Intro.
La mente humana parece un laberinto cuando tratamos de buscar nuestros roles más importantes. Cuando deseamos destacar y ser aclamados dejamos de lado todos nuestros miedos y nos comprometemos enteramente a la meta soñada. Somos la capacidad humana en su máxima expresión y la recompensa será el reconocimiento total, inclusive cuando no nos encontremos allí.
Cuerpo.
Samuel Fuller fue un director provocador. Un buscador de emociones encontradas y creador de perturbadores imágenes, se convirtió en un director ácido, crítico de la sociedad moderna. Comenzó como guionista y director para 20th Century Fox, pero su ímpetu resultaría en películas logradas que no parecían encajar con el sistema de películas de Hollywood. Creó su propia compañía y produjo filmes de bajo presupuesto, en donde la crudeza y la realidad eran los principales aportes. Así mismo, sus técnicas se priorizaban en un acercamiento básico de cómo lograr las tomas. Fuller era un artesano que trabaja con las condiciones dadas y de la manera más simple, imprimiendo así la calidad de su técnica: a través de lo simple puedes aspirar a lo complejo.
Corredor sin Retorno es un ejemplo perfecto de esta técnica, de la perspectiva y de las insinuaciones de Fuller. Sin actores de renombre pero que cumplen a precisión de roles, Fuller crea una atmósfera nefasta dentro de un contexto que le permita explorar mundos sin retorno. La puesta en este filme es la de un manicomio y a partir de ello, Fuller se permite convenciones que le abren tocar temas como el racismo, la violencia, la violación, el incesto y el fetichismo de manera “controlada”, pues estamos en directivas donde las desviaciones mentales son justificadas y las tendencias y críticas a diversos sectores pueden ser lo suficientemente subliminales para ser aceptadas. La película no pasaría sin controversia pero su misma condición de independiente y de bajo presupuesto permitieron que Corredor sin Retorno no sufriera muchas alteraciones.
Fuller sería reivindicado por sus pares franceses, la muy influyente Nouvelle Vague que verían al director como un desafiante proceso de creación. Ahora sus películas son piezas de culto, de un director americano que trabajo dentro y fuera del sistema de estudios con el mismo enfoque y ferocidad, con el simple objetivo de hacer un cine nuevo, un cine que pueda definir nuevos cursos dentro de Estados Unidos siendo influencia directa de numerosos directos buscando un apego por la crudeza y la realidad. Godard inclusive le daría una parte en su película Pierrot el Loco, en donde bajo el manto de director definiría el cine así: “una película es como un campo de batalla… amor, odio, acción, violencia, muerte. En una sola palabra: emoción”.
Datos.
Título Original: Shock Corridor
Dirección: Samuel Fuller
Año: 1963
País: Estados Unidos
Intérpretes: Peter Breck, Constance Towers, Gene Evans, James Best, Hari Rhodes, Larry Tucker, Paul Dubov, Chuck Roberson
Duración: 101 min.
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