EL RETRATO DE JENNIE
Intro.
El tiempo nos consume. El tiempo nos atrapa en nuestra vejez, nos devuelve a nuestra niñez y parece querer retenernos en nuestra juventud... pero despertamos de un sueño y somos nosotros mismos. Imagina no despertar del sueño. Imagina por un momento que todos aquellas palabras tontas que buscan iluminar la fantasía en tu cerebro significan algo, imagina por un momento que todos esas improbabilidades e imposibilidades son solamente un niño durmiendo. Olvídate de tu lógica y de tus condiciones reaccionarias. Siente amor donde no deberías sentir nada. Olvídate de describir tus movimientos. Olvídate de analizar tus actos. Olvídate que todo lo maravilloso no existe. Alguien te ha dado la oportunidad para un breve encuentro. Toma la oportunidad. Cierra los ojos, respira profundo y siente tu cuerpo caer sobre mar, el mar de todo aquello para lo cual no tienes nombre alguno.
Cuerpo.
Jennifer Jones fue una actriz muy reconocida durante la etapa dorada de Hollywood. A pesar de tener pocas películas en su haber (alrededor de 25), Jones fue nominada cinco veces al premio de la Academia, ganando el Oscar en 1944 por La Canción de Bernadette. Jones estaba a puertas de convertirse en la próxima estrella de Hollywood, algo que el productor David O. Selznick ansiaba en demasía. Las antiguas glorias del productor, sobre todo Lo que el Viento se Llevó, lo motivaban para buscar una mega producción que lanzara a su estrella. Lo intentó en 1946 con Duelo al Sol, pero a pesar de la gran actuación de Jones la película fue muy controversial y no tuvo el éxito esperado. A partir de allí, Jones seguiría siendo la protegida de Selznick, con quien se casaría en 1949, dejando un número de interpretaciones importantes. tras la muerte de este en 1965, las actuaciones de Jones serían menos frecuentes hasta su total retiro en 1974.
Jennifer Jones fue una actriz muy reconocida durante la etapa dorada de Hollywood. A pesar de tener pocas películas en su haber (alrededor de 25), Jones fue nominada cinco veces al premio de la Academia, ganando el Oscar en 1944 por La Canción de Bernadette. Jones estaba a puertas de convertirse en la próxima estrella de Hollywood, algo que el productor David O. Selznick ansiaba en demasía. Las antiguas glorias del productor, sobre todo Lo que el Viento se Llevó, lo motivaban para buscar una mega producción que lanzara a su estrella. Lo intentó en 1946 con Duelo al Sol, pero a pesar de la gran actuación de Jones la película fue muy controversial y no tuvo el éxito esperado. A partir de allí, Jones seguiría siendo la protegida de Selznick, con quien se casaría en 1949, dejando un número de interpretaciones importantes. tras la muerte de este en 1965, las actuaciones de Jones serían menos frecuentes hasta su total retiro en 1974.
Junto a Jones encontramos a un actor de carácter como Joseph Cotten. Cotten comenzó como actor en la compañía teatral de Orson Welles y gracias a esta asociación alcanzó gran popularidad, siendo parte de famosas producciones y de películas taquilleras durante los años cuarentas y cincuentas. Cotten siempre remarcaba que tenía el honor de haber participado en la película favorita de tres grandes directores: en El Ciudadano Kane de Orson Welles, La Sombra de una Duda de Alfred Hitchcock y El Tercer Hombre de Carol Reed. Junto a Cotten y en roles bastante menores encontramos a dos luminarias del cine mudo: Ethel Barrymore y Lillian Gish. La primera sería parte del famoso clan Barrymore junto a sus hermanos John y Lionel, mientras que la segunda era una de las musas del gran director americano D. W. Griffith.
El Retrato de Jennie resultaría una película experimental bastante compleja para su tiempo y que ahora es considerada un clásico imperdible dentro del cine de fantasía. Adaptada de la novela de Robert Nathan, la película cuenta desde un primer momento con un toque de originalidad basado en la búsqueda de perfección de Selznick, quien probaba diversos guionistas, hacía tomas alternativas y otros cambios más para encontrar un elemento placentero a sus expectativas. La película no contiene los usuales créditos y en realidad no existe un título de la película, más que una voz en off creando una especie de prólogo y que consta de una narración muy distante a los subsiguientes eventos. La película también tiene una extraña coloración a partir de los deseos de Selznick. Gran parte en blanco y negro, el final de la película nos sorprende con tonos rojos y verdes y hasta una incursión en total tecnicolor. Así mismo, la fotografía de Joseph H. August contribuye con la ilusión al retratar cada cierto tiempo la imagen como si fueran pinturas con el uso de lienzos.
Por último, encontramos el retrato de Jennie. Se trata de un retrato de Jennifer Jones hecho por Robert Brackman, un artista quien hizo retratos de famosos y fue durante mucho tiempo profesor de arte en Estados Unidos. La pieza fue de un importante valor para Selznick quien la mantenía colgada en su hogar como un tributo a la mujer que amaba.
Datos.
Título Original: Portrait of Jennie
Dirección: William Dieterle
Año: 1948
País: Estados Unidos
Intérpretes: Jennifer Jones, Joseph Cotten, Ethel Barrymore, Lillian Gish, Cecil Kallaway, David Wayne, Albert Sharpe, Henry Hull, Florence Bates, Clem Bevans
Duración: 86 min.
Título Original: Portrait of Jennie
Dirección: William Dieterle
Año: 1948
País: Estados Unidos
Intérpretes: Jennifer Jones, Joseph Cotten, Ethel Barrymore, Lillian Gish, Cecil Kallaway, David Wayne, Albert Sharpe, Henry Hull, Florence Bates, Clem Bevans
Duración: 86 min.
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