sábado, 15 de diciembre de 2012


JEZEBEL



 
Intro.


Nuestra manera de ser. Nuestra manera de movernos en los espacios. Nuestra manera de observar la vida y de danzar a través de ella… como cisnes esperando el dulce llamado de la muerte. Nuestra única manera de ser, con un traje rojo escotado, arrojando palabras que no se pueden pronunciar en un tiempo tan conservador. Nuestra única manera de ser, con las mejillas sonrojadas y nuestra mirada atenta hacia los inmaculados movimientos de hombres sin mayor razón que ser hombres. Nuestra única manera de ser. Nuestra manera de ser.

El movimiento de unos labios carmesí y su atenta mirada, como si pudiera calcular los movimientos ajenos. Ese simple andar elegante que desplaza a personas de habitaciones en blanco y negro, o el triste andar que destruye bosques de la imaginación. Cuando ella levanta la mirada es como si el silencio fuera todo, como si pudiéramos detener el tiempo y pensar que todo es artificial: el tiempo no tiene extremos, el espacio no tiene color ni forma y todo lo demás es superfluo… solamente a través de una mirada. Y todo puede ser conquistado, todo puede ser reducido a un simple regalo que contienes en tus manos y no lo dejas caer nunca. Todo se justifica ante el ineludible sentimiento del amor. Y ahora es tiempo de amar.
 






Cuerpo.


Cuando la novela de Margaret Mitchell, Lo que el Viento se Llevó, iba a ser adaptada al cine solamente se tenía una sola persona para el papel principal: la gran e ineludible Bette Davis. El público la había elegido largamente en una encuesta nacional y muchos críticos estaban de acuerdo con la elección. Selznick, el productor del filme, estaba más dubitativo, pero Davis era la favorita del público para interpretar a Scarlet O’Hara. Tristemente la productora de Davis, Warner Bros., quería ofrecer un paquete a Metro-Goldwyn-Mayer: Errol Flynn, Bette Davis y Olivia de Havilland en los papeles estelares. Flynn era una elección más que dudosa. Para muchos era inadecuado para la parte, además de no tener buena relación con algunos personajes del medio, sobre todo Bette Davis, quien no ocultaba su aborrecimiento en contra de este. Además de Selznick prefiriendo desde un comienzo a Gable. La falta de dinero por Davis y la presión por querer incluir a Flynn en la película colmaron las expectativas de Selznick, quien rechazó todo acercamiento con dichos actores. Al final y de manera paradójica, solamente De Havilland lograría formar parte de la tan aclamada producción. Davis nunca perdonaría al estudio por ello.

 


 

Warner Bros. no encontró mejor manera de remediar su error que ofrecer a su actriz principal un papel cuyas similitudes se acercan al papel de Scarlet O’Hara: se trataba de Jezebel, la obra de Owen Davis, Sr. y adaptada por Clements Ripley, Abem Finkel, John Huston y Robert Buckner. La película resultaría ser un éxito total desde todos los puntos de vista. Davis ganaría su segundo Oscar en esta película y comenzaría una serie de películas exitosas, convirtiéndola en una de las más grandes actrices de los años cuarenta. La diva americana se convertiría en un icono de su época encontrando en su vida profesional períodos oscuros y reivindicaciones totales para finalizar como una de las más grandes actrices del séptimo arte. Bette Davis es y será una profesional en todo el sentido de la palabra. Su amor por el trabajo es una muestra viviente en cada una de sus interpretaciones, en cada uno de sus momentos de lucha contra su libertad laboral, con sus problemas emocionales y personales, y con esa extraña sensación de reconquistar lo que nunca parecía haber perdido: su grandiosidad.

 


 
Jezebel fue el consuelo de Bette Davis. La producción fue dirigida por el gran William Wyler, con el cual Davis tendría un tórrido romance en plena producción, calificándolo ella como el gran amor de su vida y la producción de Jezebel como los momentos más felices de toda su vida. Wyler era un director de clase. Siendo un realizador dentro de Hollywood, cumplía a cabalidad en mantener producciones que satisfacieran a sus jefes y público, y al mismo tiempo poder desarrollarse como un artista individual. Wyler ganaría tres Oscar en su carrera y numerosas producciones de éxito desde la etapa de los años treinta hasta finales de los cincuenta. No solo era reconocido por manejar grandes superproducciones, sino por saber conducir a estrellas a su futuro éxito, a pesar que en el procedimiento de trabajar con ellas era algo difícil lidiar.

