un manejo menos pretensioso a las corrientes políticas francesas de ese entonces, siendo así necesario una sensibilidad que pueda penetrar el imaginario colectivo en algo atrayente. Eso hace Becker maravillosamente. Tomada de una historia popular de la vida real, la mayoría del público en Francia conocía las consecuencias y el desenlace, lo que tal vez disminuyó el interés público, además de las otras diferencias ya señaladas. Es por ello que la película tuvo un mejor desempeño en el exterior. Becker y sus actores fueron reconocidos como fuentes primarias de este proyecto y por la atrayente idea de presentar un idilio romántico que no vislumbraba mayores pretensiones, pero que debido a la efectividad de sus participantes ha llegado a ser una película de corte original y que en alguna medida no volvió a repetirse en la carrera de ninguno de sus tres mayores representantes.
Datos.
Título Original: Casque d’Or
Dirección: Jacques Becker
Año: 1952
País: Francia
Intérpretes: Simone Signoret, Serge Reggiani, Claude Dauphin, Raymond Bussières, Odette Barencey, Loleh Bellon, Solange Certin, Jacqueline Dane
Duración: 94 min.