martes, 16 de abril de 2013


EL ESPEJO


Intro.

¿Cuántas veces puedes ver el mismo rostro? ¿Cuántas veces todo lo que te afecta no deforma ese conocido estereotipo que se oculta en tus ojos? ¿Puedes decir verdaderamente que has cambiado, que has madurado cuando dentro de esos ojos puedes recordar y sentir cada lágrima de niño? En los rincones creemos caminar como todos los días de nuestra vida pero las imperfecciones creadas en los suelos son las deformaciones en nuestra mente. No sabemos cuando parar, cuando avanzar y a quienes escuchar cuando todas las voces salen de las paredes. Imaginas el pasado como alguien tierno, cercano y en realidad la relación es tan impersonal que pareces estar observando la vida de alguien más, y aquellos sentimientos y cicatrices formadas en tu cuerpo parecen remitir a extrañas sensaciones, a aquellos recuerdos que solo se atreven a presentarse cuando estás ocupado, tratando de ayudar a alguien más.





Cuerpo.

Andrei Tarkovsky es uno de los genios del cine. Independiente, individual y comprometido con el cine como expresión artística, Tarkovsky demostró en todas su entregas un tratamiento personal e inconfundible convirtiéndose en un artista menospreciado por la política de su país pero referente total del cine como arte. El Espejo es su película más personal y compleja, teniendo que pasar por la siempre problemática de la censura y la política en Unión Soviética. Aún así, Tarkovsky logró mantener un ideal y modificar el guión en variadas oportunidades para tener un producto final que pudiera ser el portador de su ideología y visión artística.


El Espejo fue un proyecto de Tarkovsky desde 1964. El director ruso buscaba crear una película a partir de los recuerdos y los sueños de un personaje que no estuviera presente en el filme. Así mismo, buscó implementar muchas experiencias personales de su niñez y juventud. Los primeros bosquejos fueron creados durante la realización de Andrei Rublev y al finalizar esta película, Tarkovsky estaba decidido a crear su siguiente filme. El guión sería rechazado por ser tratado de “incomprensible” para el comité de cine de su país. Así, Tarkovsky tuvo que empezar a crear modificaciones. Mientras tanto, dirigiría Solaris, dejando que el tiempo pase y que el proyecto madurara. En 1973 y bajo un cambio de mando dentro del comité, el guión fue aprobado y Tarkovsky empezó a recrear lo que consideraba uno de sus más anhelados proyectos.


Durante los años, el proyecto tuvo diferentes nombres, entre los que destacan Confesión y Un Blanco, Blanco Día. Ambos títulos serían tomados de poemas de su padre, Arseny Tarkovsky. Ese sería uno de los elementos que se mantendrían en la película, la narración de poemas de su padre hechas por él mismo y buscando profundización de ciertas escenas. Otras incorporaciones personales serían experiencias juveniles como la huida al campo en la guerra, referencias al trabajo real de su madre, ciertas anécdotas de niñez, entre otras cosas. La madre de Tarkovsky, Maria Vishnyakova y su esposa, Larisa Tarkovskaya, serían parte del reparto. Dentro de todas estas incorporaciones, Tarkovsky mantenía su ideología en mantener elementos importantes como es la relación del hombre con la naturaleza, el miedo ante el tiempo y la mortalidad, el fuego, el viento y el agua como agentes de propios de belleza y destrucción y la inclusión de los espejos como parte del encierro propuesto por el título de la película, así como otra perspectiva de aquello que se nos presenta. La falta de un centro específico (como en el caso de Andrei Rublev o Solaris), hicieron de El Espejo un filme harto complejo, colocando a Tarkovsky en la contemplación de la belleza y el arte como el más libre flujo de inspiración, creando imágenes y escenas de alta calidad.


Así como en Solaris, Tarkovsky quiso contar con la musa de Ingmar Bergman, Bibi Andersson, pero terminaría siendo Margarita Terekhova, en un gran despliegue, quien le daría vida a la heroína del maestro ruso. Los constantes referentes de Tarkovsky en el reparto completarían los demás roles que ante un rico guión y una presencia poética depurada pudo imprimir toda la genialidad del director en pantalla. El Espejo es difícil de analizar bajo una sola perspectiva y es debate de muchos trabajos y de su importancia para el desarrollo del arte. La censura en su país fue fuerte. La distribución fue poca y no se le permitió participar en el festival de Cannes a pesar de las amenazas por parte de este ente contra el gobierno soviético. Pero al película mantuvo una gran aceptación por parte del público y de la crítica. Su calidad permitió una mayor apertura en el mercado y se fue convirtiendo en la película más consagrada de Tarkovsky, así como la de mayor influencia en diferentes directores.





Datos.

Título Original: Zerkalo
Dirección: Andrei Tarkovsky
Año: 1975
País: Unión Soviética
Intérpretes: Margarita Terekhova, Filipp Yankovsky, Ignat Daniltsev, Larisa Tarkovskaya, Alla Deminova, Anatoli Solonitsyn, Tamara Ogorodnikova, Oleg Yankovsky, Maria Vishnyakova, Innokenty Smoktunovsky, Arseny Tarkovsky
Duración: 107 min.

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