 
 
 
 

Jezebel se desarrolla a partir del personaje de Davis, Julie Marsden, una joven sureña engreída que hace y deshace según su parecer. La película se desprende como una de las típicas superproducciones hollywoodenses de buen estilo, con grandes intérpretes y con la buena mano de un director de gran experiencia. Sus similitudes con Lo que el Viento se Llevó son difíciles de dejar notar y es que debido a las dificultades en cuanto al reparto y producción, la película de Selznick se retrasaría un año en su realización, por lo cual Jezebel lograría captar el imaginario de la audiencia, al menos antes de la salida de Lo que el Viento se Llevó, ya que esta es reconocida por su magnificiencia dentro del mundo del cine y su estatuto como el producto más genuino y colosal salido de Hollywood. Jezebel logró catapultar a Bette Davis gracias a que fue un producto explícito para ese propósito. Davis brilla de comienzo a fin e incluso la colaboración de grandes actores, como Henry Fonda y George Brent, es evidentemente entendida como todo un proceso y uso de elementos para resplandecer la figura de la blonda intérprete.

 




De los grandes logros de la película podemos señalar el buen despliegue de trajes para Davis, estéticamente dedicados por Orry-Kelly, uno de los más afamados diseñadores de Hollywood, quien trabajaría en numerosos clásicos. La película y el personaje de Davis se han convertido en una especie de legado feminista, en el aspecto de la contraposición del carácter femenino con el tiempo representado dentro del filme, destacando las agallas y las maneras por parte de la heroína, pues así termina siendo catalogada, para reconstruirse y devolver a su persona toda la capacidad de una mujer batalladora e incuestionable, a pesar que el tema central es ese exactamente. Jezebel es reconocida por eso y se mantiene como un estandarte de la mujer progresista y fuera de su tiempo. A ellos podemos agregar toques sublimes dentro de la historia con un punto de quiebre impresionante: una contraposición de vestidos con una técnica exquisita ayudado por el buen guión, que no solo resalta el gran momento de cámaras para la escena, sino la soberbia de recrear una idea inclusive cuando el technicolor no es parte del proceso. Y eso es así. Todo el esplendor de Davis en pantalla. Sin cuestionamientos, sin crítica alguna posible. Davis siendo totalmente Davis. Fin.

 
 

 

Datos.

Título Original: Jezebel
Dirección: William Wyler
Año: 1938
País: Estados Unidos
Intérpretes: Bette Davis, Henry Fonda, George Brent, Donald Crisp, Fay Bainter, Margaret Lindsay, Richard Cromwell, Henry O’Neil, Spring Byington, John Litel, Gordon Oliver, Janet Shaw, Theresa Harris, Margaret Early, Irving Pichel, Eddie Anderson
Duración: 103 min.

martes, 11 de diciembre de 2012


SHERLOCK, JR.
 

 

Intro.

¿Cómo preferirías ser salvada? Existe un hombre musculoso. Existe un hombre con inteligencia infinita. Existe un hombre astuto de mil resoluciones. Existe un hombre de una rapidez impresionante. Existe un hombre con mil caras. Existe un hombre con la mirada encantadora. Existe un hombre con el rostro de un dios. Y a tu costado una ridícula imitación de hombre grita a todos sus pulmones que es tu salvador. Obviamente no lo escuchas porque no tiene voz, tienes que ver antes los intertítulos para entenderlo. Cuando finalmente has entendido esas palabras terribles, te das cuenta que estás a salvo, a salvo en los brazos de Sherlock, Jr.







Cuerpo.

Keaton fue uno de los grandes comediantes del cine mudo. Siempre opacado por Chaplin, Keaton fue considerado el segundo y más importante cómico de su tiempo, demostrando en sus producciones toda su versatilidad e inventiva, llegando a ser parte de la leyenda de la comedia americana de esos tiempos. Las técnicas de Keaton no distaban demasiado de las de Chaplin pero tenía en su versatilidad el punto más fuerte de su comedia. Sus actuaciones se basaban en la comedia física, algo por el cual era muy reconocido y por lo que también pasó demasiados riesgos, siendo algunas de una peligrosidad bastante elevada. Como era común en estos primeros años del cine, no existían los dobles y la búsqueda de inspiración y demostración de capacidades no parecía ser peligro suficiente para los creadores.

