jueves, 8 de julio de 2010



EL HOMBRE CON UNA CAMARA

 


Intro.

La ciudad se divide en tantos sectores. La ciudad y sus lugares donde la gente camina, trabaja, sufre y llora. La ciudad y sus noches donde la gente camina, ríe y no duerme. Una ciudad desconocida está a punto de ser explorada por el ojo mecánico que se apoya en el hombro de un ser humano. Y los movimientos son tan extraños. Las caricias tan perdurables. La pintura creada se mantendrá sin vacilación durante el imaginario mientras entiendas que toda creación es parte de un proceso que destruye procesos.


 
Cuerpo.

Como cualquier intrigado analista, Dziga Vertov vio en el cine un medio extraño, diferente y desconocido. Vertov sin saberlo se convertiría en un teórico sin antecedentes creando sus propias técnicas y su propia forma de ver el cine. Su calidad sería criticada y descentralizada debido a la situación política de la Unión Soviética y a la nueva fuerza del cine de propaganda encabezada por Eisenstein. Aún así, el director ruso creería en la cámara describiéndola como “el segundo ojo”. Sus teorías irían más allá del nivel artístico buscando imprimir una transformación social y siendo pionero del llamado cinéma verité. El director soviético quería una conexión en la cual la realidad sería la principal fuente de nutrición de sus técnicas, alejándose de la teatricalidad mostrada por la ficción. Estas técnicas no responderían ante un molde establecido del cine desde sus comienzos, pero aún así el cine mudo demostró en todas sus variantes la capacidad de insertar las tendencias de los teóricos del cine, que posteriormente serían reconocidos y alabados por su única visión.

 
El Hombre con una Cámara es el punto más relevante de la carrera de Vertov. Esta ópera prima se suscribe en lo que más tarde se denominaría como Sinfonía de Ciudad, que en grandes rasgos consiste en mostrar diferentes partes, aspectos y trabajos dentro de una ciudad sin un guión específico en el sentido tradicional y que experimenta con los usos de la cámara, los cortes múltiples, el montaje, y demás técnicas que en alguna forma se asocian con el surrealismo mostrando una realidad conocida por todos pero con una presentación de lo más inusual y poderosa. La película de Vertov trata de lidiar con la idea del camarógrafo dentro del sistema de la historia, así que encontrar precisamente a un hombre con una cámara en diferentes partes del filme no debe sorprender, sino más bien la muestra de sus técnicas y sus inusuales formas de creación.

Pero ante esta tendencia de Vertov nos preguntaríamos sobre la creación en sí. En realidad, no estamos ante un cine experimental en el sentido de un cine sin técnicas y objetivos definidos y asociados, todo lo contrario, cada elemento de El Hombre con una Cámara se encuentra ornamentado con el mayor cuidado posible. Para ello habría que recordar los comienzos de Vertov y sus años explorando una nueva escritura dentro del cine. Desde un comienzo a partir de panfletos y ensayos críticos sobre el cine hasta sus primeros trabajos netamente cinematográficos, Vertov se mantuvo durante años desarrollando lo que él consideraba una nueva forma de cine. Esos años le sirvieron para tener un mejor entendimiento de la edición y de todo el proceso creativo. Se asoció con Elizaveta Svilova y con su hermano Mikhail Kaufman para crear su grupo Kino-Pravda y tener un control total de todos sus proyectos. Esto le ayudó a ser una fuerza importante en los años veinte, a pesar de las críticas en contra de él por parte de los allegados políticos soviéticos. A pesar de no tener una continuidad óptima en los años treinta, Vertov sí gozaría de una reivindicación en los años sesenta y setenta, donde su obra sería expuesta como uno de los pilares para la creación de diferentes corrientes y él como un autor de influencia invaluable.

 
 
Datos.

Título Original: Chelovek S Kino- Apparatom
Dirección: Dziga Vertov
Año: 1929
País: Unión Soviética
Duración: 80 min.
 
 

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