viernes, 22 de diciembre de 2023

 
PRIMAVERA TARDÍA



Intro.
 
La calma procede a la tormenta. Pero dentro de nuestra mente sobre lo inamovible, no entendemos cómo las variaciones ocurren aun cuando mantenemos nuestra mirada en los objetos. Conocemos los árboles, las hojas y sus procesos, pero quisiéramos mantenernos en una misma estación sin tener que analizar todos los cambios hasta que la próxima temporada nos dibuje el mismo rostro. No hay un sentido de justicia cuando queremos ser nostálgicos, cuando no queremos entender el proceso de la llamada modernidad y simplemente nos dejamos llevar por la monotonía de nuestros años. Ante esto, solo nos queda suspirar, cerrar los ojos por unos segundos y entender que los cambios se darán mientras seguimos caminando en este mundo.







Cuerpo.
 
En los años treinta y cuarenta tres nombres puntuales serían vistos como los pilares del cine japonés: Yasujiro Ozu, Kenji Mizoguchi y Akira Kurosawa. En ese orden eran vistos los grandes representantes del país asiático, pero ello iría cambiando no solamente con la diversidad en cuanto a los productos sino con los cambios de mentalidad surgidos tanto por la guerra como la misma sociedad japonesa. Es así como Kurosawa terminaría siendo el director más representativo del país por sus diversas e interesantes entregas mientras que Mizoguchi sería el creador de dramas muy emocionales y críticos. Por su parte, Ozu estaría algo relegado con sus dramas costumbristas, pero esto no demuestra la gran capacidad del realizador, ya que muchas de sus películas son consideradas como obras de arte mundial, creando su propio lenguaje, tratamiento de personajes y cinematografía.






Ozu fue un trabajador incansable desde finales de los años veinte, siendo parte del cine con comedias mudas, haciendo paulatinamente su transición al drama. A pesar de que varias de sus primeras entregas sean películas perdidas, los años treinta y cuarenta serían favorables en mostrar el crecimiento de Ozu por crear dramas familiares asociados con la tradición de su país y ciertos cambios en las nuevas generaciones. Esto se intensificaría a finales de los años cuarenta cuando un Ozu más maduro llevara al género del shomin-geki (dramas familiares de gente cotidiana) a puntos culminantes y esto empezaría con Primavera Tardía y su primera asociación con la actriz Setsuko Hara.






Setsuko Hara es muchas veces nombrada como la Greta Garbo japonesa. Una actriz de gran talento con una firma propia en sus entregas y con un alejamiento temprano de la gran pantalla. Una trabajadora incansable desde los quince años, Hara tendría diferentes roles bajo el comando de directores variados como Akira Kurosawa o Keinosuke Kinoshita, pero sería su asociación con Ozu lo que cambiaría la perspectiva de Hara en el cine. Rodeada de dramas familiares en donde ella representó al Japón tradicional ante los vientos de cambio, la actriz japonesa colaboraría en seis películas con Ozu, siendo mundialmente aclamada por ello y siendo considerada la actriz japonesa más grande de todos los tiempos. Pero la muerte de Ozu en 1963 marcó su final en el cine. Hara no volvería a actuar y saldría del ojo público, viviendo en Kamakura sin dar entrevistas o conceder fotografías. Las razones de su alejamiento nunca se esclarecieron. En su última entrevista señalaba que se retiraba porque en realidad nunca le gustó el cine, sino que lo hizo para apoyar a su familia. Muchos especularon un envolvimiento romántico con el director Ozu el hecho de su partida.






Primavera Tardía es la primera entrega de lo que se conoce como la Trilogía de Noriko, en donde Hara interpreta al personaje de Noriko en otras dos entregas, Principios de Verano (1951) e Historias de Tokyo (1953). Si bien el personaje de Noriko en estas tres películas no está relacionado, sí representa la imagen de la mujer soltera en una Japón de cambios. Otro punto importante en estas entregas de Ozu sería su asociación con el actor Chishu Ryu. Apareciendo en catorce de sus películas, Ryu mostraría mucha capacidad para interpretar a patriarcas de familias por lo general, siendo imagen de un Japón tradicional que debe aprender a sobrellevar los nuevos tiempos.






La trama del filme es simple: un viudo viviendo con su hija ante la creciente óptica de que su hija debe casarse pero ella piensa que no debe por no dejar solo a su padre. Ante esto, el padre decide crear un supuesto arreglo matrimonial entre él y una conocida para que su hija decida por fin casarse. Las temáticas de Ozu se repiten constantemente y podemos ver el juego de roles encontrados en Primavera Tardía. Nos encontramos ante el rol principal de la hija que representa la modernidad ligada con una tradición que no quiere dejar. El sentido de familia, de solidaridad, de amor filial la arrastra a un destino nada generoso, puesto que la soledad que quiere evitarle a su padre lo toma como condena pero al mismo tiempo es ella una Japón contradictoria a sus deseos, ya que no solamente es evitar romper los lazos con su padre sino entender el celo que tiene a aquello que siente que le pertenece. Por su parte, la imagen del padre es de una tradición más adepta a los cambios y más arraigada al sacrificio. A pesar de que buscan un bien común se muestran incomprensibles el uno del otro porque su armonía es un momento que debe difuminarse si entienden que deben comprender el rol de la naturaleza, por mucho que este no sea un final del todo feliz.







Datos.
 
Título Original: Banshun
Dirección: Yasujiro Ozu
Año: 1949
País: Japón
Intérpretes: Chishu Ryu, Setsuko Hara, Yumeji Tsukioka, Haruko Sugimura, Hohi Aoki, Jun Usami, Kuniko Miyake, Masao Mishima, Yoshiko Tsubouchi, Yoko Katsuragi, Toyoko Takahashi, Jun Tanizaki, Yoko Benisawa
Duración: 108 min.




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