sábado, 12 de octubre de 2013


LOS NIÑOS DEL PARAÍSO
 
 
 
 
Intro.
 
En los rincones menos pensados juegan los niños del paraíso, tratando de probarle al rey que son dignos de admiración. Juegan sin mayor preocupación, y a la vez, sin mayor lógica. Sus movimientos son como la nostalgia de los recuerdos. Lentos. Extraños. Desarticulados. Imposibles de recrear. Lejanos. Igualmente se mueven para reconocer los nuevos espacios y para recrear en su mente lugares, aromas y condiciones que solamente pueden existir para ellos. Los niños del paraíso son tan diferentes, son la esencia de un mundo antiguo que no conoce ancianos. Sus sonrisas se mantienen y sus lágrimas caen exactamente en el eterno momento, aquel en el cual el telón se abre y todo aquello que pensamos creer se guarda en pequeñas cajas individuales y empezamos a movernos como siempre solíamos hacerlo cuando estamos frente a increíbles reflectores e inesperados invitados. Y todos observando los mismos movimientos y las mismas formas. Mismos movimientos y mismas formas. Mismos movimientos y mismas formas. Mismos movimientos y mismas formas. Mismos movimientos y mismas formas. Mismos movimientos y mismas formas.
 
 


 
 
 

Cuerpo.

Los Niños del Paraíso comparte junto a Las Reglas del Juego y La Gran Ilusión la designación de ser una de las películas más emblemáticas de Francia. Su estreno fue todo un éxito, siendo estratégicamente finalizada para el momento de la liberación de París, que había estado sometida por los nazis. Eso hizo que la filmación fuera extremadamente difícil con interrupciones y demandas de los alemanes, llevando a la producción a diversos retrasos, a falta de presupuesto, amenazas al personal y falta de comida. Muchos tenían que trabajar bajo nombre supuestos pues eran judíos o descendientes de judíos y eran buscados en el mismo set por los soldados. Existieron muchos conflictos a partir de estos. Robert le Vigan, quien tuvo que ser separado de la producción, huyó después de la liberación por ser partidario nazista. Arletty fue detenida por tener un romance con un oficial alemán. Las paralizaciones encontraron a varios involucrados aceptando otros compromisos laborales por lo cual se tuvo que cambiar de producción, al igual que varios técnicos y actores, haciendo que al buscar reemplazos se tuviera que filmar las escenas nuevamente. La producción, que había empezado a mediados de 1943, sería finalmente estrenada en marzo de 1945 con todo el fervor del pueblo francés y con toda la magia propuesta por su director Carné y sus colaboradores.

 
 
 
 
Marcel Carné fue junto a Jean Renoir uno de los directores más importantes del llamado realismo poético francés. Su carrera empezaría como editor y crítico de cine. A finales de los años veinte sería asistente de dirección del gran Jacques Feyder y dirigiría también sus primeros cortos. Sería en 1936 cuando encontraría al escritor Jacques Prévert como su complemento perfecto. Ambos crearían filmes de gran calidad y que quedarían en el imaginario de la población francesa como Puerto de Sombras (1938), Amanece (1939), Los Visitantes de la Noche (1942) y la ya nombrada Los Niños del Paraíso. Esta colaboración marcó una época y ejemplificó la capacidad de realismo poético al adentrarnos a mundos de estética trabajada, en donde la realidad aún conserva la crudeza y desesperanza, mas no en sus personajes. A pesar que en este tipo de entregas el final siempre termina correspondiendo a la fatalidad de un mundo tan injusto, es la capacidad de sus personajes lo que nos permite romper los moldes y entender que los sentimientos, principalmente el amor, son conductores de nuestros actos y necesarios para la transformación de nuestra realidad. El género estaría presente entre mediados de los años treinta hasta mediados de los años cuarenta, en donde una consternación más por lo social empezaría a reformar la conducta del cine en Francia.

 
 
 
 
Los Niños de Paraíso cuenta con un elenco interesante, de futuras estrellas y de personajes reconocidos en otros ambientes artísticos. Arletty es la actriz principal. Cantante y actriz de cabaret durante diez años, Arletty debutaría en el cine a comienzos de los años treinta encontrando en este rol de Garance su mayor triunfo. Arletty se mantendría en el cine hasta comienzo de los sesenta, pero en roles secundarios mayormente. Jean-Louis Barrault, en su papel más emblemático, representa al mimo Baptiste Debureau. Barrault fue actor de teatro y mimo de profesión, siendo miembro de la Comedie-Francaise y de gran influencia en el mundo artístico de su país. Barrault sería el impulsador del filme al proponerle a Carné a recrear la vida del mimo Debureau. Carné no estaba interesado pero sería a partir de este personaje que se empezaría con la estructura del filme. Pierre Brasseur representaría al actor Frédérick Lemaitre, haciendo de este su rol más importante. Completa el quinteto amoroso Marcel Herrand como el criminal Lacenaire y Louis Salou como el conde Édouard de Montray. A ellos se les une la española María Casares, el siempre presente Gaston Modot, Pierre Renoir (hermano del director Jean Renoir), entre otros muchos colaboradores de Carné y Prévert.

 
 
 
 
Los Niños del Paraíso narra la historia de Garance y el amor que le profesan cuatro hombres: el mimo Debureau, el actor Lemaitre, el criminal Lacenaire y el conde de Montray. Cada uno busca amarla desde sus propias perspectivas mientras que ella busca el amor desde su propia visión soñadora, sin ataduras, sin compromisos y, a la vez, de desesperanza. El título de la película hace referencia a los espectadores del teatro de lo que vendría a ser el segundo balcón donde abiertamente la gente gritaba su elogio o desencanto de la presentación según su parecer. La película se basa en este conflicto amoroso mientras otros se entretejen alrededor, al igual que la vida en el teatro y demás condimientos. La película es un ejemplo claro del realismo poético en donde sus participantes son conducidos por sus sentimientos y según conveniencia se van adaptando a una realidad que cambia y que va encontrando sus mejores o peores personalidades. La película mantendría una longitud de algo más de tres horas. Según la administración Vichy el límite de tiempo para la presentación de una película era de 90 minutos por lo que la película tuvo que ser dividida en dos partes. La primera parte se llamó El Boulevard del Crimen y la segunda parte El Hombre de Blanco. Esto llevó a la dificultad de estrenar la película en dichas dos partes. El estreno fue en el Palacio Chaillot en su totalidad, pero después Carné negoció para que la película sea estrenada en exclusividad en dos lugares diferentes, logrando que los espectadores pudieran reservar su asiento después de ver la primera parte. Siendo un éxito total desde su estreno, se mantuvo en cartelera por 54 semanas. Carné tendría en Los Niños del Paraíso su película más destacada, logrando incluso la admiración de los densos críticos de la nouvelle vague, el movimiento surgido en Francia a finales de los cincuenta que buscó romper con toda la tradición de sus pares.

 
 

 

Datos.

Título Original: Les Enfants du Paradis
Dirección: Marcel Carné
Año: 1945
País: Francia
Intérpretes: Arletty, Jean-Louis Barrault, Pierre Brasseur, Marcel Herrand, Pierre Renoir, María Casares, Louis Salou, Gaston Modot, Fabien Loris, Marcel Pérès, Pierre Palau, Etienne Decroux, Jane Marken, Marcelle Monthil, Louis Florencie, Habib Benglia, Raymond Rognoni, Jacques Castelot, Paul Frankeur, Albert Rémy, Robert Dhéry, Auguste Bovério, Paul Demange
Duración: 195 min.

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