lunes, 15 de febrero de 2010


EL ROSTRO DEL OTRO
 



Intro.

Un espejo es un edificio en construcción dentro de la gran metrópolis. Un río refleja el rostro de extraños animales que esfuerzan sus alas. Una hoja de papel contiene palabras abominables en lo que respecta a la cirugía plástica, porque hoy podemos remover todas las formas y podemos crear todas las formas. Dentro de unos pocos segundos una sonrisa es una tristeza, una lágrima es una gota de sudor y signos de preocupación se transforman en el éxtasis del placer. El poder de convertir un edificio en un animal o un espejo en un río. Todo plasmado por pura curiosidad.




Cuerpo.

Japón en los años sesenta muestra una combinación infalible en el séptimo arte: Hiroshi Teshigahara en la dirección, Kobo Abe en el guión y Toru Takemitsu en la composición musical. Estos tres artistas crearían toda una nueva concepción del cine en Japón y su posterior influencia sería importante en Europa y Estados Unidos. Esta colaboración duraría solo cuatro películas, pero formarían un legado impresionante y una muestra auténtica de cómo hacer cine.







El Rostro del Otro es la tercera entrega de este trío artístico. La película es un perfecto ejemplo de las tendencias de Teshigahara que ya había poblado en sus dos anteriores entregas: la pérdida de la identidad humana frente a un contexto desconocido. Su primera colaboración El Escollo (1962) mostraría en primer plano muchas de las tendencias a tomar en futuros proyectos. Con La Mujer en la Arena (1964) lograría la aclamación internacional y sería visto como una figura prominente del cine japonés. El Rostro del Otro no tendría la fama de su predecesora, pero a través de los años tendría una mejor acogida.





El Rostro del Otro enfatiza los temas tratados en las dos anteriores películas. Teshigahara se basa en la repetición de su excéntrica lucha del hombre con su identidad, alimentándose así con escenarios surrealistas hasta bizarros diálogos. Como las otras películas, El Rostro del Otro se basa en el libro de Abe escrito en 1959 y cuyo guión él mismo prepararía. Siempre ante ciertas controversias, Teshigahara no se impedía de mostrar escenas fuertes o crudas en cuanto a su idea de la sociedad como un ente que destruye el individualismo y la autenticidad. Bajo las manos del director, los personajes son extraños en un lugar extraño. Desde un primer momento nos encontramos ante una atmósfera enrarecida, entendiendo que los hilos de la trama están entrelazados por sus tres organizadores. La peculiaridad del personaje principal, interpretado por Tatsuya Nakadai, es la de un ser destrozado por su sociedad y recuperado por otro ser fuera de esta realidad. Como si fuera un director conduciendo a su público, encontramos otra realidad con otros retos pero en definitiva, con las mismas falencias. A ello, Teshigahara le suma un paralelo, una repetición del mismo dilema con otro final. Angustiante, intoxicante y paranóico, El Rostro del Otro es una muestra incesante de las temáticas de Teshigahara, explayando sus posibilidades al máximo.






Datos.

Título Original: Tanin No Kao
Dirección: Hiroshi Teshigahara
Año: 1966
País: Japón
Intérpretes: Tatsuya Nakadai, Eiji Okada, Kyoko Kishida, Mikijiro Hira, Miki Irie, Minoru Chiaki, Hideo Kanze, Etsuko Ichihara, Kunie Tanaka, Machiko Kyo
Duración: 122 min.

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