EL
ANIMADOR
Intro.
Pasamos
nuestra vida buscando nuestra vocación. Pasamos nuestra vida tratando de
colocarnos en un lugar y desarrollarnos de la mejor manera. Pero, ¿quién nos
enseña a envejecer en este medio? Porque podemos desarrollarnos plenamente y
ver el rostro de nuestro contexto, con una sonrisa y una felicidad
proporcionada por nuestra juventud. Pero todo ello pasa, pasa y nos despierta
la siempre incertidumbre y el siempre caos de querer algo más que los simples
aplausos. ¿Quiénes somos realmente con los cabellos blancos y el cuerpo no tan
resuelto como antes? Alguien quiere estrecharnos desde lejos pero ya no
sentimos la misma calidez de años anteriores y de sueños no realizados. Ahora
ante todo el éxtasis perdido nos preguntamos por los siguientes niños y porqué
no podemos morir haciendo lo que siempre hemos hecho.
Cuerpo.
En
1957 debutó la obra teatral El Animador de John Osborne. Osborne pertenecía a la
corriente de contracultura denominado los jóvenes enojados (The Angry Young
Men) en Inglaterra. Este grupo era notorio por su desencanto contra lo
establecido en este país en cuanto al aspecto laboral, social y económico, y
siempre que pudieran demostraban su rebeldía contra la autoridad y el gobierno.
Un año antes su obra Recordando con Ira había logrado ser un éxito total,
cambiando la manera de ver el teatro y proponiendo problemas actuales de gran convocatoria y debate, en donde la crítica aguda al sistema era su principal motor. A
pesar de ser una corriente tan controversial, Osborne y su obra pudieron
mantenerse y las adaptaciones cinematográficas no se harían esperar.
El
caso de El Animador es bastante particular. Sería Laurence Olivier que le
insistiría a Osborne el crear una obra sobre un hombre de mediana edad enojado
con su realidad y tratando de salir a flote a partir de sus pocos medios. El
mismo Olivier sería el protagonista de esta obra. Osborne crearía al personaje
de Archie Rice, un fallido animador de teatro en crisis. Su obra anterior y la
presencia de Olivier aseguraron la buena publicidad de la obra. El Animador
sería un gran éxito y al igual que Recordando con Ira, su tratamiento estético
y crítico logró sobrepasar la controversia y establecer a Osborne como uno de
los pilares del teatro de su tiempo. Ambas obras lograrían llegar al cine,
gracias a la mano del director Tony Richardson, cada una en el intervalo de dos
años, logrando gran aclamación por parte de público y crítica.
Cecil
Antonio Richardson, más conocido como Tony Richardson, fue un director de gran
talento sin ninguna afinidad específica, lo que le permitió entrar a diversos
géneros, logrando su mayor popularidad en la etapa de la Nueva Ola Inglesa, de
mediados de los años cincuenta a los sesenta. Bajo esta corriente, Richardson
creo obras destacables como El Animador, Recordando con Ira y La Soledad del
Corredor a Distancia. Posteriormente sería galardonado con el Oscar por su
trabajo en Tom Jones. Ello le permitiría una mayor entrada a Hollywood y
trabajar con talentosos actores, pero sus películas paulatinamente fueron
disminuyendo en popularidad, no pudiendo reditar los logros de los años
sesenta.
El
Animador es una película fuerte, consistente y de grandes actuaciones.
Típicamente las obras teatrales en el medio inglés son llevadas al cine con un
esmero y una dedicación tal que buscan dar una buena imagen al éxito logrado en
el teatro, sobre todo en los casos donde la aceptación ha sido tal por un
producto de contracultura. El Animador es uno de estos casos, y la presencia de
Laurence Olivier lo hace tanto su producto como el de Osborne y el de
Richardson. Y es que la presencia del gran actor aseguró la taquilla, aseguró
la presencia de actores consagrados y nuevos rostros cuyo talento estaba recién
naciendo, no es de extrañar que inclusive en roles secundarios encontremos a
futuras estrellas del medio. Junto a Olivier encontramos a Brenda de Banzie,
una actriz de gran trayectoria y que tendría en este papel su mejor actuación.
Roger Livesey, una referencia absoluta en la dupla de Powell y Pressburger
también es parte del elenco. Joan Plowright aparece como uno de esos rostros
jóvenes cuya carrera se expandiría por sesenta años y que aún se mantiene
activa en cine y televisión. Así también podemos encontrar a Alan Bates y
Shirley Anne Field en sus primeros roles y la primera aparición de Albert
Finney en la gran pantalla. Esta combinación de grandes actores y futuras glorias
alimenta la química en pantalla y el desenvolvimiento de un interesante guión,
fortalecido por la presencia del escritor original de la obra haciendo la
adaptación.
Datos.
Título
Original: The Entertainer
Dirección:
Tony Richardson
Año:
1960
País: Reino Unido
Intérpretes: Laurence Olivier, Brenda de Banzie, Roger
Livesey, Joan Plowright, Alan Bates, Daniel Massey, Shirley Anne Field, Thora
Hird, Albert Finney
Duración:
96 min.
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