EL
GABINETE DEL DOCTOR CALIGARI
Intro.
Un
hombre sin voz se levanta como una sombra en extraños lugares. No reconoces el
ambiente pero sabes que el aire está enrarecido. Los colores son peculiares y
las formas de las calles, las puertas, los puentes y ventanas no son aquellos
que estás acostumbrado a ver. Todo difiere, queriendo alterar tu realidad. Pero
ello no importa. No importa porque tu preocupación está en ese fantasma de
rostro pálido que parece seguirte, que pareces seguir en una interminable danza
de lo extraño. Alguien está cerca de alguien y tú no sabes como detenerlo o
detenerte, solo sabes que pronto llegará el final de alguno de los dos.
Cuerpo.
El
Gabinete del Doctor Caligari es la película más influyente del expresionismo
alemán. La influencia de este medio y su bien elaborado guión hicieron de la
película el más resaltante ejemplo de la corriente, llegando a ser visto como el
primero en provocar las futuras respuestas de maestros como Lang, Murnau, May,
entre otros. La película ha seguido influenciando a artistas de todas las
décadas y se ha mantenido como un producto genuino, gracias a diferentes
factores como la musicalización, los efectos del expresionismo, el final original
desestimado y sus icónicos personajes, al igual que escenas memorables
repetidas por diversos artistas en sus respectivos medios. La película sería
dirigida por Robert Wiene, de ardua labor durante los años diez y veinte y que
encontraría en El Gabinete del Doctor Caligari su mejor producto. Tuvo varios
triunfos en el cine mudo, como Raskolnikow (1923) y Las Manos de Orlac (1924),
y trató en los años treinta hacer una secuela de Caligari junto a Jean Cocteau,
pero el proyecto nunca llegó a concretarse.
La
película comenzó a partir de un proyecto conjunto entre los escritores Hans
Janowitz y Carl Mayer. Ambos encontraron en el nuevo medio del cine una forma
de conjunción de diferentes artes y la experimentación en contraposición a
artes establecidas que no buscaban variar su contenido. Entusiasmados por el
director Paul Wegener y sus múltiples filmes de terror, decidieron adentrarse
en dicho género y crear a partir de experiencias propias un complejo relato que
abarcaría el misterio, los asesinatos y la psicología. En seis semanas contaban
con un guión y se lo entregaron a Erich Pommer, productor de los estudios
Decla-Bioscop. A pesar de primeras negativas, Pommer terminó leyendo el guión y
lo compró inmediatamente, accediendo que la mejor forma de presentación sería a
través de las tendencias expresionistas. Pommer quería a Fritz Lang como
director, pero su agenda estaba ocupada filmando Las Arañas, así que se decidió
por Robert Wiene.
El
diseñador Hermann Warm y los pintores Walter Reimann y Walter Röhrig serían los
encargados de darle vida a la escenografía y al ambiente de Caligari. Las
técnicas de pintado en las paredes y de distorsiones de puertas, escaleras y
demás pusieron dudas en Pommer, pero cuando vio los primeros diseños quedó
impresionado dejando que los artistas desplegaran toda su creatividad. Los
resultados serían impresionantes. Todo se mostraba favorable dentro de la
producción, pero existía una duda. Para Pommer y Rudolf Meinert, los productores,
el final de la película era demasiado tenebroso y querían un cambio. Janowitz y
Mayer querían quedarse con la historia de un asesino en serie. Los productores
tuvieron la última palabra y gracias a ello, Caligari se transformó en la
primera película en representar la alteración mental como una enfermedad. La
película se estrenaría el 26 de febrero de 1920.
El
personaje de Cesare sería interpretado por Conrad Veidt, una de las estrellas
más grandes del cine mudo alemán. Su interpretación en Caligari y otras
entregas lo hicieron famoso internacionalmente pero el comienzo de la guerra lo
obligó a huir junto a su esposa judía. Convirtiéndose en ciudadano británico,
alternó producciones inglesas y americanas, interpretando en su mayoría a
alemanes en el proceso de la guerra. Su más grande interpretación en dichos
roles llegaría en Casablanca como el Mayor Heinrich Strasser. El personaje del
doctor Caligari sería interpretado por Werner Krauss. Krauss fue un prolífico
actor de teatro y de cine, caracterizado por sus personajes maquiavélicos, lo
cual le ganó el apodo de “el hombre de las mil caras”. A diferencia de Veidt,
Krauss era un simpatizante del nazismo y
se mantuvo en Alemania haciendo películas para este régimen. Su fama
creció en el país, siendo nombrado embajador cultural por Hitler. Después de la
guerra, Krauss tuvo que pasar por un proceso de desnazificación y reinsertado
en la sociedad donde posteriormente sería invitado a diferentes festivales
cinematográficos.
El Gabinete del Doctor Caligari ha sido visto como un producto pionero dentro de la creatividad en el cine. Es considerado uno de los productos más genuinos del terror, así como una influencia decisiva del film noir americano de los años cuarenta y cincuenta. Dentro de otros medios, Caligari ha mostrado ser una creciente influencia para diversos directores, músicos y artistas en general. Muchas veces se trató de hacer una secuela de la película, pero no se pudo. En los años treinta, Wiene habló con Jean Cocteau para hacer una versión hablada pero no se concretó. En 1936, Bela Lugosi fue designado para hacer el papel de Cesare en una producción británica pero no hubo mayor evolución. En los cuarenta el escritor Hans Janowitz quiso vender los derechos para una nueva película, Caligari II, siendo Fritz Lang el director, pero no se llegó a ningún tipo de acuerdo. Aún así, hay bastantes películas en honor a Caligari, que de alguna manera buscan implantar la temática o hacen referencia a alguno de los personajes, como un homenaje al gran proyecto del expresionismo alemán.
Datos.
Título
Original: Das Kabinett des Doktor Caligari
Dirección:
Robert Wiene
Año:
1920
País:
Alemania
Intérpretes: Werner Krauss, Conrad Veidt, Friedrich
Fehér, Lil Dagover, Hans Heinrich von Twardowski, Rudolf Lettinger
Duración:
71 min.
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