domingo, 27 de noviembre de 2011


EL TRIUNFO DE LA VOLUNTAD



Intro.

El paso de la bestia es visto por millones de fanáticos. El paso de la bestia es documentado como si se tratara de una nueva generación dentro de la historia de la humanidad, como si se tratara de un movimiento inevitable. Toda la guerra ha quedado atrás, toda la vergüenza y el dolor recubiertos, como si pudieras cubrir los cortes en una mesa con un mantel. La juventud vigorosa toma una vez más el movimiento del cambio, penetrándose en una selva que no conoce pero que ya siendo diferente a las palabras de la ancianidad se muestra más caritativa y seductora. El paso de la bestia parece ser la majestuosa entrega de nuevos tiempos pero como el león que se erige orgulloso y combativo jamás lo podemos encontrar cuando sus dientes están ensangrentados y él a los pies de sus víctimas… de sus millones y millones de víctimas.




Cuerpo.

El Triunfo de la Voluntad es considerado el mejor documental jamás creado. Pero dicho reconocimiento conlleva demasiada polémica. Muchos críticos se dividen entre la importancia del documental en sí y las tendencias políticas inherentes a ella. La película de Leni Riefenstahl es un documental sobre el partido nazi. En sí, es una película de propaganda sobre un congreso del partido nazi en Nuremberg en 1934. Hasta su muerte en 2003, Riefenstahl negó ser parte del partido nazi. Tuvo más de cincuenta casos acusándola de ser miembro del partido nazi. Nunca pudieron probar que lo había sido y ella jamás aceptó ser parte de ello. Desde su momento de estreno, la película fue vista desde diferentes ángulos. Recibió numerosos premios en su país y algunos internacionalmente destacando sobretodo el aspecto documental y la habilidad de su directora Riefenstahl, quien de la noche a la mañana se convirtió en una sensación mundial. Se crearon diversos documentales en contra, algunos encabezados por Frank Capra, y durante años se utilizó imágenes de la película para recrear el conflicto o para poner en evidencia al partido nazi.



Leni Riefenstahl fue una actriz y bailarina a mediados de los años veinte. Su primer trabajo como directora sería en 1932 siendo una pionera como mujer en dicha labor. Sus trabajos en esos tiempos estaban asociados con las populares películas de aventuras en las montañas. Sería en 1932 donde escucharía por primera vez a Hitler, quedando totalmente asombrada. Después de ello y de leer Mein Kampf, Riefenstahl pediría una reunión con Hitler, la cual se le concedió. Poco tiempo después sería el mismo Hitler quien pediría que Riefenstahl dirigiera una película sobre el partido nazi. Los detalles a partir de aquí son poco claros debido a la falta de documentación y al hecho que Riefenstahl siempre negó su asociación al partido y total desconocimiento sobre lo que sucedía en los campos de concentración. Lo que se sabe es que la directora alemana no quiso realizar el trabajo por su falta de experiencia y recomendó a Walter Ruttman, quien ya había realizado varios trabajos para el partido y que era un director reconocido. Pero Hitler estaba asombrado con el trabajo de Riefenstahl y quería una visión de alguien que no estuviera tan ligado con el arte del cine, una mirada “normal” que pudiera captar aquello que el ojo cinematográfico deja de lado. Como un acto de alejamiento sobre lo que después sería el partido nazi, Riefenstahl negó cualquier asociación o cualquier simpatía, a pesar que en diversas entrevistas en esos tiempos resaltan su amor y admiración por Hitler, su colaboración con Goebbels y otros miembros, pero nada lo suficientemente determinante para acusarla.



La película sería una maldición para Riefenstahl. Sería la primera directora de cine en ser reconocida y aclamada mundialmente. Dirigiría dos películas más para el partido nazi y sería también directora del aclamado filme Olympia (1938) sobre los Juegos Olímpicos en Berlín. Riefenstahl sería amiga íntima de Hitler por doce años y fue arrestada después de la caída nazi. La directora alemana negaría todo, inclusive el conocimiento de que varios extras de su película Tiefland eran prisioneros de campos de concentración y que después serían asesinados. Fue prisionera por tres años pasando por varios tribunales pero sin acusaciones reales, solamente señalada como simpatizante nazi. Durante los años cincuenta y sesenta Riefenstahl trató de hacer películas pero las protestas de diferentes sectores y juicios impidieron que ella dirigiera. Su vuelta al cine y también su última película sería realizada recién en el 2002 como celebración de sus 100 años llamado Impresiones Bajo el Mar, un documental sobre la vida submarina.. Riefenstahl moriría un año después.



El Triunfo de la Voluntad es una película innovadora formando parte de la historia del cine. Riefenstahl contó con diez técnicos de equipo, treinta seis camarógrafos y asistentes, nueve fotógrafos aéreos, diecisiete hombre de prensa, doce equipos de prensa, diecisiete asistentes de iluminación, dos fotógrafos, veintiséis conductores, treinta y siete personas de seguridad, cuatro trabajadores y dos asistentes de oficina; en total 172 personas en su equipo, algo totalmente extravagante para la época. La diversidad de tomas, la dificultad del proceso de grabación y demás llevaron a 61 horas de filmación, que Riefenstahl debía condensar en dos horas. La película no es solamente un logro como un producto genuino por parte de su directora, sino que demuestra una intencionalidad basada supuestamente en el fervor de Riefenstahl por el partido nazi pero más que nada del uso de ideologías del mismo partido dentro de la morfología de la película. Es así como nos encontramos ante un descenso casi apoteósico a la ciudad de Nuremberg rodeado de la brillantez de las tomas y las referencias religiosas dentro de esta entrada. El pueblo alemán y sus representantes políticos son un coro inmerso en una realidad de tintes poéticos. Mujeres con rostros de admiración, niños rodeados de alegría, hombres con orgullo en sus pechos. Como película de propaganda muestra el desempeño glorioso de una campaña política, como muchos de los filmes de propaganda buscaban en ese período. Riefenstahl hace algo más que producir un documental, ella recrea un cuerpo propio con un estilo inherente en pleno nacimiento y emancipación. Logra plasmar en pantalla la unidad y la integración de un pueblo alemán y de un partido político en proceso de convertirse en uno de los más poderosos que han existido. Lamentablemente este proceso nos describe el partido nazi y las devastadores consecuencias que surgieron a partir de ello. Es así como Riefenstahl selló su destino dentro del mundo del cine, creando una película de tanta brillantez en sus aspectos técnicos y estéticos, pero de gran controversia y rechazo en los aspectos políticos  y de propaganda inherentes a ella. En un sentido de defensa, Riefenstahl señalaría la película como una atrocidad, producto de su ignorancia y su inocencia sin realmente representar lo que ella deseaba como obra de arte.




Datos.

Título Original: Triumph des Willens
Dirección: Leni Riefenstahl
Año: 1935
País: Alemania
Duración: 114 min.

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