domingo, 20 de mayo de 2012


CERO EN CONDUCTA



Intro.

Ser niño y ser rebelde en maneras que nadie puede entender. Ser irrespetuoso y formar tu propia bandera en maneras que nadie pueda denominar a través de un partido político o de una ola terrorista. Simplemente ser niño… y ser. Moverse sin preocupación, sacar la lengua y saber que no importando cuanto traten, cuanto piensen y cuanto se esfuercen, los adultos jamás llegarán a comprenderte. Porque no estás aquí para ser un niño modelo. No estás aquí para ser de la vida de alguien la felicidad completa y su realización personal. Estás aquí en un barrio pobre, en una escuela difícil porque no hay más… y mientras no haya más, tú vas a ser todas las pequeñas revoluciones que la mente pueda idear y de allí para adelante no hay más. Simplemente tu rostro siempre algo amargo… y bueno, también, tu cero en conducta.



Cuerpo.

La tragedia de Jean Vigo es la tragedia de una joven promesa del cine muerto a los veintinueve años. Con dos cortos en su haber, un mediometraje y un solo largometraje, Vigo se transformó en uno de los más grandes directores del medio. Su sensibilidad y su prometedora estética dentro de la pantalla promovieron a un artista sin precedentes, pero este hecho sería solamente como una de las tantas estadísticas que rodean a estos grandes hombres: el reconocimiento posterior que permitiría el rescate de su obra y de su legado. Vigo haría dos cortos sin mayor relevancia en su medio A Propósito de Niza (1930) y Taris (1931). Pero dichos cortos lo ayudaron a obtener financiamiento para Cero de Conducta (1933) y posteriormente para El Atalante (1934). Vigo sufrió de tuberculosis durante casi toda su vida y al final de la filmación de El Atalante tuvo graves problemas, llegando a ver una versión final de la película y muriendo antes de su estreno. Muerto sin gloria ni legado, Vigo, fue una estrella fugaz que no pudo brillar en todo su esplendor.



Sería a partir de los nuevos aires del cine francés de los años sesenta, en donde la figura de Vigo recobraría importancia. Intelecutales como Eric Rohmer, Louis Malle, Francois Truffaut y Jean-Luc Godard comenzaron a remover el contexto tradicional del cine en Francia, destruyendo muchos razgos y puentes del llamado realismo poético, así como destruyendo nombres de grandes directores y ensalzando otros que servían mejor a sus propósitos. Es así también como muchos productos americanos llegaron a tener fama en Francia después de haber sido olvidados, siendo El Ciudadano Kane, el principal de estos, y que es ahora considerado la película más grande de todos los tiempos. La perspectiva sobre Vigo fue más que favorable, siendo considerado como el primer profesional que impuso una sensación artística dentro del cine y siendo elevado a status de figura de donde muchos otros directores se tuvieron que nutrir para hacer sus carreras. Dichas halagos llegarían en momento oportuno, puesto que Cero de Conducta estuvo veinte años prohibida en Francia por lo que se le consideraba un ataque contra la política del país. Su composición de 41 minutos ya había sufrido censura pero eran demasiadas las referencias como para que pudiera quedar algo consistente. La película después de su estreno fue públicamente rechazada y archivada.



Vigo encontró en su propio colegio de provincia la influencia decisiva para mostrar a un grupo de niños descontentos con el sistema injusto y duro que tuvieron que vivir. Las referencias personales son puntuales y Vigo emplea toda su pericia para desestimar un sistema que no propone enseñanza, sino que impone tendencias que no cumplen un rol, sino el del simple acatamiento de órdenes. Es en sí, la lucha de Vigo por ser revolucionario, por mostrar en un grupo de niños la capacidad de entender un nuevo mundo, rompiendo las reglas y comportándose como niños bajo el subtexto de un hombre con alma de infante que desea demostrar que el mundo de los adultos no sirve, por más que ellos se nieguen a aceptarlo. Vigo y su película son ahora un legado y una vitalidad constante, influyentes en hombres como Truffaut y sus 400 Golpes, en Lindsay Anderson y su película If… y en todos aquellos que ven en Vigo a uno de los primeros revolucionarios del medio, al mismo tiempo que a un poeta interpretando imágenes.




 
Datos.

Título Original: Zéro de Conduite
Dirección: Jean Vigo
Año: 1933
País: Francia
Intérpretes: Jean Dasté, Robert le Flon, Du Verron, Delphin, León Larive, Madame Émile, Louis de Gonzague, Raphäel Diligent, Louis Lefebvre, Gilbert Pruchon, Coco Golstein, Gérard de Bédarieux
Duración: 41 min.

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