martes, 20 de septiembre de 2011


DARLING




Intro.

En los momentos previos de la fama, un personaje puede sonreír y llorar en total privacidad. Un personaje es un signo de humanidad ante todos los rostros, y todos los rostros se mantienen caminando sin detenerse ante el despliegue de emociones. En los momentos previos. Es así como surge el amor por la soledad. Ya después cuando tu vida es arrebatada y tus actos son hechos públicos y donde ni siquiera tu nombre te pertenece, podemos hablar de la increíble llegada de un ser comparado con una estrella y cuyos triunfos y caídas nos pertenecen… nos pertenecen para husmear, manosear y pisotear.




Cuerpo.

Uno de los mejores representantes de la generación de los sesenta en Inglaterra responde al nombre de John Schlesinger. Surgido como una respuesta inmediata de los conflictos e interrogantes de su época, Schlesinger crearía producciones de alto nivel, lanzando a futuras estrellas del cine a carreras espléndidas. Siendo los años sesenta su mejor época, Schlesinger cobró rápidamente reconocimiento por su labor en la dirección de documentales, para después anclar en la ficción donde también cautivó y cosechó triunfos. Darling sería su tercera película cosechando grandes críticas y galardones, permitiéndole así entrar al cine de Hollywood.




Darling de 1965 sería nominada a seis premios BAFTA ganando en cuatro categorías. Mejor Actriz (Julie Christie), Mejor Actor (Dirk Bogarde), Mejor Dirección Artística (Ray Simm), Mejor Guión (Frederic Raphael). En su camino a los Oscar sería nominada en cinco aspectos, ganando tres. Mejor Actriz (Julie Christie), Mejor Diseño de Vestuario (Julie Harris), Mejor Guión (Frederic Raphael). Las otras dos nominaciones fueron como Mejor Director y Mejor Película. Junto a la mano de Schlesinger encontramos la capacidad actoral de un trío remarcable: Julie Christie, Dirk Bogarde y Laurence Harvey.



Julie Christie comenzó su carrera en 1962 y ya con Darling tendría fama internacional. Christie se convertiría en una actriz talentosa pero paulatinamente sus apariciones en la pantalla grande irían desapareciendo. Aún así logró cosechar el clamor público en sus apariciones en Dr. Zhivago, Fahrenheit 451, Lejos del Mundanal Ruido, entre otras. Christie mantiene hasta nuestros días su vitalidad cosechando nuevos premios y admiradores. Por su parte, Dirk Bogarde es uno de los grandes actores ingleses de su tiempo. Durante los años cincuenta hizo innumerables roles contando siempre con el favor del público y siendo un éxito de taquilla. Su exploración como actor lo llevó a interpretar personajes controversiales y enfermizos, que fueron plasmados con gran calidad gracias a una técnica bastante estilizada. Bogarde pasaría de un joven actor de taquilla asegurada a un actor serio de exquisita técnica, conservando en ambos casos su profesionalismo y éxito. Por último, Laurence Harvey se convertiría en un éxito a finales de los cincuenta con su participación en Un Lugar en la Cumbre (1959). La carrera de Harvey sería glamorosa pero solamente se mantendría estable hasta mediados de los sesenta. En esa etapa se le recuerda por Buttefield 8 (1960), The Alamo (1960), Darling, y sobretodo El Candidato de Manchuria (1962), su mejor rol.



Darling cuenta la historia de Diana Scott, una mujer de vida ordinaria que terminaría convirtiéndose en una estrella. Christie sería la gran sorpresa de la producción que ya encontraba en Bogarde y Harvey a actores maduros y consolidados. Ayudada por una historia atrayente, calculando detalles de vestuario y locación, la película de Schlesinger es una sátira calibrada de la sociedad inglesa de su tiempo. Con una comedia ácida y momentos de total dramatismo, Darling busca estructurar la forma de pensamiento de una sociedad que le importa poco sus preocupaciones, y que ante los cambios sus actitudes parecen tan vagas y tan faltas de madurez. Las grandes interpretaciones logran enfatizar dicho efecto, valiéndole todos los premios que obtuvo y lanzando a todas sus estrellas a futuras colaboraciones de gran aporte artístico.




