viernes, 8 de diciembre de 2017


LA GRAN ILUSIÓN (II)



Intro.

La libertad conlleva un alto precio. Pero la desigualdad entendida entre bandos no es proporcional a nuestro razonamiento. En otro tiempos, la guerra es una desigualdad que procuramos no entender y entre tantas injusticias, la esperanza es un movimiento humano que no se preocupa ante tantos idiomas.




Cuerpo.

El miembro por antonomasia es Jean Gabin. Dentro del reparto francés muchos de los nombres usuales del movimiento aparecen. Pierre Fresnay es uno de los principales, un actor regular de esos años y que trabaja con grandes directores pero cuya asociación con la empresa Continental alemana en tiempos de la invasión a Francia lo terminaría perjudicando. Marcel Dalio también era un referente de esta época, apareciendo con personajes secundarios nutridos en películas importantes. Julien Carette era un intérprete tragicómico muy querido en Francia y buen colaborador de Renoir. Gaston Modot es también una institución en el país galo apareciendo en más de cien películas, muchas de las cuales son emblemáticas en la historia del cine. Otros colaboradores son la bella Dita Parlo; el colaborador regular del director Jean Vigo, Jean Dasté, y el futuro director George Péclet.






Una de las apariciones más agradables del filme es el personaje de Erich von Stroheim. Para 1937, el director austriaco había pasado de ser una fulgurante estrella de la dirección en los años silentes veinte, llegando a alturas megalomaníacas hasta su histórica lucha con el productor Irving Thalberg, para terminar  alejándose de la cumbre de Hollywood. Sus productos fueron desapareciendo pero La Gran Ilusión significó un punto cumbre en su carrera, ayudándolo a recuperar algo de su prestigio. Se mantendría haciendo pequeños roles en la actuación hasta el clásico Sunset Boulevard y sería olvidado hasta su reposición gracias a sus filmes mudos.





La historia se basa en prisioneros franceses a manos de los alemanes y mientras se desarrolla la guerra se mantienen en una relación ciertamente armoniosa en donde entienden roles básicos: los prisioneros deben tratar de escapar mientras sus carceleros evitarlo. Se denota cierto respeto entre los combatientes pero entendiendo que cada uno debe mantener su labor. Este equilibrio se romperá ante un exitoso escape y sus consecuencias, que fuera de tener puntos libertarios también demuestran lo trágico de la vida y la continuidad de una guerra sin beneficio alguno.





La camaridad y simpatía de los personajes es una de las claves para el funcionamiento de la película. La Gran Ilusión tiene una óptica pacifista pero al mismo tiempo reflexiva sobre lo que está aconteciendo. Algunos detalles de las diferentes nacionalidades se toman en cuenta, así como también algunos prejuicios de la época. Renoir buscó construir su obra a partir de la concientización, ya también avizorando la posible tensión y segunda guerra que se formaría, distando también entre su obra y la crueldad humana que se avecinaba. Renoir seguiría en un idilio con la creación a través de La Bestia Humana y con su obra más importante, Las Reglas del Juego, aunque también sería su peor desastre económico, lo cual tardaría décadas en devolverle su fama.






Datos.

Título Original: La Grande Illusion
Dirección: Jean Renoir
Año: 1937
País: Francia
Intérpretes: Jean Gabin, Marcel Dalio, Pierre Fresnay, Erich von Stroheim, Dita Parlo, Julien Carette, Gaston Modot, Georges Péclet, Werner Florian, Jean Dasté, Sylvain Itkine
Duración: 114 min.


viernes, 1 de diciembre de 2017


LA GRAN ILUSIÓN (I)



Intro.

La libertad conlleva un alto precio. Pero la desigualdad entendida entre bandos no es proporcional a nuestro razonamiento. En otro tiempos, la guerra es una desigualdad que procuramos no entender y entre tantas injusticias, la esperanza es un movimiento humano que no se preocupa ante tantos idiomas.




Cuerpo.

Jean Renoir es uno de los grandes hitos del cine francés. Su capacidad para mostrar al hombre común en las vicisitudes de la vida no solo ha conllevado a una de las mayores expresiones del realismo poético, sino que encontró también a uno de sus mejores intérpretes en Jean Gabin. Renoir había trabajado desde la etapa muda y ya había demostrado su pericia en entregas importantes como Nana (1926) o Boudú salvado de las aguas (1932), entre otros. Pero su relieve internacional comenzaría gracias a su obra de 1937.





Por su parte, Jean Gabin también comenzó en la etapa muda en pequeños roles, pero rápidamente su talento empezó a ser evidente frente a las cámaras. Su gran momento llegaría gracias a su unión con el director Julien Duvivier, quien le daría la oportunidad en diversas entregas como La Bandera (1935) y El Bello Equipo (1936), pero sería con Pépé le Moko de 1937 con la cual la notoriedad de Gabin se expandiría por toda Francia. Este sería uno de los grandes años de Gabin quien se convertiría en una imagen del realismo poético y una representación del hombre trabajador francés, por lo cual se le considera uno de los más grandes actores de la historia del cine.