 
 
 

 
Para 1924, Keaton ya era bastante reconocido por un número de cortos y un par de largometrajes que habían servido para acrecentar más su leyenda. En esos tiempos el cortometraje de artistas cómicos era muy popular y pasar de ello a las producciones de mayor duración era aún tomado cautelosamente. Keaton tenía alrededor de treinta cortometrajes para el momento y gracias a estos, había podido elaborarse de un nombre y de una técnica conocida, basada en sus acrobacias físicas. Para Sherlock, Jr. iba a aplicar métodos innovadoras para el cine, además de poner su vida en línea, como la hacia en cada producción, para lograr lo mejor de él.

 

 
 

Sherlock, Jr. es innovador en el sentido que mostró a un Keaton más creativo. Así mismo, esta sería una producción dirigida por él mismo, cuando en ocasiones prefería apoyarse con algún director y así dedicarse más a otros aspectos. Ello conllevó a una demora mayor que sus otras entregas y que no sería bien recompensada al final, cuando la película no contará con la recepción esperada y para lo cual Keaton tuvo que recortar la película en varias oportunidades. La creatividad de Keaton lo llevó a diseñar una de las escenas más complejas de su tiempo, en donde su personaje tenía que aparecer instantáneamente en diferentes tomas como un juego de “entrometerse” en varias escenas de película. Keaton y su camarógrafo tuvieron que adecuar la escenografía y la posición de la cámara para lograr este efecto. De igual forma, sus complejas acrobacias le costarían una fractura de cuello, la cual no se hizo ver, manteniendo el arduo trabajo hasta finalizar el filme.
 





La película sería una modesta recaudación a comparación con sus otras obras, aunque críticamente si sería reconocida por diferentes publicaciones y posteriormente se convertiría en una de las más aclamadas de Keaton. La complejidad y esfuerzo impregnado en Sherlock, Jr. cobraría un número de espectadores que calificarían esta como una de sus más grandes obras, junto a El Navegante (1924) y El Maquinista de la General (1927). El filme muestra una de las más logradas coreografías de Keaton que con toda su plasticidad y entrega, poniendo el énfasis en cual es el verdadero talento del actor. Keaton sería siempre el sutil comediante, aquel que no protestaba abiertamente, sino que dejaba mensajes inscritos y que preferiría una comedia más directa y cuya aportación crítica fuera algo más moderada. Ante la imposibilidad de separarlo con Chaplin debido a ser los dos más grandes comediantes de su tiempo (y tal vez de todos los tiempos), la crítica siempre le colocaría ese rótulo de “segundo” más grande, pero Keaton no puede ser menospreciado por ello, ante la genialidad de Chaplin ponerse a su par y brindarle pelea solamente nos habla de alguien con una capacidad para la comedia insuperable e irrepetible en el tan entrañable y adorado cine mudo. Su obra y su legado hablan por sí solos.




 
 
Datos.

Título Original: Sherlock, Jr.
Dirección: Buster Keaton
Año: 1924
País: Estados Unidos
Intérpretes: Buster Keaton, Kathryn McGuire, Joe Keaton, Erwin Connelly, Ward Crane
Duración: 44 min.

viernes, 7 de diciembre de 2012


LA DAMA DEL PERRITO




Intro.

Caminando y esperando podemos encontrar esa leve brisa que nos devuelve a otro tiempo. Con los ojos cerrados y con el viento en nuestros cabellos podemos sentir toda una época que nos fue pasada, que nos fue arrebatada. Y el viento no se detiene. Los recuerdos nos envuelven pero solamente duran segundos… y nos damos cuenta que toda una vida junto a alguien puede ser un abrir y cerrar de ojos. Toda una vida junto a alguien puede parecer insignificante cuando abrimos nuestros ojos y el viento no ha hecho más que tocarnos. Y nos sentimos amargados, impotentes, furiosos, buscando una interpretación a este fugaz tiempo que antes era la razón de nuestro respirar. Y es solamente cuando nuestro cuerpo cae sobre la hierba que podemos entender una vez más todo lo que fue ello: todos los sentimientos, todos los momentos de caricias, todas las palabras de amor en voz baja y todas esas pequeñas sutilezas y detalles que despiertan en nosotros a ese ser tan embellecido por el amor… un recuerdo es suficiente para volver a ser niños y amar sin ninguna necesidad de razón.





Cuerpo.

Iosif Kheifits es un director ruso poco conocido fuera de su país. Kheifits fue un dedicado al cine, siendo ante todo un teórico que comenzó como guionista y que bajo la tutela de diferentes maestros tuvo sensibles formas para mostrar su cine. Si bien La Dama del Perrito es su película más lograda, prácticamente toda su obra es desconocida debido a su total trabajo dentro de la Unión Soviética, en donde era miembro del partido comunista y donde su aprecio lo llevó a ganar dos premios Stalin en los años cuarenta, entre otros premios.