Datos.

Título Original: Darling
Dirección: John Schlesinger
Año: 1965
País: UK
Intérpretes: Julie Christie, Dirk Bogarde, Laurence Harvey, José Luis de Vilallonga, Roland Curram, Basil Henson, Marika Rivera, Alex Scott, Brian Wilde, Pauline Yates, Trevor Bowen
Duración: 128 min.

viernes, 16 de septiembre de 2011


LOS CAUTIVOS




Intro.

El salvaje oeste no es un lugar de héroes renombrados y de villanos encasillados. El salvaje oeste es un lugar sin ley donde el más fuerte aprovecha su poder para inutilizar a la ley y para contribuir con el caos. Sus ramificaciones oponen cualquier sentido de humanidad y las balas son la única respuesta que lleva algún tipo de significado. Morir o vivir oculto parece no guardar diferencia y aquellos rápidos con el gatillo son el resultado de una infancia violenta.





Cuerpo.

En el cine del western podremos encontrar asociaciones gloriosas entre directores y actores que dejan de lado un estilo específico para convertirse en creaciones artísticas de alto nivel. Entre dichas asociaciones tenemos a John Ford con John Wayne y a Anthony Mann con James Stewart. En lo que se consideró el western de serie B tenemos la asociación del director Budd Boetticher y el gran actor Randolph Scott que se encargaron de brindar una calidad inesperada a este tipo de producciones.




Budd Boetticher fue un director en la sombra, siempre confinado a películas de bajo presupuesto y cuya carrera nunca tuvo el esplendor deseado. Las mismas películas que realizaría con Scott serían olvidadas en su tiempo, a pesar de las críticas positivas por parte de los cineastas franceses, y no tendrían relevancia hasta su redescubrimiento por posteriores generaciones. Aún así, trabajaría en la época dorada de Hollywood y sus colaboraciones con otros directores y producciones lo mantendrían en este círculo, aunque después de su colaboración con Scott no podría mantener una línea de trabajo siendo cada vez mínimo su aporte al cine.



Por su parte, Randolph Scott fue una de las figuras más emblemáticas del western. Con una carrera que vio en sus comienzos todo tipo de papeles, Scott pasó por dramas, comedias, musicales, horror y demás, hasta anclar en el western, donde sería un símbolo. Dirigido por aclamados directores, Scott mostraría dos facetas en cuanto a sus personajes: en su juventud sería el héroe impulsivo, de rasgos poco delineados y preparado para la acción, mientras que como actor maduro sería requerido como la imagen fuerte, del héroe de muchas batallas y decepciones. Fue a mediados de sus cincuenta que podría mostrar este tipo de personaje. En 1956 a sus 58 años comenzaría su asociación con Boetticher que se extendería en siete películas. Scott y su asociación con el western lo convertirían en una gran estrella, siendo muy querido y recordado por muchas generaciones.




El ciclo Ranown sería la denominación para la asociación de Boetticher y Scott. El estilo de las siete películas muestra a un héroe maduro, marcado por sus batallas y con una sed de venganza que se debate en el misterio. Un seguidor de la ley en su pasado, ahora es un renegado que busca justicia por sus propias manos. La interpretación de Scott en estos papeles es lo mejor de su carrera y serían posteriormente aclamadas como uno de los más grandes ciclos del western. Los Cautivos de 1956 sería su segunda colaboración y basándose en los temas ya señalados encontramos la maduración de dos personajes que se convertirían en leyenda por nombre propio. Las intrigas y el misterio resuelto por Boetticher y por el guionista Burt Kennedy son el fondo perfecto de las interpretaciones de Scott que delinea en una cercana semejanza con la asociación de Mann y Stewart a un héroe de condiciones propias que nutre al western gracias a su individualismo.




