viernes, 28 de mayo de 2010



SOLARIS




Intro.

En el medio del espacio no puedes oír nada. En el espacio, las naves, los transportes y la complejidad con la cual has creado todos tus aparatos modernos parecen ser nada. La inmensidad del universo te convierte en un punto ínfimo dentro de toda la concepción. Y aún así, abres tus ojos y las emociones humanas nacen, y todo aquello que puedes asociar con la belleza y con la fealdad parece similar… y a la vez, totalmente distinto. Caminas, respiras, sientes, pero nunca como lo has hecho antes y te preguntas si todas estas sensaciones y emociones son humanas. Te preguntas donde estas y quienes son todas estas personas a tu alrededor. Cuanta paciencia debe tener el género humano para llegar a la profundidad de su propio ser y de su ambiente.




Cuerpo.

Andrei Tarkovsky es uno de los más grandes directores del cine ruso y mundial. Su capacidad para crear sus propias técnicas y para desarrollar un lenguaje propio es una de las más esmeradas cinematografías de los años sesenta y setenta. Con apenas ocho largometrajes y tres cortometrajes de su etapa de estudiante, Tarkovsky se ha convertido en un director de culto originando las más gloriosas apreciaciones en todas partes del mundo. Como todo un obrero en su arte, Tarkovsky era meticuloso en los proyectos que tomaba y consideraba cada detalle en la creación de éstos. Esto llevaría a tomar bastantes años a la realización de sus películas y también a una difícil relación con la política de su país. Como es sabido, la Unión Soviética se caracterizó durante mucho tiempo en la represión y censura en contra de sus artistas. Tarkovsky sufriría este abuso y sus últimos proyectos serían hechos en el extranjero, tomando en cuenta también que algunas de sus primeras películas no fueron estrenadas en su país hasta después de su muerte.





Solaris sería producida en 1972, seis años después de su última película, Andrei Rublev, que no sería estrenada bajo múltiples censuras. La necesidad de realizar otro proyecto llegó como una suerte de respuesta ante la monumental obra de Kubrick, 2001: Una Odisea en el Espacio (1968), e incluso Solaris es llamada la versión rusa de esta película. Tarkovsky comentaría que la película no le impresionó y que difería de esta ya que a su parecer el espacio no debería ser definido en un solo concepto, sino que debido a nuestro poco conocimiento sobre él mismo debería ser una especie de libro abierto. Así, Tarkovsky tomó el libro homónimo de Stanislaw Lem y junto al escritor como asesor comenzó a construir su película. Como un teórico del cine, Tarkovsky no buscó la reproducción fiel del libro, lo cual terminaría enojando al escritor, sino que tomó la idea para profundizar en los propios temas de su interés. La relación del hombre con la naturaleza y el arte como la fundamentación total de sus inciativas encuentran a un Tarkovsky desafiando los límites de la ciencia ficción en la búsqueda de romper barreras y colocar a Solaris como un híbrido de su propia firma.






La construcción de Solaris resultó prometedora. Tarkovsky quería a su ex esposa y actriz Irma Raush como la protagonista, pero después de ver en una actuación a Bibi Anderson decidió que sería ella su actriz. Por alguna razón la musa de Bergman no estuvo disponible y ante una primera negativa sobre la actriz Natalya Bondarchuk (hija del gran director Sergei Bondarchuk), Tarkovsky decidió que ella sería perfecta. Tomando Rusia como principal lugar de filmación, y algunas escenas en Japón, Tarkovsky comenzó a construir sus esquemas teóricos y de profundización con respecto a los personajes y a la trama. Como era de esperarse las sinfonías tomadas eran calculadas en detalle y sus siempre gustos por tratar de reproducir algunas pinturas dentro de las escenas se hizo presente. Tarkovsky mantuvo la trama general del libro pero desde un enfoque diferente y basado en lo que él creía del espacio: ante la falta de conocimiento humano, el espacio se nos presenta como desconocido, extraño e inexplicable.




Solaris es, como todas las realizaciones de Tarkovsky, una pieza de estudio. Tal vez no tan enfocada a sobrepasar diferentes rangos como su posterior Stalker, Solaris si entrega un brillante esquema de posibilidades tanto en el uso de cámaras como en el uso de motivos. Confinado a pocos espacios y a un estilo parcialmente claustrofóbico, el director ruso no escatima en presentar las acciones en una quietud y silencios intuitivos prolongándolos por casi tres horas. Con dos partes no tan visiblemente diferenciadas, la tierra y el espacio parecen representar estados de ánimo de personajes dolidos, traumatizados y expectantes de un nuevo inicio. En la estación espacial el ser humano es érroneo. Con sus incomodidades y falencias busca interpretar aquello que no tiene lectura pero que como seres humanos necesitamos leer. Así, también el espectador puede encontrarse ante un libro abierto, pues ésa es la consigna de Tarkovsky: liberar sus dudas y su desconocimiento a partir de los símbolos de la naturaleza conocidos y tomarlos como aquello que no se conoce realmente si es que no se lleva a una profundización.






Datos.

Título Original: Solyaris
Dirección: Andrei Tarkovsky
Año: 1972
País: Unión Soviética
Intérpretes: Natalya Bondarchuk, Donatas Banionis, Juri Jarvet, Vladislav Dvorzhetsky, Nikolai Grinko, Anatoli Solonitsyn, Olga Barnet, Sos Sargsyan
Duración: 165 min.

No hay comentarios:

Publicar un comentario