La Dama del Perrito llegó a ser presentada en el Festival de Cannes en 1960. Esta incursión dentro del mercado internacional le permitió al director mostrar algo de su talento. La película es una adaptación de la novela homónima de Chejov y sería este el fuerte del director: la adaptación de clásicos de la literatura rusa para enfatizar la psicología de sus personajes y llegar al estudio profundo de las motivaciones y deseos de estos personajes.




La película nos muestra dos personajes principales. La actriz responde al nombre de Iya Savvina, quien tendría en esta actuación su punto de quiebre, llegando a la popularidad y obteniendo futuras papeles importantes dentro de su país. Sería numerosamente galardoneada, siendo nombrada Artista de la Gente en 1990. El actor que comparte roles en este drama es Aleksey Batalov. Un actor condecorado en múltiples oportunidades, es uno de los grandes representantes del cine ruso a finales de los años cincuenta y comienzo de los sesenta. El imaginario popular lo puede recordar por su representación del soldado ruso en Cuando las Grullas Vuelan, un clásico total del cine ruso, ganador de la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1958. Batalov sería Artista de la Gente en 1976 y Héroe del Trabajo Socialista en 1989. Se retiraría del cine en 1979 para dirigir y enseñar a jóvenes actores. En el 2002 recibiría un premio por su carrera a manos del presidente Boris Yeltsin.



La Dama del Perrito es un delicado tratado dentro de las redes del romance. Utilizando a perfección lo que puede ser una adaptación literaria, Kheifits prolonga los silencios, promueve los caracterizaciones dentro de sus retratos e insiste en los detalles, aquellos que complementan toda la estructura de la obra enriqueciendo la necesidad a la que se inscribe el director. En ello, las actuaciones de Savvina y Batalov son perfectas. Siendo dos almas sensibles en un romance, nos demuestran esa línea formada por el teatro y que proporcionan a nuestros sentidos esa fragilidad del sentir humano y como los momentos y las palabras son sumamente importantes, inclusive aquellas que no parecen ser parte del estudio principal de esta obra. La Dama del Perrito es una gran proyección dentro de la sensibilidad humana que demuestra la capacidad de detallar una historia de amor sin ser monótona o predecible.






Datos.

Título Original: Dama S Sobachkoy
Dirección: Iosif Kheifits
Año: 1960
País: Unión Soviética
Intérpretes: Iya Savvina, Aleksey Batalov, Nina Alisova, Pantelejmon Krymov, Yuri Medvedev, Vladimir Erenberg, Yakov Gudkin, D. Zebrov, Mariya Safonova, G. Barysheva, Zinaida Gorobova, Kirill Gun
Duración: 83 min.

lunes, 3 de diciembre de 2012


EL GABINETE DEL DOCTOR CALIGARI
 

 

Intro.

Un hombre sin voz se levanta como una sombra en extraños lugares. No reconoces el ambiente pero sabes que el aire está enrarecido. Los colores son peculiares y las formas de las calles, las puertas, los puentes y ventanas no son aquellos que estás acostumbrado a ver. Todo difiere, queriendo alterar tu realidad. Pero ello no importa. No importa porque tu preocupación está en ese fantasma de rostro pálido que parece seguirte, que pareces seguir en una interminable danza de lo extraño. Alguien está cerca de alguien y tú no sabes como detenerlo o detenerte, solo sabes que pronto llegará el final de alguno de los dos.

 

 




Cuerpo.

El Gabinete del Doctor Caligari es la película más influyente del expresionismo alemán. La influencia de este medio y su bien elaborado guión hicieron de la película el más resaltante ejemplo de la corriente, llegando a ser visto como el primero en provocar las futuras respuestas de maestros como Lang, Murnau, May, entre otros. La película ha seguido influenciando a artistas de todas las décadas y se ha mantenido como un producto genuino, gracias a diferentes factores como la musicalización, los efectos del expresionismo, el final original desestimado y sus icónicos personajes, al igual que escenas memorables repetidas por diversos artistas en sus respectivos medios. La película sería dirigida por Robert Wiene, de ardua labor durante los años diez y veinte y que encontraría en El Gabinete del Doctor Caligari su mejor producto. Tuvo varios triunfos en el cine mudo, como Raskolnikow (1923) y Las Manos de Orlac (1924), y trató en los años treinta hacer una secuela de Caligari junto a Jean Cocteau, pero el proyecto nunca llegó a concretarse.
 