Datos.

Título Original: The Tall T
Dirección: Budd Boetticher
Año: 1957
País: Estados Unidos
Intérpretes: Randolph Scott, Richard Boone, Maureen O’Sullivan, Arthur Hunnicutt, Skip Homeier, Henry Silva, John Hubbard
Duración: 78 min.

martes, 13 de septiembre de 2011


DIVORCIO A LA ITALIANA




Intro.

En los intrínsecos caminos del amor las miradas entre un hombre y una mujer sufren una curiosa metamorfosis. Mientras alguien piensa con tristeza que su mirada al bien amado va a cambiar, termina sometiéndose ante su asombrosa constancia. Y mientras que la otra persona con alegría aseguraba que su mirada se mantendría incorruptible, ahora asoma con cólera al saber que tiene que mantenerse observando. Entre estas dos virtudes, o vicisitudes, reina el incólume silencio, aquel que devora pasiones y que imita asesinatos de los más demostrativos. Aún así, una línea nunca cambia y el desayuno, almuerzo y cena pueden variar solamente por un minuto antes o un minuto después, sobre la noticia de hoy día o sobre el acontecimiento de ayer, sobre un traje antiguo o un vestido moderno, pero jamás apuntado hacia donde todo el mundo quiere correr.




Cuerpo.

Pietro Germi fue un hombre entregado al cine. Actor, guionista y director, el polifacético Germi alcanzaría su más aclamada forma en la dirección. Acoplado por el neorrealismo de su país, como gran parte de los directores italianos de su tiempo, Germi empezaría así su travesía como director con dramas sociales, muchas veces asociados con la ciudad de Sicilia. El neorrealismo italiano de gran fuerza y trascendencia mundial tendría una existencia plena y es uno de las pocas corrientes cuyo inicio y final están claramente marcados según el consenso de la mayoría de críticos. Obsesión de Luchino Visconti en 1943 y Umberto D. de Vittorio de Sica en 1952 son estos límites casi perfectos asumiendo así que la necesidad de la guerra y sus consecuencias al pueblo italiano provocaron su primera respuesta con la producción de 1943 y que con la película de De Sica en 1952 se dio por concluida esta corriente, habiendo expresado todo lo necesario.



La siguiente etapa del cine italiano nos muestra un cambio en cuanto a la sombría y cruel realidad de la guerra. No tanto como una antítesis del primero, pero sí como un ligero cambio de tono, los dramas fueron dejados de lado y empezó a florecer una suerte de sátira envuelto en comedia que se conocería como neorrealismo rosa, lo que desembocaría en la comedia italiana, nacida a finales de los años cincuenta y de gran popularidad en las siguientes dos décadas. El nombre de la Comedia Italiana (Commedia all’italiana) es derivado de la película de Germi, Divorzio all’italiana.



Marcello Mastroainni, uno de los más grandes actores italianos de todos los tiempos, sino el mejor, ha mostrado su versatilidad a lo largo de su carrera y tanto en dramas como en comedias ha destacado enormemente. Si bien es más recordado por sus colaboraciones con Federico Fellini, estableciendo un rigor incontrastable en el cine mundial, su capacidad para desarrollar todo tipo de personajes lo ha hecho acreedor de numerosos reconocimientos y en cuanto a la comedia también se ha mostrado como parte activa del movimiento surgido en Italia a finales de los años cincuenta. Bajo el mando de Mario Monicelli aparece en Los Desconocidos de Siempre (1958), la primera película de la llamada comedia italiana y aparecería en muchas más compartiendo escena con las más grandes actrices italianas de su tiempo.



