sábado, 31 de marzo de 2012


TIEMPOS MODERNOS



Intro.

Las máquinas se mueven sin cesar. Su enorme producción es parte de un sistema que no propone estancia, todo lo contrario, busca alcanzar límites inesperados solamente para volver a desafiarlos. Entre tantas máquinas un hombre busca engrasar la parte que parece imitar lentitud. Ahora él parece imitar movimientos sin límites. Ahora los tiempos modernos se gritan en silencio y esa es una forma antigua de decir que no estamos avanzando. Y como si fuéramos estatuas progresando hacia nuevas fronteras, nos colocamos dentro de las mismas cuatro paredes que escupen en blanco y negro. Y los sonidos son tan distantes, como si estuviéramos viendo otras épocas no en su etapa de florecimiento, sino en los últimos momentos de su vida.




Cuerpo.

Charles Chaplin esculpió el cine mudo a su forma. Con una capacidad infinita para transformar la pantalla a su placer, Chaplin logró ser en su tiempo un inmortal iniciando el arte dentro de la comedia, aprendiendo todo lo logrado hasta ese momento y llevándolo a niveles insospechados. Chaplin creía en el cine como una forma artística y lo plasmó de manera tal que sus películas han quedado como patrimonio cultural mundial debido a su consciencia sobre la realidad, sobre el futuro y sobre la capacidad de hacer reír y de colocar a su figura de Charlot como uno de los más memorables emblemas del séptimo arte. No hay palabras suficientes para describir el genio de Chaplin, no hay manera de resumirlo o codificarlo, es solamente la ocasión de aceptar la genialidad como un raro don que ocurre en un espacio reducido de tiempo y admirarlo. Solamente queda para las nuevas generaciones entender como algo tan remoto tenga la eternidad junto a su nombre.



Para 1936, Chaplin había pasado épocas de gloria y controversia. Entre su turbulenta vida amorosa y sus inclinaciones políticas, Chaplin era visto en Estados Unidos como un gran artista pero como un hombre social muy conflictivo. El cambio del cine hablado por el cine mudo también comenzaría con una gran controversia poniendo a Chaplin en un punto crítico, donde durante años mantuvo su visión que el cine como una representación artística moriría con la incorporación del habla. Su película Luces de la Ciudad de 1931 mantuvo la tónica del cine mudo a pesar de que los cambios ya habían empezado varios años atrás. Esta monumental película, señalada en algunas ocasiones como la película muda más importante, lo catapultaría a mantener su relación con el cine mudo y con su personaje Charlot, quien cinco años después mostraría su última aparición.



Tiempos Modernos se convertiría en una de las grandes proezas de Chaplin. Tomando en cuenta que el cine hablado ya estaba instalado en la industria y que el público había respondido positivamente al cambio, la película logra mantener su vitalidad, simplemente apoyado con algunos efectos de sonido, pero aún así eminentemente muda. Chaplin había visionado a Tiempos Modernos como su primera película hablada pero después de crear el guión se dio cuenta que su personaje de Charlot perdería su esencia, así que reescribió el guión para una película muda dándole a su entrañable creación su esperado fin. La película sería un éxito, colocando al personaje en las garras de la Gran Depresión sufrida en Estados Unidos y dándole tintes políticos al filme. Chaplin, al lado de su musa en ese momento, Paulette Goddard, protagonizaron el filme con una gran versatilidad y emoción. Como en todos sus proyectos, Chaplin controlaba todos los aspectos, siendo director, productor, actor y compositor. El nivel de rigurosidad de Chaplin ya era bien conocido en cuanto a sus trabajos y Tiempos Modernos sería su última joya del cine mudo.



La influencia de la película llevaría a intelectuales franceses a nombrar su revista a partir de la creación de Chaplin. Les Temps Modernes se convertiría en un estandarte cultural en Francia apareciendo por primera vez en octubre de 1945 y dirigido por Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir y Maurice Merlau-Ponty. Así también la influencia tendría aspectos negativos, ya que la compañía alemán Tobis Films, distribuidora de la película A Nosotros la Libertad de René Clair, demandaría Chaplin por plagio debido a muchas alusiones muy similares con el filme francés. La demanda se arreglaría fuera de la corte. Clair estaba honrado de haber sido inspiración de Chaplin pero no podía evitar la demanda de la compañía.



Tiempos Modernos nos muestra un Charlot conflictuado tratando de sobrevivir en un mundo moderno donde las maquinas desplazan al hombre y donde la pobreza se instala en cada rincón del país, sometiendo a hombres honestos a actos delictivos para poder llevarse un pan a la boca. La crítica señalada por Chaplin no abandona sus otras temáticas con respecto a la comedia. Sus motivos aún se mantienen, así como la comedia física y los enredos de nuestro disparatado personaje. La película contaría con un final alterno, en donde el personaje de Goddard se rencontraría con Charlot en un convento y ella siendo una monja. Chaplin abandono la idea porque deseaba mostrar un final que estuviera de acuerdo con las demás apariciones del personaje, y si se busca similitudes tendríamos que señalar El Circo (1928) como la inspiración de este final. Aún así, a pesar de la nostalgia Chaplin no podría realizar el final deseado puesto que Paulette Goddard le habría dado ese toque romántico, imposibilitando al cómico inglés a dejar a su personaje en la total soledad.




Datos.

Título Original: Modern Times
Dirección: Charles Chaplin
Año: 1936
País: Estados Unidos
Intérpretes: Charles Chaplin, Paulette Goddard, Henry Bergman, Stanley Sandford, Chester Conklin, Hank Mann, Stanley Blystone, Al Ernest Garcia, Richard Alexander
Duración: 87 min.

No hay comentarios:

Publicar un comentario