 


La película comenzó a partir de un proyecto conjunto entre los escritores Hans Janowitz y Carl Mayer. Ambos encontraron en el nuevo medio del cine una forma de conjunción de diferentes artes y la experimentación en contraposición a artes establecidas que no buscaban variar su contenido. Entusiasmados por el director Paul Wegener y sus múltiples filmes de terror, decidieron adentrarse en dicho género y crear a partir de experiencias propias un complejo relato que abarcaría el misterio, los asesinatos y la psicología. En seis semanas contaban con un guión y se lo entregaron a Erich Pommer, productor de los estudios Decla-Bioscop. A pesar de primeras negativas, Pommer terminó leyendo el guión y lo compró inmediatamente, accediendo que la mejor forma de presentación sería a través de las tendencias expresionistas. Pommer quería a Fritz Lang como director, pero su agenda estaba ocupada filmando Las Arañas, así que se decidió por Robert Wiene.
 

 
 


El diseñador Hermann Warm y los pintores Walter Reimann y Walter Röhrig serían los encargados de darle vida a la escenografía y al ambiente de Caligari. Las técnicas de pintado en las paredes y de distorsiones de puertas, escaleras y demás pusieron dudas en Pommer, pero cuando vio los primeros diseños quedó impresionado dejando que los artistas desplegaran toda su creatividad. Los resultados serían impresionantes. Todo se mostraba favorable dentro de la producción, pero existía una duda. Para Pommer y Rudolf Meinert, los productores, el final de la película era demasiado tenebroso y querían un cambio. Janowitz y Mayer querían quedarse con la historia de un asesino en serie. Los productores tuvieron la última palabra y gracias a ello, Caligari se transformó en la primera película en representar la alteración mental como una enfermedad. La película se estrenaría el 26 de febrero de 1920.
 
 




El personaje de Cesare sería interpretado por Conrad Veidt, una de las estrellas más grandes del cine mudo alemán. Su interpretación en Caligari y otras entregas lo hicieron famoso internacionalmente pero el comienzo de la guerra lo obligó a huir junto a su esposa judía. Convirtiéndose en ciudadano británico, alternó producciones inglesas y americanas, interpretando en su mayoría a alemanes en el proceso de la guerra. Su más grande interpretación en dichos roles llegaría en Casablanca como el Mayor Heinrich Strasser. El personaje del doctor Caligari sería interpretado por Werner Krauss. Krauss fue un prolífico actor de teatro y de cine, caracterizado por sus personajes maquiavélicos, lo cual le ganó el apodo de “el hombre de las mil caras”. A diferencia de Veidt, Krauss era un simpatizante del nazismo y  se mantuvo en Alemania haciendo películas para este régimen. Su fama creció en el país, siendo nombrado embajador cultural por Hitler. Después de la guerra, Krauss tuvo que pasar por un proceso de desnazificación y reinsertado en la sociedad donde posteriormente sería invitado a diferentes festivales cinematográficos.






El Gabinete del Doctor Caligari ha sido visto como un producto pionero dentro de la creatividad en el cine. Es considerado uno de los productos más genuinos del terror, así como una influencia decisiva del film noir americano de los años cuarenta y cincuenta. Dentro de otros medios, Caligari ha mostrado ser una creciente influencia para diversos directores, músicos y artistas en general. Muchas veces se trató de hacer una secuela de la película, pero no se pudo. En los años treinta, Wiene habló con Jean Cocteau para hacer una versión hablada pero no se concretó. En 1936, Bela Lugosi fue designado para hacer el papel de Cesare en una producción británica pero no hubo mayor evolución. En los cuarenta el escritor Hans Janowitz quiso vender los derechos para una nueva película, Caligari II, siendo Fritz Lang el director, pero no se llegó a ningún tipo de acuerdo. Aún así, hay bastantes películas en honor a Caligari, que de alguna manera buscan implantar la temática o hacen referencia a alguno de los personajes, como un homenaje al gran proyecto del expresionismo alemán.

 

 


Datos.

Título Original: Das Kabinett des Doktor Caligari
Dirección: Robert Wiene
Año: 1920
País: Alemania
Intérpretes: Werner Krauss, Conrad Veidt, Friedrich Fehér, Lil Dagover, Hans Heinrich von Twardowski, Rudolf Lettinger
Duración: 71 min.