Divorcio a la Italiana nos muestra los enredos de la vida de Ferdinando Cefalù mientras trata de resolver sus inquietudes de amor y sus constantes contradicciones con respecto a su matrimonio. A través de la sátira dentro de las convenciones sociales, Germi nos muestra un mundo posible pero desde el tono irónico de alguien que busca abrirse de las leyes y las costumbres pero no en transgresión sino adecuándolas a sus propios intereses para poder gozar de una vida plena ante los correctos ojos de la sociedad.



Datos.

Título Original: Divorzio all’Italiana
Dirección: Pietro Germi
Año: 1961
País: Italia
Intérpretes: Marcello Mastroainni, Daniela Rocca, Steffania Sandrelli, Leopoldo Trieste, Odoardo Spadaro, Margherita Girelli, Angela Cardile, Lando Buzzaca, Pietro Tordi, Ugo Torrente, Antonio Acqua
Duración: 108 min.

viernes, 9 de septiembre de 2011


EL GRAN DESFILE






Intro.

Una guerra abriendo la mente de millones de ciudadanos. Repentinamente las casas se modifican y sus miembros parten hacia su destino. Con nuevos trajes y con armas caminan en busca de una esperada paz. Todo cambia y se mueve, rostros de miles de jóvenes van desapareciendo y nuevos rostros reemplazan a las sombras. La historia de las personas queda en la memoria de sus parientes y amigos y aquellos que siempre honraremos caen al suelo, esperando el sueño eterno.








Cuerpo.

De los mejores acercamientos ante la realidad de la guerra, así como la película muda más taquillera, El Gran Desfile se erige como uno de los monumentos del cine mudo y como influencia directa a futuras entregas del cine de guerra, entre estas la gran precursora Sin Novedad en el Frente de 1930. Con una ganancia estimada entre 18 y 20 millones de dólares, la película colocaría a sus tres protagonistas principales en la cima. El director King Vidor comenzó su carrera dirigiendo en 1913, siendo contratado en 1922 por los estudios Goldwyn. Con El Gran Desfile y La Gente de 1928, Vidor sería uno de los directores más reconocidos del cine mudo expandiendo su carrera por 67 años. John Gilbert sería una estrella de la noche a la mañana por esta película y debido a su relación sentimental y profesional con Greta Garbo se convertiría en uno de los más codiciados galanes de su tiempo, rivalizando con Rudolph Valentino. Problemas con los estudios y el cambio del cine mudo al cine hablado llevaron a una caída vertiginosa del actor, llevándolo al olvido y a una temprana muerte a los 38 años. Renée Adorée tuvo en El Gran Desfile su rol más destacado haciéndola una de las preferidas del público. Para 1930 contaba con 45 películas en su haber pero la tuberculosis cortaría su carrera, llevándola a una lucha de años debido a las complicaciones y que terminarían con su vida en 1933 a los 35 años.







El Gran Desfile muestra conceptos totalmente innovadores con respecto a sus personajes, sobretodo con el rol del héroe. Harry Behn, al lado de Vidor, adaptarían la obra teatral de Joseph Farnham y el libro autobiográfico Plumas de Laurence Stallings. Vidor propone una cosmología de la guerra nunca antes presentada: las estaciones de un hombre antes, durante y después de la guerra. Este hecho central recoje un carácter humano inusitado para la época y se divide en dos partes fundamentales. La primera parte forma parte de los antecedentes antes del conflicto bélico. Dicha parte impregnada de humanidad, nacionalismo, tendencias políticas, amistad, ignorancia y conocimiento de un hecho que sobrepasa la capacidad de un solo ser humano. La segunda parte, la guerra y sus consecuencias, marca un cambio radical. Con una gran habilidad narrativa y un gran juego de cámara y edición, las escenas de guerra son altamente impactantes, bien logradas y con una interpretación brillante. La película es un gran avance en el cine mudo y perdura como una de las películas de guerra más realista de todos los tiempos.









Datos.