Los mediados de los años treinta en Francia muestra en su forma más espléndida al realismo poético imperante en esas épocas. Tanto Jean Renoir como Jean Gabin se han mostrado como intérpretes perfectos de esta corriente que busca mostrar la realidad a partir de ciertos tintes estéticos, los cuales nos hablan de una elaboración en donde la visión fatalista de los personajes se ve envuelta en sus sueños y sus deseos a pesar de las duras realidades, solamente para que al final esta sea aplastada por aquello que no pueden comprender. Las obras de esta época perduran como parte del movimiento, pero en el caso de La Gran Ilusión, su mensaje antibélico perduró mucho más allá del movimiento siendo considerada una de las grandes películas de todos los tiempos.





La historia de una lucha entre caballeros pero la misma demostración de lo que es la guerra, es el ejemplo de una película calculada y realizada bajo una historia cautivante. El guion creado por Renoir y Charles Spaak busca mostrar la futilidad de la guerra, al mismo tiempo que su realidad, fuera de verse encumbrada con tintes poéticos. Para ello, Renoir decidió ir por el lado humano de la historia, enfatizada en sus personajes, pero ello no fue lo suficientemente convincente para los productores y la película demoró algunos años para poder concretizarse como proyecto. Al lograrlo, se juntó con un grupo interesante de actores.





Datos.

Título Original: La Grande Illusion
Dirección: Jean Renoir
Año: 1937
País: Francia
Intérpretes: Jean Gabin, Marcel Dalio, Pierre Fresnay, Erich von Stroheim, Dita Parlo, Julien Carette, Gaston Modot, Georges Péclet, Werner Florian, Jean Dasté, Sylvain Itkine
Duración: 114 min.

sábado, 4 de noviembre de 2017


EL CAPOTE



Intro.

Las cuestiones legales se envuelven en el entorno de las decisiones humanas. Entre las tinieblas del tiempo nos envolvemos en un traje que nos procura protección, abrigo y seguridad…. Incluso puede destruir las construcciones temporales.





Cuerpo.

La etapa muda del cine soviético estaba dominada por el cine de propaganda y el cine experimental. Bajo la atenta mirada del gobierno, directores como Sergei Eisenstein, Vsevolod Pudovkin, Alexander Dovzhenko, entre otros, pudieron crear obras envueltas en el mensaje político, al mismo tiempo que desarrollaban sus propias temáticas e influencias. Creadores como Dziga Vertov, Yakov Protazanov, Grigori Kozintsev, entre otros, buscaban una apertura diferente a la del gobierno y crear obras que reflejarán su sentir sobre su país pero desde una apuesta artística diferente con una mayor inspiración en sus propios argumentos o influencias de libros clásicos.





La asociación de Kozintsev y Leonid Trauberg sería parte de esta última corriente. Desde muy jóvenes estuvieron asociados al teatro, siendo parte de un grupo junto a G. K. Kryzhitsky y Sergei Yutkevich, que buscó promover el arte a partir de su Manifiesto del arte excéntrico. Planteando la idea de mayor relieve, Kozintsev y Trauberg crearon en 1921 La empresa del actor excéntrico tomando la obra de NIkolai Gogol, Matrimonio, como su primera puesta en escena. Se mantendrían en este medio hasta que buscaron reinterpretar sus teorías en el cine.





En 1924 comenzarían su modo de comedia particular en el séptimo arte, creando también un grupo de actores y colaboradores que se mantuvieran con ellos. Algunos eran incluso estudiantes de la escuela de cine que eran parte de los experimentos del dúo soviético y que llegarían a actuar dos años después en El Capote. Entre los principales actores se encuentra Aleksei Kapler, quien comenzaría su carrera con esta película pero que paulatinamente se desarrollaría como escritor, guionista y director. Otro que comenzaría su carrera actoral en este filme sería Sergei Gerasimov, quien se convertiría en un prolífico guinoista y director, siendo muy celebrado en su país. También muy reconocido sería Oleg Zhakov por su labor como actor en más de sesenta filmes durante toda su carrera.





El Capote se basa en dos relatos del escritor Nikolai Gogol, sobre todo en el cuento que lleva el mismo nombre. En esta historia el funcionario Akakiy Akakievich Baschmachkin termina siendo parte de un engaño legal, el cual se ve envuelto debido a su naturaleza pasiva y manipulable. En primer término temeroso de las consecuencias se muestra reacio, pero la seducción de una bella mujer así como su inhabilidad para tomar decisiones termina con la manipulación de terceros en contra de un caso. Tiempo después, el anciano funcionario se mantendría en su naturaleza recluida hasta que la compra de un capote lo convertiría brevemente en un ser popular, hasta que el robo de este lo llevaría una vez más a su triste realidad y su consecutiva muerte.






Datos.

