miércoles, 2 de mayo de 2012


EL CIUDADANO KANE (I)



Intro.

Existe un misterio. Un nombre. Un hombre. Un pasado. Y todos aquellos recuerdos que se levantan en el polvo no ayudan a esclarecer una visión, no ayudan a descifrar un misterio. Toda tu vida resuelta a través de viñetas. Una vez más tu vida a través de ojos de otros. ¿Qué hemos obtenido? Una imagen tuya, una imagen tuya que no corresponde con nada de lo que has vivido. Una sonrisa no es sinónimo de alegría y lágrimas no remiten a una tristeza insoportable. Nadie te conoce como persona, solo algunos conocen tus momentos y de eso el tiempo se ha encargado de destruir toda memoria. Ahora alguien insignificante quiere saber como escribes tu nombre. Ahora alguien propone que tu vida sea solamente una película, sin decir mucho y sin ninguna expresión real.




Cuerpo.

Orson Welles y El Ciudadano Kane se han convertido en glorias inimitables dentro del mundo del cine. El Ciudadano Kane ha sido considerada por mucho tiempo como la película más grande jamás realizada y tanto su narrativa como su tratamiento han sido venerados por la crítica especializada de diferentes países como un producto único y original. Explicar porque dicho producto es venerado y catapultado a la referencia de lo más grande se debe al genio detrás de la película, al contexto que hizo de El Ciudadano Kane una leyenda y a todo el engranaje que supuso la realización de una película con libertades nunca antes vistas,  con el quebramiento de la tradición dentro del cine y con el uso de nuevas técnicas. Ello también supone hablar de su casi inminente destrucción y olvido durante muchos años, de su redescubrimiento en Europa y de su triunfo final como el hito más grande del séptimo arte.



Orson Welles es el ciudadano Kane y Charles Foster Kane es Orson Welles. Nacido el 6 de mayo de 1915 en Estados Unidos, George Orson Welles sería desde temprana edad considerado un genio. A pesar de una difícil infancia, Welles lograría destacar por su frontal personalidad, impresionando a propios y extraños. Sus primeros logros serían en el teatro y la radio. Siendo actor en estos dos medios, su principal característica sería como realizador, destacando en el teatro con diversas producciones como Macbeth y Julio César. En esta etapa se destacaría por ensamblar un reparto en su mayoría gente de color, algo inédito para la época, así como la creación de su conocido grupo del Teatro Mercurio donde destaca su amigo Joseph Cotten, Agnes Moorehead, Dolores del Río, Everett Sloane, Ray Collins, entre otros. Estos actores se mantendrían en la compañía durante años, acompañando a Welles en su incursión en Hollywood. Su etapa en la radio le daría su más controversial proyecto hasta la fecha, la emisión de La Guerra de los Mundos de H. G. Wells. La repentina emisión del 30 de octubre de 1938 creo pánico en la ciudad, que no contó con una dramatización, ya que el relato tan intenso hizo pensar lo contrario. Welles ganó popularidad tal que los estudios de Hollywood comenzaron a tocar su puerta, pero el futuro director estaba esperando la opción indicada.



RKO Radio Pictures le dio la oportunidad a Welles para su estreno en Hollywood. El presidente de dicha compañía, George Schaefer, hizo algo sin precedentes: le dio a un director novato total control sobre una película. El contrato estipulaba la creación de dos películas en donde Welles era quien tomaba las decisiones sobre el guión, el reparto, su grupo técnico y la edición final del filme. Después de negarse ante varios proyectos, debido a falta de presupuesto y diferencias artísticas, Welles se decidiría a la creación de El Ciudadano Kane. La película sería escrita por Welles y Herman J. Mankiewicz, hermano del famoso director Joseph L. Mankiewicz. Sobre cuanto colaboraría cada uno al guión es un misterio y una controversia. En un primer momento, Welles se adjudicó la creación del guión y es así como la película se promocionó, pero ante una posible demanda, Welles compartió la autoría con Mankiewicz. Muchos biógrafos y estudiosos han destacado la importancia de ambos en el guión, pero quien fue el corazón de la película es imposible saber. Mankiewicz era ya un escritor reconocido en Hollywood, con una capacidad inmensa en la creación de guiones, pero la mayoría de sus trabajos no serían acreditados debido a una mayor labor en reescribir sobre guiones ya formados. Es así como ha colaborado con grandes directores y producciones como El Mago de Oz, Cena a las Ocho, El Orgullo de los Yankees, entre otras. Su problema con el alcohol hicieron de él una persona volátil, de gran genio pero que necesitaba del apoyo de terceros para mantenerse sobrio y dedicarse al trabajo.



La idea original de El Ciudadano Kane era basarse en la vida de un personaje público importante, del cual no se hiciera referencias directas pero cuya vida sea ideal para poder poner en cartelera. A ello se le sumaría un tratamiento muy especial: la película no sería lineal, la vida de este personaje sería contada partir de los recuerdos de los diferentes personajes que compartieron parte de su vida con él, sin siquiera mantener una linealidad en dichos retazos. Esto conduciría a una difícil comprensión por parte del público, ya que el tratamiento de Welles no era tradicional y tampoco muy fácil de mantener durante esa época. A pesar de nombrar a diferentes personalidades para dicho proyecto fue claro que Welles y Mankiewicz ya tenían a una persona en mente: William Randolph Hearst. El personaje no solamente estaría constituido por Hearst, sino también estaría asociado con la vida de Orson Welles y en menor medida con otras celebridades. Aún así, la controversia sería tal que la influencia de la película señalaría a El Ciudadano Kane como una radiografía de la vida de Hearst, condenando así la suerte del magnate, así como también la vida de su director...



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