INTOLERANCIA
Intro.
En la mente humana intolerancia. Ese desdén por todo aquello que no nos
pertenece y que se nos muestra como lo otro, lo distinto, lo extraño y lo
desconocido; todo aquello que ante nuestra mirada no es solamente que una
desagradable coincidencia, fácil de borrar cuando simplemente volteamos la
cabeza y dejamos que las injusticias del mundo se posen sobre testas vírgenes
vacías. Caminamos con garbo, penetramos territorios donde el barro no toca
nuestros pies, porque podemos llevar nuestros violentos ojos al suelo y
observamos como cualquier tipo de carroña se aleja del camino que trazamos.
Estamos destinados a grandes logros y a grandes abusos llamados modernidad y
nadie puede tocarnos, nuestros trajes blancos no pueden ser ensuciados y
nuestra atenta disposición es apreciada y premiada por los cielos. Ante tanta
majestuosidad solo podemos preguntarnos que labor es ahora necesaria, ya que
los cielos ya nos procuraron su bendición.
Cuerpo.
D. W. Griffith es señalado como el padre del cine norteamericano. Y con
justa razón. Hablar de las capacidades, los logros y el legado dejados por
Griffith para el séptimo arte es insistir en una gran lista de innovaciones
que han transcurrido durante el tiempo y se mantienen, inclusive ante el
desconocimiento del público en general. Así mismo, Griffith no escatimaba en
cuanto a sus producciones, toda su labor se volcaba hacia ellas y ello fue una
de las condenas que tuvo que pagar, el de la falta de reconocimiento en su
tiempo y la pérdida de grandes sumas de dinero en inversión, para luego
convertirse, como muchos grandes artistas, en leyendas inmortalizadas después de su
tiempo. Intolerancia se convertiría hasta esa fecha en su proyecto más costoso,
en la película más cara de su tiempo, en las escenografías más grandes de su
tiempo y en uno de los filmes con la mayor cantidad de extras. Griffith no
escatimó en nada con respecto a Intolerancia, pero la complejidad del filme
para la época terminó con una dura recepción en pantalla llevando al estudio a
la bancarrota, a Griffith al fracaso y a un necesario control en cuanto a las
libertades del director para con sus proyectos.
Intolerancia comenzó como una respuesta ante las críticas y la polémica
generada por su filme anterior, El Nacimiento de una Nación, la película más
incorrectamente política jamás creada. La asociación del director con el Ku
Klux Klan creó demasiadas controversias y ataques, para lo cual Griffith supo
defenderse como primera instancia, pero que después se convirtió en una
necesidad en crear una película que disipara toda la prensa generada.
Intolerancia no solamente vendría a ser una respuesta para demostrar su
preocupación imparcial por la humanidad, sino también una manera más compleja
de presentar sus diseños estilísticos y el arte de hacer cine.
Intolerancia es una compleja realización basada en el genio de un gran
director. La historia se divide en cuatro partes. La primera parte corresponde
a Babilonia (539 a.c.) con el conflicto entre el príncipe Belshazzar y Ciro el
Grande de Persia. La segunda parte es sobre Judea (apróx. 27 a.c.), relatando como
después de las bodas de Canaan y la mujer sorprendida en adulterio, se lleva a
cabo la crucifixión. La tercera parte corresponde al Renacimiento en Francia (1572)
sobre la masacre del día de San
Bartolomé de los Hugonotes por parte de los reyes católicos romanos. Por
último, tenemos una historia “moderna” en Estados Unidos (1914), donde se nos
relata el poder de los capitalistas contra un grupo trabajador marginal. Todas
estas historias tienen un punto en común: la intolerancia. Griffith trata de demostrar
como a través de la intolerancia, el hombre en diferentes épocas es capaz de
buscar su propio interés y de lastimar a sus pares con tal de lograr propósitos
relacionados con el poder y la avaricia.
Pero la complejidad de la película deriva en la presentación de estas
historias. A medida de tratarlas como temas universales, Griffith trató de
plantear las historias sin demasiados nombres o con referencias a personas
(como la chica querida, el oficial amable, etc.), haciendo un poco confuso
dicho tratamiento. A ello hay que agregar que no estamos ante una historia
lineal. Las cuatro historias son presentadas en partes, cortándose en ciertos
momentos para ir gradualmente entendiendo la trama de cada una de ellas. Estos cortes no
parecen responder a algún tipo de lógica deducible para la época y están
separados por la imagen de la “eterna maternidad”, representado por una mujer,
Lillian Gish, cuidando la cuna de su hijo en una habitación vacía. Esta imagen
cumple con el mensaje de la intolerancia a través de los tiempos, pero la
propuesta resultó ser demasiado innovadora para la época.
La manera de presentar las historias terminó por sepultar a Griffith. Su
presupuesto es incalculable, pero muchos historiadores lo han tasado en dos
millones de dólares (alrededor de 46 millones actualmente), siendo algo sin
precedentes en 1916 y la película más cara hasta esos momentos. Debido a ello,
Triangle Film Corporation tuvo que ser puesta en venta dos años después. Las
fastuosas escenografías eran reales con castillos gigantescos que inclusive
tomaron años en ser demolidos e incendiados debido al terreno que ocupaban. Los
extras bordeaban las tres mil personas en algunas escenas y a pesar de las
buenas críticas cosechadas en diferentes medios, fue un total fracaso
comercial. Aún así, Intolerancia recuperaría su estatuto de leyenda ante las
constantes revisiones, su recuperación a través de distintas versiones y ya
alejado el tema de la guerra civil americana, El Nacimiento de una Nación e Intolerancia,
al igual que muchos productos de Griffith, lograron persistir en el tiempo,
siendo vistas como piezas invaluables dentro del desarrollo del cine americano
en su etapa muda y la influencia que persistiría en muchos años a seguir.
Datos.
Título
Original: Intolerance
Dirección:
D.W. Griffith
Año: 1916
País: Estados Unidos
Intérpretes: Lillian Gish, Mae Marsh, Vera Lewis, Fred
Turner, Robert Harron, Günther von Ritzau, Frank Bennett, Maxfield Stanley,
Josephine Crowell, Joseph Henabery, Constance Talmadge, W.E. Lawrence, Margery
Wilson, Eugene Pallette, A.D. Sears, Sam de Grasse, Elmer Clifton, Tully Marshall,
Alfred Paget, Carl Stockdale, Elmo Lincoln, Seena Owen, Arthur Meyer, Lawrence
Lawlor, Miriam Cooper, Walter Long, Martin Landry, Bessie Love, George Walsh,
Howard Gaye, Lillian Langdon, Ruth Handford, Spottiswoode Aitken, George
Siegmann, Max Davidson, Douglas Fairbanks, Lloyd Ingraham, Barney Bernard, Tom
Wilson, Ralph Lewis
Duración:
210 min.