miércoles, 24 de noviembre de 2010


EL HOMBRE QUE RÍE






Intro.

¿Porqué tienes esa sonrisa en tu rostro? ¿Porqué tu expresión es el espejo inmutable del tiempo? Cuando deseo decir algo no puedo ocultar mi único sentimiento, soy un modelo insensible que no pretende amor ni odio, solamente contemplo al tiempo. Y el tiempo me contempla a mí. No sabemos que decir, no sabemos como cambiar las manecillas del reloj, no sabemos si queremos hacerlo. Aún así la vejez de un rostro refleja sabiduría y todo reflejo dentro de un espejo es el hecho que hemos cambiado por dentro aunque por fuera siempre permanezcamos muertos esperando a que nuestros ojos desaparezcan.






Cuerpo.

El Hombre que Ríe es una de las últimas glorias pertenecientes al ciclo del expresionismo alemán. La idea original era producir la obra de Victor Hugo L’Homme qui Rit a partir de las mismas bases que establecieron la popularidad del cine de horror en El Jorobado de Notre Dame (1923) y El Fantasma de la Ópera (1925). Inclusive el rol principal recaería en Lon Chaney, pero no pudo hacerlo debido a su contrato con MGM. El productor Carl Laemmle Jr. de Universal Pictures había concebido la idea original y él se encargaría de reunir al reparto. Laemmle era hijo del fundador de Universal y durante su período se hizo famoso por invertir grandes sumas de dinero en sus producciones, en cuya mayoría de casos terminaba siendo un fracaso. Aún así, colocó al género del terror como uno de los más rentables para los estudios.







Laemmle era un admirador del expresionismo alemán y después de ver Trabajos en Cera (1923) de Paul Leni, decidió hacerlo su director. Junto a Leni también llegaría una de sus estrellas de Trabajos en Cera, el gran actor Conrad Veidt. Veidt era un actor de gran relieve en el expresionismo alemán, siendo más conocido por su papel del fantasma Cesare en El Gabinete del Doctor Caligari (1920). Más tarde Veidt, recaería en América en películas donde perpetuamente interpretaba el rol de enemigo alemán en momentos de guerra. Su papel más reconocido en esta etapa sería como el Mayor Strasser en Casablanca (1942). A Veidt se le suma rostros conocidos del cine silente como Mary Philbin y Brandon Hurst, ambos actores en El Fantasma de la Ópera. Olga Baclanova actuó ese mismo año en Los Puertos de New York de Von Sternberg y sería reconocida mundialmente por Freaks (1932). La película recibiría tibias críticas debido a la morbosidad exhibida y a su temática oscura. Es ahora considerada un clásico del cine mudo, a pesar que se encontraba en medio de la transición del cine silente al cine hablado. La producción se retraso un año para agregarle efectos de sonidos y musicalización.






El Hombre que Ríe es la obra maestra de Paul Leni. Tanto su sapiencia en lo que es el expresionismo alemán así como la capacidad interpretativa de su actor principal hacen de esta película un placentero recorrido a las sociedades degeneradas. Estas dos fuerzas se ven sublimadas por los extremos de candidez y malicia interpretados con mucha astucia por las dos mujeres del filme, Mary Philbin y Olga Baclanova. La escenografía y vestuario responde a todo el detallismo usado en las películas de horror en donde los ambientes y las sensaciones son en gran medida gracias al trabajo tras escena de los encargados de mantener la película en tonos depresivos, llegando hasta lo patético en instantes. A ello, el uso de cámaras logra el efecto deseado, gracias al gran manejo de su director, en donde podemos notar grandes similitudes con Trabajos en Cera. Dentro de todo este organigrama la figura de Conrad Veidt interpretando a Gwynplaine resalta inmensamente. Con un trabajo muy particular durante toda la película, el actor alemán es la muestra de intérprete ideal del cine mudo. Su capacidad para incitar tantos cambios con una sola expresión nos lleva a razonables cuestionamientos de este antihéroe y nos debate en dudar si ésta es la mejor de sus interpretaciones. El papel es altamente un reto, el cual es manejado con seguridad imprimiendo un sello que nos rememora muchísimas actuaciones de renombre dentro del cine mudo. Veidt es un actor completo, tristemente encasillado en el cine hablado, pero que aún así demostró todo su compromiso con su carrera. Su performance en esta película sería de inspiración para la creación del personaje del Guasón en los comics de Batman.






Datos. 


Título Original: The Man Who Laughs 
Dirección: Paul Leni 
Año: 1928 
País: Estados Unidos 
Intérpretes: Conrad Veidt, Mary Philbin, Olga Blacanova, Josephine Crowell, George Siegmann, Brandon Hurst, Julius Molnar Jr, Cesare Gravina, Stuart Holmes, Samule de Grasse 
Duración: 110 min.


2 comentarios:

  1. Conrad Veidt consigue apocar a todos los otros participantes, un actor de talento indiscutido, mi actor predilecto de ese periodo, como lo desaprovechó Hollywood....

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    1. Lo desaprovecha por encasillar a algunos actores alemanes... y porque la etapa clave de Veidt es el cine mudo sin duda. Es en este medio donde ofrece sus mejores entregas.

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