Título Original: Shinel
Dirección: Grigori Kozintsev/Leonid Trauberg
Año: 1926
País: Unión Soviética
Intérpretes: Andrei Kostrichkin, Antonina Eremeeva, Aleksei Kapler, Emil Gal, Sergei Gerasimov, Oleg Zhakov, Yanina Zhejmo, Pyotr Sobolevsky, Boris Shpis
Duración: 65 min.

lunes, 23 de octubre de 2017


RÍO ESCONDIDO



Intro.

Dentro de las fuerzas que mueven nuestras vidas, existe la manera de gobernar que oculta los nombres y cuyos lugares se pierden el el polvo de la memoria. Entender cómo hemos llegado a esto es un simple acto de inconciencia creado por las generaciones y antes que podamos llegar a entenderlo hemos sido arrastrados por la ola de nuestra creciente ancianidad.






Cuerpo.

Emilio Fernández. María Félix. Hay ciertas combinaciones en el mundo del cine que no se dan muy a menudo pero que representan lo mejor de sus participantes. Es cierto que tanto el director como la actriz han tenido otras colaboraciones de gran relieve y que han cimentado sus propias leyendas, pero el inevitable encuentro entre ambos (dejando cinco producciones), nos dio el gusto de ver a la más grande actriz del cine mexicano con uno de los más grandes directores de este país. Un encuentro previo se había dado en la clásica e impresionante Enamorada y un año después nos sorprenderían con una entrega menos íntima y más social, siendo una película clave de la época de oro mexicano.





Para 1947, María Félix ya se había destacado en varios largometrajes y su imagen de mujer de carácter, tanto dentro como fuera de la pantalla, ya se estaba cimentando. Su papel en Doña Bárbara (1943) había logrado captar la atención popular y eso solo sería el comienzo. La Doña, como sería conocida durante toda su carrera, cautivaría los ojos de México y sería el centro de la época dorada del cine mexicano. Pero su despliegue internacional sería de la mano de El Indio Fernández, quien gracias a tres papeles relevantes pondría a María Félix en boca de todos. Su extraordinaria belleza se vería resaltada en Enamorada (1946), Río Escondido (1947) y Maclovia (1948). A través de múltiple entregas en su país, Hollywood y Europa, María Félix sería una de las bellezas de la pantalla grande pero destacaba más aún por su papel de mujer fiera y decidida que siempre imprimió en pantalla y en su vida.





Por su parte, Emilio Fernández sería también una de las grandes figuras de la época dorada del cine mexicano. Desde sus primeros inicios en Estados Unidos debido a un exilio, la influencia de Eisenstein y su deseo de hace cine, Emilio Fernández encontraría rápidamente su forma particular de hacer cine y eso comenzaría con Flor Silvestre (1943). Ya sea a partir de Gabriel Figueroa, Dolores del Río, Pedro Armendariz, Columba Domínguez o María Félix, entre otros, el director azteca logró imprimir una fuerza y una fotografía muy particular en sus obras, creando dramas poderosos e irrepetibles. La estética de los filmes de El Indio lo harían un director único en una época única, algo que se vería también reforzado al no poder reeditar sus triunfos de los años cuarenta y cincuenta.






La película tiene una fuerza social inigualable, comenzando con un sentido patriótico que revela la fuerza del tiempo y sus héroes. Este homenaje a su país se vería acompañado de una feroz realidad en donde la protagonista debe luchar en contra de todos los obstáculos en un lugar lejano donde hasta la esperanza parece haber muerto. Junto a la estética de las imágenes se encuentra la increíble presencia de María Félix, cuyos close-ups están enmarcados por la fiereza de un rostro incólume, cuyo dramatismo nos demuestra todo el talento de La Doña. Río Escondido también nos muestra a Carlos López Moctezuma en el papel del vil y nauseabundo Regino Sandoval, dando la talla en esta producción. Además en roles menores tenemos a Domingo Soler, Fernando Fernández y a la hermosísima Columba Domínguez, quien en pocos minutos imprime la imagen de esa alma perdida debido a un contexto catastrófico.





Siendo dos figuras representante de esta época y de su país, Emilio Fernández y María Félix lograrían captar ese nacionalismo inherente en estas producciones, algo aprendido por el director gracias a su intervención en la revolución mexicana, así como las grandes influencias en su tiempo en Hollywood para crear guiones. El Indio había entendido que la historia debía ser importante para ser contada y la mejor forma era mostrar una humanidad palpante que pudiera calar en cualquier ambiente. A través de ese conducto colocaría a actores de inmensas capacidades que podrían brillar a través de su mano y al mismo tiempo darle un toque personal a sus interpretaciones.






Datos.

Título Original: Río Escondido
Dirección: Emilio Fernández
Año: 1947
País: México
Intérpretes: María Félix, Carlos López Moctezuma, Fernando Fernández, Columba Domínguez, Roberto Cañedo, Domingo Soler, Agustín Isunza, Manuel Dondé, Eduardo Arozamena, Arturo Soto Rangel
Duración: 110 min.