Título Original: The Big Parade
Dirección: King Vidor
Año: 1925
País: Estados Unidos
Intérpretes: John Gilbert, Renée Adorée, Hobart Bosworth, Claire McDowell, Claire Adams, Robert Ober, Tom O’Brien, Karl Dane, Kathleen Key, Rosita Marstini, Julanne Johnston, George Beranger, Frank Currier
Duración: 141 min.

martes, 6 de septiembre de 2011


LA VERSIÓN BROWNING





Intro.



La vida es un libro tratando de ser interpretado por tantos hombres en diferentes tiempos y comunidades. Tantas palabras se modifican, tantos significados buscan una nueva explicación y cada nueva generación reinterpreta todo aquello que ha llevado décadas en formarse. Todo ello además sometido a las múltiples traducciones para evadir el miedo de Babel. En estos actos parecemos idílicos trabajadores de una ciencia cierta, pero debajo de todo ello minúsculos seres humanos recogen sus lágrimas para que nadie las observe. Un simple acto de traducción constituye un momento con los hijos, un viaje con la pareja o el reencuentro con un viejo y querido amigo. Hoy se busca traducir una página que reduce en sus letras cien años de soledad.





Cuerpo.



Terence Rattigan escribió La Versión Browning para el teatro en 1948 y no tardaría mucho tiempo para que se convirtiera en un filme. El mismo Rattigan sería el encargado de escribir el guión, teniendo como mayor diferencia una extensión en la parte final. La Versión Browning tendría un éxito notable sobretodo desde su valor artístico, como una composición precisa y un ejemplar desempeño en el cine del Reino Unido. La película ganaría en los apartados de Mejor Actor para Redgrave y Mejor Guión para Rattigan, siendo también nominada para la Palma de Oro. En el Festival de Berlín ganaría el León de Bronce en drama.





Al guión de Rattigan se sumaría la dirección de Anthony Asquith. Junto a Rattigan, Asquith colaboraría en diez películas y generaría una filmografía de bastante respeto entre lo que destaca las obras literarias y teatrales de renombre como Pigmalion (1938) o La Importancia de Llamarse Ernesto (1952). Así, Asquith sería un fiel representante de Inglaterra siendo parte de la etapa muda, las películas de propaganda para la guerra, dramas y comedias teatrales. En el lado de la actuación, nos encontramos con Sir Michael Redgrave. Proveniente de una familia de actores, Redgrave se convertiría en uno de los actores más respetados de su país. Proveniente del teatro, Redgrave fue imponiendo un número de importantes actuaciones, sobretodo en los años cuarenta y cincuenta. Su temple y su dedicación hicieron de él un actor exquisito, de técnica refinada inclusive en sus primeros años y del respeto de multitudes.




La Versión Browning cuenta con una sensibilidad impecable, un aura recreada por gente que conoce del teatro y que busca lograr el efecto de pasar de un medio artístico a otro. El desarrollo de la trama y el tratamiento de los personajes son delicados pincelazos que nos van envolviendo y compenetrando con la historia. Esta película es una típica muestra de ingenio en el sentido que reduciéndola en sus formas básicas nos encontramos ante una simple historia que se torna interesante ante la perspectiva de un mundo específico, como en el caso de una escuela, el profesorado y demás, y que nos presenta personajes de vastos recursos. No es casualidad que Asquith quisiera hacer una película desde la primera vez que vio el resultado teatral y considerando ya varias colaboraciones previas con Ratigan estamos sin duda ante colaboraciones que buscan los engranajes adecuadas para llevar su obra al fin común. El trato delicado de cada una de las escenas es el respeto a un público ávido de grandes representaciones del séptimo arte.





Datos.

Título Original: The Browning Version
Dirección: Anthony Asquith
Año: 1951
País: Reino Unido
Intérpretes: Michael Redgrave, Jean Kent, Nigel Patrick, Ronald Howard, Wilfrid Hyde-White, Brian Smith, Bill Travers, Judith Furse, Peter Jones, Sarah Lawson
Duración: 90 min.